Fin de la emergencia sanitaria
¬ Augusto Corro miércoles 10, May 2023Punto por punto
Augusto Corro
Las autoridades sanitarias pusieron fin a la emergencia sanitaria establecida por la pandemia de Covid-19.
Debe quedar claro que el virus fue controlado y seguirá como enfermedad con carácter estacional, como la influenza.
Las vacunas fueron determinantes para enfrentar al contagio de Covid-19 y sus derivados, como la variante Ómicron.
Fueron millones de personas las que perecieron al ser contagiadas por el mencionado virus.
La pandemia tomó desprevenidas a las autoridades sanitarias y a la población. Al inicio de la pandemia no se contaba con la medicina para atacar al virus, tampoco se tenían los conocimientos para abatirlo.
Tuvieron que pasar varios meses para que se empezaran a controlar los contagios del mencionado virus.
Ahora, lo importante es aprovechar las experiencias que nos deja la pandemia: Vacunarse a tiempo, usar cubrebocas y aplicar las medidas sanitarias necesarias.
Otro punto importante que debe tenerse presente es la atención a las personas que no tienen defensas para evitar los contagios.
México tiene una población con elevado índice de enfermedades que son campo propicio para el desarrollo del virus.
Me refiero a quienes padecen enfermedades del corazón, diabetes, etc.
Por Covid-19 millones de familias perdieron a sus seres queridos; predominó el aislamiento y se alteraron las relaciones sociales.
Se trató de una experiencia amarga llena de dolor y tristeza en todo el mundo, que vuelve a respirar tranquilidad.
La paz en los partidos políticos
Los priistas aprobaron que su dirigente, Alejandro Moreno Cárdenas (a) “Alito” continúe al frente del partido hasta el 2024.
Inmediatamente, el líder tricolor advirtió que no se admitirán presiones internas para obtener dividendos políticos. Entre las responsabilidades de jefe del PRI, a “Alito” le corresponderá hacer frente al proceso electoral de 2024. Deberá designar al representante ante la alianza Va por México para que compita con los aspirantes de los otros partidos. En teoría, el acuerdo de la coalición es nombrar al precandidato que participe en las presidenciales de 2024.
A la fecha, priva una relativa armonía entre la oposición que aún no tiene al abanderado que enfrente a las “corcholatas” del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
Cabe señalar que los priistas le dieron el poder suficiente a “Alito”, quien podrá decidir la suerte de quienes pretenden participar en las candidaturas para diputados y senadores.
El propio líder priista levantó la mano para que lo tomen en cuenta como precandidato presidencial.
La oposición, apagada
Mientras que en Morena está claro quien o quienes están en la lista de las “corcholatas”, es decir aspirantes oficiales a la precandidatura presidencial, en la oposición siguen sin brújula.
Son los morenistas quienes festejan que los aspirantes a la silla presidencial sean personajes que nada tienen que hacer en la política.
Entre los opositores se citan los nombres de Lilly Téllez y Santiago Creel. La primera es reconocida por sus escándalos y sus discursos de extrema derecha.
A Santiago Creel le llegó su segundo aire para continuar en la política con sus mensajes apolillados.
Lilly y Santiago empezaron bien en sus promociones y ambiciones políticas, pero alguien los aconsejó mal y se sometieron a la manera de hacer política del ex presidente Vicente Fox.
El guanajuatense les dio la bendición y los proclamó “los mesías” que salvarán a México.
Otros panistas se encuentran en la lista de aspirantes presidenciales, pero no los toman en cuenta.
Quizás, la escasez de precandidatos blanquiazules mejore con la participación de algún personaje de la sociedad civil.
En el PRI, la lucha interna se agudizará conforme se avance a las campañas electorales de 2024.
El Revolucionario Institucional se encuentra en la lona. En los comicios del próximo mes de junio, es probable que gane el gobierno de Coahuila, pero a cambio perderá su último bastión, el Estado de México.
A los partidos que integran la alianza Va por México (PAN, PRI y PRD, más que competir, lo que les interesa es sobrevivir.
¿Usted qué opina amable lector?