El avión y el tren
Carlos Ramos Padilla lunes 24, Abr 2023Se comenta sólo con…
Carlos Ramos Padilla*
Se informó que el Presidente realizó un “viaje privado” al sureste para supervisar los trabajos del Tren Maya. Insiste el mandatario en esta obra que no puede superar ni obstáculos de presupuesto, ni de operación, construcción, ambientales y legales. Los costos para el país han sido y serán muy costosos.
Una obra turística sin precedentes por su ausencia de proyecto, ecocidio y millonaria inversión, en tanto el país cada día se entera de descalabros económicos y alta corrupción entre los miembros más cercanos del Presidente, incluyendo al secretaria de la Defensa que es encubierto por el tabasqueño y no da cuentas del irregular comportamiento sino que desvía la atención acusando a Loret de Mola (?). El Presidente no sabe o no quiere constatar preguntas directas, es, cómo dice, “dueño de su silencio”.
Y mientras gira órdenes para que el gabinete no tome llamadas de los miembros de la Corte, un enfrentamiento grosero y sin precedente, remata a su gusto el avión presidencial y todavía lo festeja. El TP-01 es uno de los aviones más avanzados tecnológicamente en América Latina, con un sistema de seguridad y comunicaciones de última generación.
Para entendernos, los ingresos extraordinarios no pueden ser asignados a obras específicas sin antes formar parte del presupuesto federal de egresos, así descrito en la Ley de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria.
Disponiendo de los recursos de la nación, el Presidente pretende que el dinero de la venta debería ser asignado a proyectos específicos que sólo él define, como la construcción de hospitales o carreteras. No obstante, todo recurso obtenido por la venta del avión presidencial debe ser asignado de acuerdo con el presupuesto ya establecido. Esto significa que debe ser empleado para financiar proyectos ya establecidos y autorizados por el Legislativo en el presupuesto.
Presidencia debe informar cuánto se gastó en: Combustible quemado, gastos de aeropuertos, reservas de mantenimiento, reservas de motores y componentes, comisariatos, entrenamiento recurrente a tripulación, entrenamiento recurrente a sobrecargos, entrenamiento al personal de mantenimiento, seguro de casco y daños a terceros, resguardo (hangar y personal de tierra), sueldos y salarios, programas y suscripciones de mantenimiento, suscripciones y actualización de base de datos de navegación y aviónica, actualización de componentes, mano de obra en mantenimiento, boletines y directivas a motores, mantenimiento a fuselaje e interiores, programa de motores, programa de aviónica y componentes y telefonía satelital, mientras el avión no se vendía.
El caso es que en septiembre de 2021, el gobierno federal anunció la venta del avión presidencial TP-01, “José María Morelos y Pavón”, por un monto de 65 millones de dólares. La aeronave, que fue adquirida por el gobierno mexicano en 2012 por un costo de 218 millones de dólares fue vendida recientemente al gobierno de Tayikistán. El avión fue rematado en un precio muy por debajo del valor de mercado con apariencia de venta simulada a un gobierno absolutista como el de Tayikistán (ubicado en una zona donde ni se ha desarrollado la operación aeronáutica comercial), un país pobre con un PIB per cápita de alrededor de 1,200 dólares al año, con una frontera de 1,300 kilómetros con Afganistán, uno de los mayores productores de opio en el mundo y sitio de tránsito de drogas hacia Rusia y Europa.
* Conductor del programa Va en serio, Mexiquense TV Canal 34.2, IZZI Canal 135 y Mexiquense Radio.