Corrupción galopante
¬ Augusto Corro lunes 4, Jul 2011Punto por punto
Augusto Corro
- Que desaparezca el INM
- Dependencia corrupta
- ¿Y Agustín Carstens?
El Instituto Nacional de Migración (INM) otra vez se encuentra en el ojo del huracán: propios y extraños coinciden en que se trata de una dependencia corrupta y obsoleta. Nadie confía en esa institución, “ya está muy viciada, cumplió con lo suyo”.
Por ejemplo, el sacerdote Alejandro Solalinde, coordinador del albergue “Hermanos en el Camino”, de Ixtepec, Oaxaca, de plano demandó la desaparición del INM, pues considera que éste tampoco garantiza la protección de los extranjeros que transitan por México.
Reiteró que “del Instituto Nacional de Migración, lo que podría ser más propicio, más pertinente para el gobierno federal, es desaparecerlo, de verdad lo digo en muy buen sentido y que mejor se hiciera una subsecretaría y que pudiera salvarse, rescatarse a muchas personas buenas, valiosas y preparadas que están ahí (en el INM)”.
Nuevamente, se refirió a los testimonios sobre el plagio de más de 80 migrantes efectuado en Veracruz, e incluso acusó a personal de la Procuraduría veracruzana de intimidar a testigos. Dijo que no son cinco las personas secuestradas, sino muchas más.
El comisionado del INM, Salvador Beltrán del Río, manifestó, ante diputados, que en ese organismo permanecen cotos de corrupción, pero sostuvo que la investigación de funcionarios corre a cargo de la Procuraduría General de la República (PGR).
Una de las legisladoras, la priísta Diva Hadamira Gastélum, tras reprocharle al comisionado que dos los días se conoce de decenas de migrantes asesinados o desaparecidos, le advirtió: “Los matan (a los indocumentados) como si fueran moscas. No queremos ponerlo a usted en el banquillo (de los acusados), pero sólo el cruzar la frontera les espera la muerte. Ya tenemos una fama espeluznante. Parece como si fuera una película de terror, pero todo es real”.
Así pues, son el pan de cada día los secuestros, extorsiones, asesinatos e inhumaciones clandestinas de miles de extranjeros que intentan pasar por México rumbo a Estados Unidos. No es nueva la historia de las agresiones contra los viajeros; aunque en el presente aumentó exageradamente el número de víctimas y se extremó la violencia contra los plagiados, ya sean hombres o mujeres, jóvenes o viejos.
Basta con recordar a los 72 indocumentados centroamericanos que fueron secuestrados, asesinados y sepultados clandestinamente en San Fernando, Tamaulipas, por los sicarios del crimen organizado, entre otros “Los Zetas”.
A la fecha, todo mundo se encuentra informado de la ruta que siguen los migrantes que van del sur al norte de México, montados en “La Bestia”, como le llaman al “tren de la muerte”, pero poco o nada se hace por parte de las autoridades, para proteger a tanta gente que es víctima de delincuentes amparados en la corrupción e impunidad totales.
Sin lugar a dudas, sería muy positivo que el INM desapareciera, como lo plantea el sacerdote Solalinde; pero si nos plantamos en la realidad, inmediatamente nos damos cuenta que tendrá que pasar mucho tiempo para sepultar a ese instituto desprestigiado, inútil, corrupto y obsoleto.
Mientras, miles de indocumentados tendrán que sortear peligros infernales.
BORRÓN Y CUENTA NUEVA
Resentido porque no logró la dirección de Fondo Monetario Internacional (FMI), el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, criticó a las instituciones financieras internacionales por no aplicar los criterios y valores que tratan de imponer a los países emergentes.
Dijo que su candidatura era un “voto de protesta” contra la manera en la que los países desarrollados abordan los temas de importancia mundial. Luego se quejó, amargamente, de la manera antidemocrática en que fue designada la francesa Christine Lagarde, como directora del FMI.
Los sueños de Carstens se esfumaron y despertó en el sexenio panista que no encuentra el camino para acabar con la pobreza de más de 50 millones de mexicanos y que tampoco ha logrado abatir el desempleo. Fue errático el paso del ahora gobernador por la Secretaría de Hacienda. No olvidar aquel diagnóstico del “catarrito que se convirtió en pulmonía”.
Sin embargo, nada detuvo las ambiciones del funcionario para autopromoverse rumbo a la dirección del FMI. Alguien lo aconsejó mal. ¿Calderón o Cordero? ¿Por qué si sabía muy bien que no tenía posibilidades de ganar la dirección del FMI decidió participar en la lucha para alcanzarla?
Esa situación nos llevó a padecer pena ajena, porque, según leyes no escritas, el Banco Mundial siempre será manejado por un estadounidense: y el FMI por el representante de un país europeo. Si Carstens sabía que era en vano su pretensión, ¿qué o quién lo lanzó al ridículo?
En tanto, el dinero que se gastó en su campaña ¿de dónde salió? Si se trató de echar mano de sus ahorros, pues seguramente no habría ningún problema; pero si le dio un pellizco a nuestros impuestos, ¿alguien estaría en condiciones de exigirle cuentas? Porque viajar de un continente a otro significa una inversión económica considerable.
En fin, Carstens hizo lo que pudo para llegar al FMI, a sabiendas que no lo iba a lograr. ¿Borrón y cuenta nueva? Sí, pero primero que nos diga cuánto dinero gastó en su campaña y de dónde lo sacó.
Para su información, el ex director del FMI, Domique Strauss Kahan, fue liberado sin fianza el viernes pasado en Nueva York. El banquero fue acusado de agresión sexual por una camarera del hotel donde se hospedada.
El escándalo fue mayúsculo, porque el hombre todopoderoso fue detenido por la policía cuando pretendía viajar de Nueva York a Francia.
El banquero, un político de izquierda, con posibilidades de ser candidato presidencial en Francia, tuvo que enfrentar a la justicia estadounidense, que no escatimó crudeza alguna en el trato al acusado de agresión sexual a una mujer de color.
Según las últimas investigaciones, la supuesta víctima tiene un historial en la que aparece como presunta lavadora de dinero y de tener relaciones con gente de antecedentes penales. Esto permitió que DSK empezara a recibir los beneficios de la justicia, entre otros su libertad sin fianza.