El conflicto migratorio
¬ Augusto Corro martes 2, May 2023Punto por punto
Augusto Corro
Por la muerte de 40 migrantes, un juez vinculó a proceso al director del Instituto Nacional de Migración (INM), Francisco Garduño. Al funcionario se le acusa por el delito de servicio indebido del servicio público. Enfrentará el juicio en libertad; sin embargo, tendrá que acudir a firmar asistencia cada 15 días.
La defensa del acusado presentó más de 20 pruebas de descargo y dijo que el comisionado era inocente, pues delegó responsabilidades en otros funcionarios.
Los migrantes, de diferentes países, pero en su mayoría hondureños, no pudieron salir del inmueble incendiado. El hecho se registró en las instalaciones del INM, en Ciudad Juárez, Chihuahua, el 27 de marzo.
Surgieron las protestas por la manera en que son tratados los migrantes y una vez más se exigió justicia. El problema migratorio es mundial y un sinnúmero de problemas se juntan para mantenerlo en constante crecimiento.
No será fácil su solución mientras los gobiernos de los diferentes países se nieguen a luchar contra la pobreza y la violencia, dos razones importantes que obligan a la población a abandonar sus lugares de origen.
En México, la situación es muy compleja porque es paso de los migrantes que quieren instalarse en Estados Unidos, en busca de mejores condiciones de vida. Son contados los que deciden quedarse en nuestro país.
El conflicto surge en las fronteras debido a la lentitud en los trámites para legalizar sus condiciones de trabajadores o refugiados. Además, se tiene que resolver la presencia de indocumentados que rechaza el vecino país del norte.
En las poblaciones fronterizas no se cuenta con todos los recursos para enfrentar problemas como el de la saturación de población migratoria. Esa incapacidad de las autoridades del INE obliga a los extranjeros a manifestar sus inconformidades.
En la frontera sur de México, los ilegales marchan en caravanas de las que se sabe cuando empiezan, pero no cuando terminan. En su desesperación se suben a camiones que terminan accidentados, con decenas de extranjeros que pierden la vida.
O con las tragedias que se repiten en la línea fronteriza del norte, cuando los ilegales intentan cruzar a nado el Rio Bravo. Son pues, múltiples los obstáculos que enfrentan los migrantes en sus rutas que los lleven a Estados Unidos.
Como señalamos líneas arriba, las caravanas de migrantes crecerán cada día. Cada vez son más los ilegales centroamericanos, caribeños y sudamericanos que pasan por México rumbo a Estados Unidos.
Y las autoridades no demuestran su interés en la protección de los indocumentados. Mantenerlos en los pasos fronterizos fue contraproducente. Nadie puede esperar por tiempo indefinido la solución de su problema.
Son insuficientes los apoyos de algunos gobiernos para frenar la corriente migratoria en países latinoamericanos. Quizás se tenga voluntad de hacerlo; pero no se logra ningún propósito.
El gobierno mexicano se inclina por erradicar el problema con medidas que vayan a los orígenes de los problemas. No es mala idea, sólo falta que alguien se decida a realizarla. El programa Sembrando Vida no es suficiente.
Desafortunadamente, hechos como el registrado en el incendio de Ciudad Juárez, obligan a las autoridades a atender el grave conflicto migratorio. Se anunció la creación de una coordinadora que sustituirá al INM.
Al principio se pensó en delegar la responsabilidad de la nueva oficina migratoria al padre Alejandro Solalinde, conocido defensor de los derechos humanos de los indocumentados, pero aún no se define la situación.
Ojalá que el incendio en las instalaciones del INM obligue a las autoridades a establecer nuevas leyes y formas de proteger los derechos humanos de aquellos que, por diferentes motivos, abandonan sus lugares de origen.
¿Usted qué opina amable lector?