Los diputados insisten en aprobar reformas que terminarán en la Corte
Miguel Ángel Rivera viernes 21, Abr 2023Clase Política
Miguel Ángel Rivera
Los legisladores de la llamada Cuarta Transformación parecen empeñados en darle trabajo extra a la Suprema Corte de Justicia.
Esto porque ayer, en la Cámara de Diputados, los legisladores de Morena y sus rémoras aprobaron una reforma a las leyes de Aeropuertos y de Aviación Civil, que el bloque opositor en el Congreso, así como la mayor parte de los organismos y empresas relacionadas con el sector del transporte aéreo consideran como una competencia inequitativa, además de que afectará al presupuesto federal, porque el gobierno tendrá que subsidiar una empresa que no tiene viabilidad financiera.
La reforma, propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador, se empezó a tramitar desde el pasado martes, pero la sesión de los diputados se tuvo que declarar en receso, porque no se lograron acuerdos.
Por ello, los trabajos de ayer en el Palacio Legislativo de San Lázaro, oficialmente se consideran parte de esa sesión iniciada el referido martes.
Pero por más que los legisladores del oficialismo trataron de convencer, no lo lograron. Una y otra vez, los diputados del bloque opositor, PAN, PRI y PRD, a los que se sumaron los representantes de MC, rechazaron los argumentos de Morena y sus satélites del PVEM y PT.
En resumen, los inconformes destacaron que el propósito de crear una empresa —manejada por las fuerzas armadas— es un error que trata de corregir equivocaciones anteriores, que vienen desde la cancelación del aeropuerto internacional que se iba a construir en Texcoco y que fue sustituido por el aeropuerto Felipe Ángeles que ha resultado un fracaso, pues casi no tiene operaciones y por lo mismo constituye una carga para el erario federal.
La situación general del sector aeronáutico nacional se complica por el hecho de que la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) determinó rebajar la industria mexicana de la aviación al segundo nivel, por considerar que incumple con los protocolos de seguridad en la materia establecidos por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI). Esto significa que las aerolíneas mexicanas no pueden crecer internacionalmente, sobre todo porque no pueden aumentar sus escalas en aeropuertos de los Estados Unidos.
Otra grave amenaza para las aerolíneas nacionales fue el anuncio del presidente López Obrador en el sentido de autorizar el cabotaje, lo que significaría que las empresas extrajeras podrían dar servicio entre ciudades mexicanas y por tanto significarían una competencia desleal para las empresas aéreas mexicanas.
Esto finalmente no fue incluido en la iniciativa presidencial, pero generó mucha inquietud entre las empresas mexicanas, misma que fue expuesta por los legisladores de oposición.
Como ocurre con las reformas que interesan a la llamada Cuarta Transformación, la iniciativa fue aprobada a toda prisa y con dispensa de trámites, aunque los diputados de Morena alegaron que habían cumplido con todos los procedimientos, en sesión nocturna, el miércoles 19, de las comisiones unidas encargadas de dictaminar el proyecto de reformas.
Los diputados del bloque opositor alegaron durante horas, pero otra vez se impuso la mayoría de Morena y rémoras. Primero, la iniciativa fue aprobada en lo general y, luego, fueron rechazadas una a una las propuestas de modificar la iniciativa.
Acusan al gobierno de ser incapaz para recuperar la categoría uno
El tema de la degradación del sector aéreo mexicano fue abordado por la diputada del PRD Gabriela Sodi Miranda:
“La incapacidad de planeación y la degradación de categoría del país han sido una constante de esta administración, y hoy una vez más queda demostrado.
“Aunque el tema del cabotaje se retiró, se tomaron las medidas necesarias para acceder a la categoría 1, al puro estilo de esta administración insisten en hacer otro tipo de atropellos para la nación. Hoy se discute un dictamen que tiene como punto principal que Sedena obtenga en propiedad una aerolínea y, aún peor, que no tenga necesidad de someterse al proceso de licitación.
“Todo lo que lleva el apellido de Bienestar ha sido un gran fiasco e insisten en esta modalidad. Lo que se pretende hacer debería ser ilegal, porque es un riesgo. No sólo es una competencia desleal, sino que también amplía el margen de discrecionalidad del gobierno respecto a las instrucciones y al manejo militar.
“Dicha acción impide la equidad y evita la libre competencia, porque evidentemente no existirían las mismas condiciones para todos los operadores. Esto, sin contar con la opacidad con la que funcionaría una aerolínea propiedad de este gobierno, debido a la opacidad con la que opera de facto la secretaría, haciendo mal uso del término de razón de seguridad nacional. Una razón más para evitar que el INAI abra expedientes”, destacó la legisladora perredista.
Por su parte, el ex secretario de Economía (durante el gobierno de Enrique Peña Nieto) y ahora diputado federal del PRI, Ildefonso Guajardo Villarreal, advirtió que lo que “poner el dinero de los mexicanos en una aerolínea es tirar a la basura lo que puede servir para apoyar (a los mexicanos) en sus verdaderas necesidades de salud, en sus verdaderas necesidades de educación. Y nos dicen que esto es muy importante, porque nosotros descuidamos y dejamos privatizar cosas.
“¿Ya se les olvidó las pérdidas de las aerolíneas de gobierno en los setenta y en los ochenta? Y, ¿para qué? Hoy en día, que gracias a Dios más mexicanos tienen acceso a los aviones, sólo un 30% de los mexicanos viajan en avión. Meterle dinero a esto es un subsidio regresivo, compañeros. No tiremos el dinero escaso de los mexicanos en un proyecto que no tiene futuro.
“Pero, además, estamos violando las leyes de competencia económica, independientemente que la mayoría nos atropelle y lo apruebe, esto se va a perder en amparos, porque existe una ley que impide que le demos el control de insumos estratégicos a los mismos prestadores de servicios. Y, al eliminar el artículo 29 de la Ley de Aeropuertos, estamos abriendo la posibilidad que una línea aérea pueda ser propietaria de más del 5% de las acciones de un aeropuerto, generando claramente un problema de concentración de mercado”, señaló el ex funcionario federal y ahora precandidato presidencial de su partido.
Además, aprovechó para denunciar las irregularidades en Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), en donde se han desviado miles de millones de pesos.
“Ya basta, ya basta por favor. Llegó el gobierno de Morena y se le ocurrió jugar a la tiendita y creó Segalmex. Qué caro nos salió jugar a la tiendita, vendiendo frijol con gorgojo, desabasto y un desfalco de más de 17 mil millones de pesos, y al director de Segalmex le damos un puesto para premiarlo.
“Por amor de Dios, compañeros, vean la realidad, muchos de ustedes, los respeto, son líderes sociales conscientes, tomen la convicción y la congruencia por la que mucho tiempo lucharon y no se dejen ir simplemente por la influencia de acumulación del poder.
“Déjenme decirles que ahora no sólo quieren jugar a la tiendita, quieren jugar a los avioncitos. Señores, si su proyecto se hace realidad, lo que costó el famoso avión presidencial, que rifaron tres veces y que ahí está costando un dineral, va a ser cacahuates comparado con las pérdidas que le van a ocasionar al pueblo de México”, concluyó Guajardo.
Con anterioridad, la Comisión Federal de Competencia (Cofece), uno de los organismos autónomos que tanto repudia la llamada cuarta transformación ya había dado una opinión contraria a la creación de la línea aérea a cargo de las fuerzas armadas y que, de manera simultánea, operen terminales aéreas, tal y como pretende el gobierno federal con Mexicana de Aviación y el Grupo Aeroportuario, Ferroviario y de Servicios Auxiliares Olmeca-Maya-Mexica, S.A. de C.V, empresa del Ejército.
En una reunión previa con diputados, el titular de la Unidad de Planeación, Vinculación y Asuntos de la Cofece, José Nery Pérez Trujillo, señaló: “Existen riesgos a la competencia cuando una aerolínea controla un aeropuerto, lo que se llama estrechamiento de márgenes. Esto es cuando la empresa dueña del aeropuerto puede aumentar o instaurar nuevas tarifas por el uso del aeropuerto que lleve a los competidores en el mercado de transporte aéreo a aumentar sus pasajes o a reducir sus márgenes de ganancia”.