Cómo han pasado los años
Ramón Zurita Sahagún lunes 4, Jul 2011De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Cinco años se cumplieron el pasado sábado de que Felipe Calderón Hinojosa fue electo Presidente de la República, y en ese lapso el país ha cambiado en gran forma.
Es cierto que el México de aquel 2 de julio de 2006 es diametralmente distinto al que hoy vivimos y los resultados no son nada satisfactorios.
Se acercaba el fin del primer gobierno de oposición, luego de 70 años de dominación priísta y, comparativamente con la actualidad, los resultados no eran tan malos.
Cierto era que el presidente en funciones, Vicente Fox Quesada, era reconocido por sus constantes dislates y su propensión a ser el centro de atracción, sin importar las formas y que las críticas hacia la intromisión en cuestiones de gobierno por parte de su esposa (Marta Sahagún Jiménez) y los supuesto beneficios obtenidos por los hijos de esta mantenían la atención pública y que el resultado del proceso electoral era cuestionado el mismo día de los comicios.
Los siguientes días al dos de julio fueron de gran incertidumbre, el candidato puntero en las encuestas, Andrés Manuel López Obrador, no aceptó los resultados y durante varios días el tema de los algoritmos acaparó la atención de todos.
Las impugnaciones en las casillas, lo cerrado de la competencia y el titubeante papel del consejero presidente del IFE, Luis Carlos Ugalde, enrarecieron el ambiente.
El clima se tornó cada vez más turbio con el llamado del candidato de la izquierda para tomar Paseo de la Reforma y montar su campamento en la Plaza de la Constitución, como medio de protesta por lo que consideraron un fraude electoral.
Las cámaras del Congreso de la Unión (Senado y Diputados), también fueron tomadas por los representantes de la izquierda (PRD, PT y Convergencia).
Fuera de ello y de algunas protestas fuera de casillas en las que se realizaba un recuento de votos, la vida cotidiana no sufrió alteraciones, aunque las pérdidas económicas de comerciantes, hoteleros y restauranteros del rumbo de Reforma, en la ciudad de México y el despido de trabajadores de esa misma área fueron abundantes.
Sin embargo, en el resto del país se mantuvo la calma y casi cinco meses después Felipe Calderón Hinojosa rindió la protesta de ley y asumió el cargo de Presidente de la República.
Unos días más tarde, el ya Ejecutivo federal inició su guerra contra la delincuencia organizada, incluidos los cárteles de la droga y el baño de sangre comenzó a ahogar el país.
Los hechos delincuenciales rebasaron las fronteras del país y fueron referencia obligada en los medios de comunicación del extranjero, donde se advertía a turistas e inversionistas del riesgo de venir a México.
Cinco años después de que fue electo, el bono obtenido por Calderón Hinojosa en las urnas se le agotó y son muchos ciudadanos los que muestran arrepentimiento de haberlo otorgado y hoy cuestionan fuertemente a quien fue electo en aquella ocasión.
El México de hoy es sumamente distinto del que vio asumir la Presidencia de la República a Felipe Calderón Hinojosa.
Es verdad que la lucha contra la delincuencia es considerada necesaria, pero las formas no parecen convencer a nadie. Los resultados en la generación de empleo, tampoco son satisfactorios, los resultados en salud son sumamente cuestionables, el agro sufre del abandono y el embate de los fenómenos naturales ocasiona daños terribles en una población sensible y cada vez menos protegida.
El tiempo transcurrido entre la elección de Felipe Calderón Hinojosa y el hoy parece tan distante que muchos han olvidado las promesas de campaña y del cómo ocurrió el proceso electoral de entonces.
México es un país en el que los días, las semanas y los años, parecen hacer olvidar a los ciudadanos que los políticos sufren de una amnesia terrible cuando llegan al poder y que de todo lo ofrecido en las campañas electorales, poco es lo que se cumple.
A escaso un año de la elección del nuevo presidente, el panorama no es nada claro, con todo y que uno de los aspirantes saca una amplia ventaja a sus posibles adversarios, tanto internos como externos.
Se habla mucho de la posibilidad de que el PRI regrese a Los Pinos, después de dos sexenios en que la ciudadanía avaló el desempeño de los candidatos propuestos por Acción Nacional, partido que hoy se encuentra sumamente rezagado en las encuestas del día a día.
En este contexto no hay que olvidar que hace seis años, por estas fechas, los sondeos indicaban que el futuro Presidente de México sería uno de los dos tabasqueños que buscaban competir, Andrés Manuel López Obrador o Roberto Madrazo Pintado y que dentro de Acción Nacional, los momios actuaban a favor de Santiago Creel Miranda y que Felipe Calderón Hinojos ni siquiera pintaba en las encuestas.
Por eso, nadie debe echar las campanas al vuelo por los posicionamientos actuales de los personajes y de sus partidos, ni siquiera por los constantes triunfos que obtiene el partido tricolor en las urnas.
Es mejor esperar los tiempos de cada uno de estos procesos, para decidir entonces y obligar a los ganadores a que cumplan con sus promesas de campaña.
CANDIDATO DEL PRI
Tres de los personajes políticos más poderosos del PRI, aprovecharon los comicios en cuatro estados para expresar su confianza en que el PRI regresará a Los Pinos el año próximo.
Francisco Rojas, coordinador de los diputados; Manlio Fabio Beltrones, presidente del Senado de la República y Humberto Moreira, dirigente nacional del PRI, coincidieron en que los triunfos de su partido avalan esa posibilidad y aprovecharon para manifestar la unidad del partido y dejar en claro que a finales del año habrá candidato presidencial de ese partido.