Periodo legislativo
Freddy Sánchez martes 2, May 2023Precios y desprecios
Freddy Sánchez
De lo más fulgurante o de lo más sombrío.
Cualquiera de ambos extremos parece lo justo para indicar la forma de calificar el periodo ordinario de sesiones que concluyó en las dos cámaras legislativas.
En donde Morena y sus aliados legislaron todo cuanto, quisieron salvo en algunas cuestiones de orden constitucional, puesto que en otras de la misma naturaleza sus opositores aseguran que violaron la ley para satisfacer lo que les pidió aprobar Andrés Manuel.
Una postura evidentemente no compartida por los que ven con simpatía a la Cuarta Transformación y consideran que el proceder legislativo del partido gobernante, mediante sus diputados y senadores, se ajustó a lo que establece la Carta Magna y en ningún caso hubo transgresiones constitucionales.
Una cuestión que se analiza y discute actualmente en la Suprema Corte de Justicia de la Nación con un cúmulo de controversias constitucionales por resolver.
Entre otras, naturalmente, lo concerniente al “plan B” del Presidente que a juicio de la oposición fue un “golpe demoledor” contra el Instituto Nacional Electoral como parte de la “andanada” legislativa reformista promovida por el gobierno en turno para anular la capacidad funcional del INE y dar paso a un cambio con otro organismo sometido a la voluntad de Andrés Manuel.
Lo mismo que se atribuye a diversas reformas legales aprobadas en el periodo ordinario que concluyó y que en opinión de algunos críticos del Presidente fue el más oscuro por la declarada intención gubernamental de cerrar medios legales e instituciones que de una u otra forma saquen a relucir actos de corrupción institucional u obstruyan los planes de la 4T para perpetuarse en el poder presidencial sin oposición alguna.
Y es que en torno a los cambios legislativos impulsados por Morena y sus aliados quienes no están de acuerdo con el contenido de dichas adecuaciones legales afirman que en cada una de tales acciones existe un ánimo “descarado” de crear condiciones propicias al régimen actual para imponer cualquier cosa que se le ocurra por más criticable o descabellada que sea.
En ese sentido, los defensores de la política legislativa del Presidente reiteran su afirmación en lo relativo a que los opositores están que trinan porque cada cambio a la ley significa una pérdida más de sus privilegios y afanes de corrupción contrarios al interés de la nación.
Dos criterios y opiniones que se niegan a ver el justo medio considerando que sus adversarios políticos son los abusivos e inmorales dispuestos a todo.
En un caso para conservar el poder presidencial y su influencia en las cámaras legislativas queriendo convertir a sus adversarios políticos en auténticos “testigos de palo” incapaces de obstaculizar la nueva era de la llamada Cuarta Transformación.
Y en otro escenario haciendo lo posible para impedirlo a toda costa. Porque muchas de las voces que se escuchan repudiando las reformas legales y distintos actos de gobierno no dudan en manifestar que cuanto proviene del Palacio Nacional es una evidencia más de que Andrés Manuel piensa como un dictador.