“Ler” y leer
Alberto Vieyra G. jueves 27, Abr 2023De pe a pa
Alberto Vieyra G.
“No se dice ‘ler’, se dice leer”, así corrigió una alumna al entonces secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño Maya, apenas en el cercano 2016. ¡Qué vergüenza! No estamos ante una anécdota casual sino ante un problema mayúsculo de educación y el intelecto en la nación azteca, que está tan lejos como los mil quinientos millones de kilómetros que hay entre el sol y la tierra para equiparar a Finlandia, la nación más culta del mundo con una población de poco más de 5 millones y medio de habitantes.
En Finlandia, el sistema educativo es envidiable: Alumnos, padres de familia y maestros deben leer por ley 52 libros por año, es decir 1 libro por semana. No existe el analfabetismo en esa nación.
En los últimos 50 años, México ha acortado el índice de analfabetismo pues en 1970 había poco más de 25 millones de personas analfabetas en el país por casi 5 millones de analfabetos que hay en este momento. ¿Serán los que dicen AMLO que votan por Morena?
Me ha llamado poderosamente la atención la encuesta de la semana pasada, publicada por el Inegi en materia de lectura, pues se asegura que en los últimos 7 años la caída de lectores en México ha sido estrepitosa, es decir que este dato duro exhibirá a México como una nación de reprobados y con orejas de burro a nivel global en las próximas mediciones por la OCDE, la ONU o algún otro organismo internacional.
El estudio del Inegi revela que entre más avanza la edad, la gente lee menos y sólo algunos jóvenes de entre 18 y 24 años se interesan por algunas lecturas, preferentemente por los textos que llevan en las universidades.
Las personas que no leen, el 31% según la encuesta, se quejan mucho más que la población lectora de no haber recibido estímulos suficientes durante la infancia. El 83% de las personas que no leen declaró que sus padres no los llevaban a bibliotecas ni librerías, el 80% dijo que sus padres no leían y el 68% nunca vio a sus padres leer. ¡Ah, pero qué tal el futbol, la lucha libre y otros espectáculos banales que exhiben el subdesarrollo de la población! La encuesta refleja una tendencia a la baja de lectura que refleja que los niveles de alfabetización van en aumento, pero las horas de consumo de otro tipo de entretenimientos tecnológicos, como las redes sociales va en aumento. En resumen, los amantes de la lectura han leído 4 libros en el último año y no faltan quienes durante 10 años no han leído ni un solo libro.
Y seguramente usted y yo nos preguntamos: ¿Cuántos libros leerán por año los politicastros que nos gobiernan? Por ejemplo, el actual Presidente qué lee, nunca nos ha revelado su hábito por la lectura.
¿Los gobernadores, senadores, diputados estarán en ayunas de un intelecto que merezca el respeto ciudadano? Salvo honrosas excepciones, la clase política adolece de una cultura generalizada. Hay quienes no saben ni escribir un mensaje corto, lo cual refleja que no tienen una memoria visual cuando escriben con faltas de ortografía. ¡Qué vergüenza! Y muchos nos gobiernan actualmente.
¿Cuántos siglos, lustros o décadas pasarán para que México sea un pueblo culto como Finlandia al que la lectura le permite distinguir a los políticos populistas de la gente seria? ¿Seguiremos rindiendo culto a la insana costumbre del “ler” y no al hábito de leer para saber?