Sobreexplotación de los acuíferos subterráneos en la Ciudad de México
Cd. de México martes 2, May 2023
Ronda el “día cero”
- Se extraen de pozos más de 15 mil litros de agua por segundo para completar abastecimiento
Los sistemas de suministro de agua potable de la Ciudad de México operan más allá de sus límites, por lo que el “día cero”, que implicaría que el suministro libre de agua terminara y podría ocurrir en los próximos 6 años, de no modificarse la planeación hídrica y el cambio de hábitos, asegura la investigadora del Colegio Mexiquense, Natalie Rosales.
“Las predicciones del World Resource Institute (WRI, 2022) y los datos de Conagua muestran que la CDMX corre el riesgo de llegar al día cero para 2028”, estimó la experta en el Análisis de la Integración del Concepto Resiliencia en la Planeación de la Ciudad de México.
La capital es más vulnerable debido a la fuerte dependencia de fuentes de suministro externas, planteó Rosales.
“Este año podría ser el comienzo del punto de no retorno y podría llevar a los sistemas urbanos a un nuevo estadio”, apuntó.
Se recurre cada vez más a fuentes vulnerables
La sobreexplotación de los acuíferos subterráneos y la falta de una adecuada gestión de recursos hídricos son algunas de las causas que han llevado a la Ciudad de México a depender cada vez más de fuentes de agua potable vulnerables, como los pozos de donde se extraen 15 mil 500 litros de agua por segundo, lo que representa el 53.44 por ciento del agua que se consume en la urbe. El resto se obtiene, principalmente, de las cuencas de Lerma y del Cutzamala.
Operados tanto por el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) como por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), los pozos extraen agua que se encuentra hasta 400 metros debajo del subsuelo. La ciudad también depende del traslado de agua de las cuencas de Lerma y del Cutzamala para cubrir el resto de sus necesidades de agua potable.
Pero con esta última atravesando su sequía más dramática en 40 años, la capital depende más que nunca de la extracción y esto impacta en la estabilidad del subsuelo.
A fuerza de bombear el líquido subterráneo sin llegar a reponerlo, la ciudad se hunde; en algunas zonas se pierden 6 centímetros de altura cada año, en otras el descenso llega hasta los 30 centímetros, lo que aumenta el riesgo de inundaciones y provoca daños en la infraestructura, como lo es el Metro o las propias tuberías.
“No sólo el hundimiento, las grietas, la afectación a las estructuras del Metro, las tuberías se rompen y hay fugas”, indicó Fabiola Sosa, investigadora de la UAM.
A principios del siglo XX, los niveles del agua subterránea se encontraban cercanos a la superficie y el acuífero daba origen a manantiales.
Ante la reducción en el Cutzamala, las autoridades metropolitanas plantearon la reposición de pozos en el Sistema Lerma, una medida que implica sobreexplotar el acuífero del Estado de México, el cual ya se encuentra impactado por el crecimiento demográfico de la zona y la exportación del recurso a la CDMX, de acuerdo con un estudio elaborado por el Centro de Investigaciones Económicas, Administrativas y Sociales del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Unidad Lerma.
“El Sistema Lerma presenta serias afectaciones por una sobreexplotación continúa, como un fenómeno aparentemente irreversible, dada la creciente demanda de agua y la ausencia de soluciones”, indica el estudio.
“Debido a la exagerada extracción de aguas del subsuelo, propiciada, principalmente, por el establecimiento y desarrollo de la industria en la Ciudad de Toluca, el crecimiento demográfico y la exportación de grandes volúmenes a la Ciudad de México”.
En la región se ha establecido una veda de pozos, pero la práctica de rehabilitarlos continúa, añade el análisis elaborado por los especialistas Abigail Martínez, Eloísa Domínguez y Mijael Altamirano.
Urge mitigar sobreexplotación de acuíferos
Los especialistas coinciden en que la única forma de mitigar la sobreexplotación del acuífero es promoviendo zonas de infiltración, lagos y humedales, que permitan la recarga del agua subterránea y que resguarden el líquido para las épocas con poca lluvia.
“Se deberían de implementar acciones para amortiguar la sobreexplotación, que pudieran ser que por cada volumen concesionado se requiriera al usuario la perforación de pozos de recarga que fuera directamente proporcional al volumen solicitado”, apunta el estudio del IPN y la UAM.
Otra de las vías promovidas por el gobierno capitalino para enfrentar la sequía del Cutzamala es que grandes empresas cedan una parte del agua que extraen de pozos concesionados.
Sin embargo, la medida sigue impactando en la sobreexplotación del acuífero, por lo que se requiere invertir todavía más en el control de las fugas de agua, detalló el presidente del Consejo Consultivo del Agua, Raúl Rodríguez.
“La Ciudad de México, en contraste con la mayor parte de las entidades del país, que no atienden este problema, sí combate las fugas, pero se necesitan más inversiones”, subrayó.
La administración local emprendió desde 2019 un programa de sectorización, el cual busca aislar en 847 sectores la red de distribución de agua, con el objetivo de localizar las fugas con mayor rapidez.
De acuerdo con cifras actualizadas a febrero pasado, ya operan 437 sectores, equivalentes al 55 por ciento.