Los intocables del poder
Alberto Vieyra G. lunes 22, May 2023De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Eliot Ness organizaría y encabezaría un grupo llamado Los Intocables, para combatir en la década de los 30 al rey del crimen norteamericano de Alphonse Gabriel Al Capone, quien secretamente solía usar como madriguera un casino que aún existe en Ensenada, Baja California.
En Estados Unidos se traficaba primordialmente con alcohol, pero en 1930 fue legalizado y pocos años después terminaría la era de los al capones.
Aquella memorable serie de televisión y que después fue llevada al cine allá por la década de los 70 nos daba una idea de cómo operaban y cómo operan actualmente las grandes mafias criminales que utilizan todo género de trucos y en muchos de los casos se valen del gran poder económico y político para hacer de las suyas, pero haciéndose pasar como personajes impolutos y de intachable conducta. Están entre nosotros y cuando se trata de obtener el poder o liquidar a alguien que les estorba, suelen ser implacables.
¿Por qué traigo a la memoria a Los Intocables?
Mire usted. Desde que la ministra Norma Piña se convirtió en presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, desde el mismísimo Palacio Nacional y otras poderosas esferas del gobierno de la República se emprendió una guerra sin cuartel en su contra, en la que prácticamente no ha existido un solo día en el que no sea objeto de agresiones, amenazas y groserías de un régimen que rinde culto a la misoginia y todo porque la ministra Piña no ha permitido que el Presidente de la República tenga en su puño a los 3 poderes de la nación, enarbolando la división de poderes.
Todo comenzó en Querétaro el 5 de febrero, cuando la ministra no se puso de pie, cuando al recinto entro el presidente López Obrador. Después, vendrían reveses jurídicos contra la 4T y desde entonces AMLO no baja a los ministros de la Corte de “corruptos al servicio de las grandes oligarquías” y de que “el Poder Judicial está podrido desde arriba hasta abajo”.
El 18 de marzo, la ministra recibiría la primera gran amenaza cuando en el mitin para la conmemoración de la expropiación petrolera fue quemada una botarga con la figura de Norma Piña y desde entonces, se instalaría en la sede del supremo tribunal de justicia en México un plantón en el que con caricaturas grotescas se agrede a la impartidora de justicia poniéndole bigotes y mentándole la madre a diestra y siniestra, porque según los manifestantes de baja ralea “esos del poder solamente entienden con mentadas de madre” y desde entonces, se exige su renuncia.
Después de que la Corte declaró inconstitucional la primera parte del “plan B” en materia electoral y de que ayer, declaró inconstitucional el decretazo de AMLO mediante el cual declaraba que la información sobre las obras emblemáticas del sexenio quedaría esa información en resguardo por cuestiones de seguridad nacional, la Corte le dio pa´tras, por cierto esa demanda corrió a cargo del INAI; la guerra se ha recrudecido contra la ministra, quien parece estar harta, pero, por desgracia, cometió un pequeño error al mandarle una serie de WhatsApp al presidente del Senado, Alejandro Armenta, quien hoy se dice víctima de amenazas por parte de Norma Piña.
Armenta, quien le hace segunda a otro poblano dirigente de Morena en la Cámara de Diputados, Ignacio Mier para que los ministros de la Corte, jueces y magistrados sean electos por la ciudadanía y con lo cual busca endulzar los oídos de AMLO para que le de la candidatura al gobierno de Puebla, agarró pleito con la ministra quien, por desgracia desconoce que Armenta forma parte de un ponzoñoso grupo político poblano al que pertenece Mario Marín el góber precioso y otros malosos que han sido exhibidos por la periodista Lydia Cacho como pederastas y misóginos.
En nuestra próxima entrega le tendré completa la conversación entre Norma Piña y Alejandro Armenta, para que usted juzgue si hay amenazas contra ese que se dice un señorón del Senado.