“Mapaches verdes”
Alberto Vieyra G. lunes 24, Abr 2023De pe a pa
Alberto Vieyra G.
De manera facciosa, AMLO metió al Ejército mexicano a que se convierta en mapache en las próximas elecciones presidenciales de 2024, cuando concretará la militarización de la nación azteca.
El Presidente de la República protagoniza ya una elección de Estado, pero dando patadas de ahogado porque la Suprema Corte de Justicia de la Nación le tumbó parte de esa militarización regresando a la Guardia Nacional a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana a partir del 1 de enero de 2024.
AMLO advirtió que una vez ganada la mayoría calificada en las Cámaras de Diputados y Senadores para 2024, enviará una nueva iniciativa de reforma constitucional con carácter de preferente para que ese cuerpo policiaco vuelva a formar parte de la Sedena, es decir que sigue terco en juntar el agua con el aceite; pero el palo faccioso lo dio anticipando que los soldados se convertirán en mapaches electorales o que formarán parte de esa elección de Estado para cumplir un capricho presidencial. Pero resulta, que de acuerdo con el artículo 71 constitucional, no podrá cumplir su capricho. Dicho artículo consagra y así lo visualizó con sus luces de inteligencia, el abogado Gil Zuarth, dice:
“El derecho de iniciar leyes o decretos compete: I.- Al Presidente de la República; II.- A los Diputados y Senadores al Congreso de la Unión; III.- A las Legislaturas de los Estados y de la Ciudad de México; y IV.- A los ciudadanos en un número equivalente, por lo menos, al cero punto trece por ciento de la lista nominal de electores, en los términos que señalen las leyes (…). El día de la apertura de cada periodo ordinario de sesiones, el Presidente de la República podrá presentar hasta dos iniciativas para trámite preferente, o señalar con tal carácter hasta dos que hubiere presentado en periodos anteriores, cuando estén pendientes de dictamen (…) No podrán tener carácter preferente las iniciativas de adición o reforma a esta Constitución”.
Qué peligroso que AMLO esté jugando con lumbre, pues el Ejército ha sido usado y abusado en tareas que no le confiere la Constitución y ahora que quiera usar a nuestros juanes para ganar contra viento y marea la silla presidencial en 2024, gran parte de la tropa mexicana esta inconforme por ese uso y abuso que le ha merecido un desgaste social de mucha envergadura, pues los soldados han sido ultrajados por grupos criminales y miembros de la sociedad civil, escupiéndolos, amenazándolos, arrodillándolos y en muchos casos violando derechos humanos, mientras el Presidente jura y perjura que en su gobierno, el Estado ya no viola derechos humanos. “No somos iguales, no nos confundan”, ha dicho reiteradamente.
La molestia de muchos soldados es porque además de ese uso y abuso de la tropa, “a los jefazos del Ejército el Presidente de la República los ha colmado de ‘millonarios contratazos’ en obras emblemáticas, mientras que los soldados de rangos inferiores han sido usados para recibir los balazos”, como asegura el senador michoacano Germán Martínez.
En 1940, fue la última vez en que el caudillismo castrense llego por última vez a la Presidencia de la República con el general Manuel Ávila Camacho, impuesto por el gobierno norteamericano para impedir que el abuso del socialismo de Lázaro Cárdenas continuará con su compadre Francisco J. Múgica.
Paulatinamente, el Ejército mexicano ha sido retirado de las actividades políticas en México, pero en la era de la militarización del país con AMLO el Ejército vuelve a tener un protagonismo muy peligroso, pues pareciera que la institución castrense es la que está gobernando de facto y AMLO solamente está de florero de la democracia.
¿Los Halcones de Washington repetirán la historia de 1940, para impedir que el socialismo que protagoniza AMLO le cause más estragos a la nación azteca y a los intereses norteamericanos?