¿La política de austeridad no aplica a los militares?
Miguel Ángel Rivera jueves 20, Abr 2023Clase Política
Miguel Ángel Rivera
Dicen que es de sabios cambiar de opinión y todo indica que el presidente Andrés Manuel López Obrador es un convencido de ello, pero lo malo es que esto también ha dado pie para quienes sostienen que padece el “síndrome de la Chimoltrufia”, pues lo mismo dice una cosa, que otra.
Para no ir más lejos, ayer tuvimos una oportunidad de constatar esa capacidad del primer mandatario de rectificar.
En efecto, durante su conferencia mañanera se le solicitó comentar revelaciones derivadas del hackeo a cuentas de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) por parte de la organización denominada Guacamaya, según las cuales el titular de esa dependencia altamente favorecida por la llamada Cuarta Transformación, Luis Cresencio Sandoval realizó lujosos viajes al extranjero con toda su familia con utilización de aviones oficiales y con la compra de boletos de primera clase en aviones comerciales y otros medios de transporte —incluida la renta de todo un vagón de lujo en Italia—, todo lo cual está proscrito por la política de austeridad impuesta por el presidente López Obrador desde el inicio de su mandato.
Para empezar, el presidente López Obrador indicó que las revelaciones acerca de los lujosos viajes atribuidos al secretario de la Defensa surgieron de la infiltración de cuentas de Internet del Ejército nacional, mismas de las cuales responsabilizó a uno de sus “villanos” favoritos, el dirigente empresarial Claudio X. González.
Sin embargo, el jefe del Ejecutivo no se atrevió a negar que se hubiesen realizado esos fastuosos traslados. Sencillamente, respondió que no estaba enterado.
—¿Son reales esos viajes?, le preguntó la reportera.
—No sé tampoco. No, yo creo que dicen que estuvo 15 días, ¿no? Nunca ha estado el general, o sea, que yo sepa.
—¿Su familia?, insistió la reportera.
—Ah, su familia a lo mejor sí, sí, a lo mejor su familia sí. ¿Y qué? ¿Cuál es el problema?
Enseguida, en vez de censurar los lujos atribuidos a los viajes de vacaciones de la familia del titular de la Sedena, López Obrador aprovechó la oportunidad para repetir sus críticas a sus enemigos favoritos de los medios de comunicación:
—Bueno, ¿y Loret de Mola, o sea; y los Junco, del periódico Reforma, sí; Ealy Ortiz? O sea, que me van a decir: ‘Ah, es que ese es su dinero’. No, no, no, también ese dinero que manejan es dinero público. ¿Qué, no venden protección? ¿Qué, no venden publicidad gubernamental?
—No, pero son otras implicaciones, ¿no? Es el querer manchar, porque la calumnia, cuando no mancha, tizna. Son unos calumniadores y siempre han actuado así.
—Y, lo que está quedando de manifiesto, también que es bueno, que lo celebro, es que tienen buenos seguidores, bastantes seguidores en nuestro país. Muchos, no voy a decir que sean renegados o contrarios al interés nacional o antipatriotas, no, no, no, nada de eso, son proestadounidenses, o sea, les molesta, pues. Pero esto siempre ha sucedido, siempre, siempre ha habido. Bueno, imagínense que a Santa Anna lo apoyaron los conservadores después de que por culpa de él perdimos o nos arrebataron más de la mitad del territorio; acuérdense que Juárez lo traicionaron también conservadores y luego fueron a buscar a Maximiliano, fueron a Miramar a traer a un príncipe para que gobernara México, insistió el jefe del Ejecutivo contra la consabida catilinaria contra “conservadores” y “neoliberales”, con lo cual desvió la atención acerca de lo que se le pregutaba: Si están o no justificadas las lujosas vacaciones del secretario de la Defensa y de su familia.
Claro, tampoco hubo comentario alguno acerca del uso con fines particulares de bienes de la nación, pues según las revelaciones de Guacamaya para esos viajes se utilizaron aviones oficiales y se desplazó a personal de la Sedena.
La 4T calificó de pecados capitales el lujo y la ostentación
Estas declaraciones del Presidente y su negativa a descalificar a su apreciado colaborador, el secretario de la Defensa, contrasta mucho con su pregonada política austeridad, desde antes del arranque de su gobierno, que se reflejó en reformas electorales que prohíben, por ejemplo, que algún funcionario público gane más que el Presidente de la República, el cual puso el ejemplo al recortarse el salario.
Como muestra del cambio de actitud del primer mandatario sirve reproducir una nota aparecida en la página de Internet titulada lopezobrador.org.mx, con fecha 27 de julio de 2022, que dice:
“El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció nuevas medidas de austeridad, que se sumarán a las que ya se implementan, con el objetivo de generar ahorros y destinarlos al pueblo.
“Vamos a buscar la forma de presentar una iniciativa de reforma a la Ley de Austeridad y, si procede, una nueva reforma a la Constitución para dejarlo más claro y que no se preste a las interpretaciones que hicieron en el Poder Judicial. (…) Lo vamos a plantear para que no quedemos nosotros como encubridores. Si en el Poder Legislativo no se aprueba, ya es otra cosa, pero lo voy a hacer en su momento, antes de que termine el gobierno”, explicó.
“En conferencia de prensa matutina, el mandatario detalló que se contempla la reducción de viajes al extranjero y viáticos, de modo que se fomentará el diálogo internacional por vía telefónica o videoconferencias.
“Quiero informarle al pueblo que, desde que estamos en el gobierno, no hemos comprado un vehículo nuevo para funcionarios públicos. La camioneta más nueva que tengo es de 2018, que la compraron antes de que yo llegara, y ya tiene 280 mil kilómetros”, apuntó.
“Adelantó que el jueves de esta semana se reunirá con el gabinete legal a fin de plantear las nuevas medidas.
“Se trata, dijo, de abonar al desarrollo del país en lo que queda de la administración, durante la cual no se ha recurrido a solicitar deuda adicional ni a aumentar impuestos o los precios de los combustibles en términos reales. Los recursos generados financian la implementación de los Programas para el Bienestar.
“La fórmula es sencilla: Cero corrupción y austeridad para liberar fondos al desarrollo, entregar recursos a la gente más necesitada”, enfatizó.
En otra parte, la referida nota establece también:
“La fórmula funciona. Si alguien me pide una recomendación de cómo hacer un buen gobierno, entre otras cosas, algo muy sencillo, pero trascendente: No permitas la corrupción ni los lujos en el gobierno y ahorra. Esos fondos destínalos al pueblo y, si puedes, entrégalos de manera directa, no con intermediarios ni de la llamada sociedad civil, ni del mismo gobierno, sino a cada ciudadano lo que le corresponde por derecho”, aseveró.
Como se aprecia, hay cambios en las opiniones del primer mandatario. Tal vez se trata de aplicar diferentes criterios para distintos personajes.
Vale comparar lo declarado por López Obrador con lo que escribió Ignacio Rodríguez Reyna en la página electrónica de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad en alianza con Fábrica de Periodismo:
“Lejos de los reflectores, sin alardes, los viajes del secretario de la Defensa Nacional (Sedena) son viajes de terciopelo, como se dice en el argot militar: En jets del Ejército, hoteles de alta gama, comidas y cenas en buenos restaurantes, viáticos en suficiencia y visitas a museos y lugares emblemáticos de las ciudades visitadas.
“Pero esos gustos no los disfruta en solitario. El general Sandoval suele viajar acompañado. Varias de las plazas de los jets del Ejército mexicano son ocupadas por su esposa, su hija, su hijo (un alto funcionario federal de inteligencia), su nuera, su pequeña nieta y a veces su consuegra.
“Al secretario de la Defensa Nacional lo acompaña siempre, además, una célula de al menos 10 militares que atiende sus necesidades: Ayudantes de campo, asistentes para él y para su esposa, jefe de seguridad, médico, enfermera, intérprete, además de los efectivos encargados de la avanzada”.
Por otra parte, es de destacar que ayer el Instituto Nacional de Estadística (Inegi) dio a conocer su encuesta periódica acerca del sentimiento de inseguridad que registra la mayor parte de los mexicanos en 75 de las principales ciudades.
De acuerdo con ese estudio, durante el primer trimestre de este año se observó que el 62% de los mexicanos considera que su localidad es insegura. Las mujeres son las que más miedo sienten, 7 de cada 10, mientras que para los hombres la cifra es 5 de cada 10.