Una historia de saqueos • II
Alberto Vieyra G. jueves 18, May 2023De pe a pa
Alberto Vieyra G.
[ Segunda de tres partes ]
“México es el país más rico del mundo, sólo que ha padecido 400 años de saqueos por los conquistadores y actualmente por los políticos, banqueros, capitales, etcétera”. Era la tesis de la ilustre “Dama de hierro”, Margaret Thatcher, y efectivamente, el saqueo a la nación azteca ha sido brutal a cargo de propios y extraños y no se han podido acabar a este México de los 17 climas y 400 volcanes.
La corrupción e impunidad, herencia de los conquistadores españoles, ha sido el sello distintivo del poder público de la nación azteca, a cargo de sinvergüenzas de dentro y fuera que han saqueado a la nación para enriquecerse a lo bestia.
Cuando los sinvergüenzas politicastros llegan al poder, lo primero que hacen es depredar a la nación aprovechando que sólo cuentan con 3 o 6 años para resolver su problema económico y el de toda su familia para toda la vida. Muchos utilizan a sus hermanos incómodos o a ladrones que se valen de sofisticadas ingenierías defraudatorias para no dejar huella y si es posible, pasar a la historia como unos impolutos ángeles.
Ya vimos que Porfirio Díaz fue más que un Presidente, un saqueador empresario que utilizó a su yerno Manuel Romero Rubio, quien fue capaz de ofrecerle a su hija Carmen Romero de 15 años para convertirla en primera dama.
La familia Cárdenas tiene también su historia. Hay quienes dicen que son dueños de todo Michoacán, pero lo cierto es que el general Cárdenas se hizo de una emblemática playa llamada Eréndira, en las tierras de Juan Colorado.
El llamado Grupo Sonora integrado por Plutarco Elías Calles, Benjamín Gil, Adolfo de la Huerta y Álvaro Obregón Salido se apoderaron de muchos ranchos y haciendas en México y no se diga el hermano incómodo del presidente Manuel Ávila Camacho, Maximino Ávila Camacho quien por las buenas o por las malas obtuvo propiedades de la manera más grosera y fue capaz de regalarle a su segundo frente, Margarita Richardi, ocho predios que se convirtieron en minas de oro, entre ellos el terreno que actualmente ocupa la sede nacional del PRI en la capital mexicana, así como la sede de un poderoso banco en Plaza Universidad que fue vendido al Vaticano.
Un Gustavo Díaz Ordaz regalaría hasta la cama que perteneció a Maximiliano a su segundo frente, Irma Serrano, “La Tigresa”.
El régimen de Miguel Alemán Valdés sería conocido como el gobierno del diez y es que la corrupción tomó un estilo muy original en tal sexenio, pues cada que un empresario visitaba al Presidente le regalaba el 10% de sus acciones y así aquella emblemática familia se hizo de más de 400 empresas, muchas de ellas actualmente poderosas.
Los regímenes de Luis Echeverría, José López Portillo y Miguel de la Madrid no cantaron mal las rancheras en materia de corrupción. Llego a saberse que el hombre de la guayabera era el dueño del naciente reino de Cancún, donde se instalaría uno de los destinos turísticos más emblemáticos del mundo y hasta llegó a saberse que a unos cuantos metros de las playas se instalaron rompeolas que fueron fabricados con unas emblemáticas monedas de a 20 centavos que tenían en el anverso una pirámide de Teotihuacán.
De Jolopo sabemos que se hizo de la llamada “Colina del perro”, cuya herencia correspondería a la actriz Sasha Montenegro. Y con Miguel de la Madrid se iniciaría la era neoliberal en la que el saqueo del patrimonio nacional sería para favorecer al capitalismo de dentro y de fuera. México perdería más de mil empresas paraestatales, pero por lo visto los bienes no sirvieron para remediar los males de la nación azteca.
( Continuará )