Corte echa atrás militarización de la GN; el Presidente enfurece
Roberto Vizcaíno miércoles 19, Abr 2023Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
Se lo advirtieron por todas las vías que eso era inconstitucional. Obstinado, persistente, necio que es el presidente Andrés Manuel López Obrador no escuchó e hizo que sus mayorías legislativas lo aprobaran a la brava, por mayoriteo. Ayer, la Corte se lo echó abajo. Y la Guardia Nacional deberá regresar de la Secretaría de la Defensa a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana y bajo mando civil. Tal como fue aprobado por el Congreso.
Avisado de que eso ocurriría, AMLO hizo rabieta previa en su mañanera de ayer desde donde, amargoso, sentenció:
“La Corte quiere regresar a la época del ‘narco-Estado’”.
Eso cuando no pocos afirman que el ‘narco-Estado’ es justo el que él encabeza.
El revés se lo propinaron por 8 votos a favor de invalidar el traspaso de la Guardia Nacional a la Sedena y 3 en contra.
Una resolución que revela claramente que 3 de los 11 ministros son los que deciden bajo la línea de AMLO. Algo sin sorpresas.
Los 3 son: Arturo Zaldívar, Yasmín Esquivel y Loretta Ortiz Ahlf. Las dos propuestas por AMLO para la Corte.
Los 8 restantes son: Norma Lucía Piña Hernández, Jorge Mario Pardo Rebolledo, Ana Margarita Ríos Farjat, Juan Luis González Alcántara Carrancá, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Alberto Pérez Dayán, Javier Laynez Potisek y Luis María Aguilar Mora.
Fíjense bien esta alineación porque son quienes seguramente deberán pronto decidir qué hacer finalmente con el “plan B”. Y son, sin duda, quienes cargarán con la ira del mandatario en lo que resta del sexenio. Contra quienes no dudará lanzar a sus iracundas, irracionales, incultas huestes chairas. Esas que ya se han presentado a las puertas de la Corte blandiendo machetes o metralletas de juguete, que en un segundo pueden cambiar por armas efectivas, reales.
Ocho ministros de quienes depende en buena medida el futuro de 130 millones de mexicanos y el destino de la Nación. Y no exagero.
Por lo pronto, ayer ellos dieron un severo golpe a la militarización de México impulsada por el tabasqueño.
Severo, el ministro Javier Laynez Potisek consideró que las reformas a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal; de la Ley de la Guardia Nacional; de la Ley Orgánica del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, y de la Ley de Ascensos y Recompensas del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, en materia de Guardia Nacional y Seguridad Pública eran simple y llanamente un “fraude a la Constitución”.
Con esta resolución, para Andrés Manuel López Obrador, la militarización de la GN es caso cerrado. Ya no tiene tiempo para promover un nuevo plan con ese objetivo.
Hace suyo el combate de EU contra Los Chapitos
Como el gladiador ladino, irascible, obstinado que es, el presidente Andrés Manuel López Obrador lanza lo mismo golpes a lo nacional que a lo internacional. Así, ayer profundizó su enojo y confrontación con el gobierno de Joe Biden al acusar al Pentágono, Departamento de Estado y al de Justicia, la DEA y la CIA y todo lo que huela a estadounidense de espiar a su gobierno.
“Vamos a cuidar nuestra información por seguridad nacional, ya tomé esa decisión. Vamos a cuidar la información de la Secretaría de Marina y de Defensa porque estamos siendo objeto de espionaje del Pentágono y muchos medios de información en México están filtrando información que les entrega la DEA”.
En los hechos, AMLO asume así el combate de EU contra el Cártel de Sinaloa y de los “Chapitos” como si fuese en su contra.
AMLO no distingue que no fue el Pentágono sino el fiscal general de EU, Merrick B. Garland, y la directora de la DEA, Anne Milgram, quienes informaron que habían infiltrado al Cártel de Sinaloa y al de los “Chapitos” por considerarlos el eje de la producción, tráfico y distribución de fentanilo en EU. No hacía falta que dijeran que los combatirán directamente porque el gobierno mexicano no hace nada contra estos cárteles.
Monreal no saludará hoy tampoco a AMLO
El escenario está considerado casi como un terreno neutral. La vieja casona de Xicoténcatl es para muchos un sitio cultural, histórico, evocador de lo mejor del Senado de la República. La estatua de Belisario Domínguez es un ícono muy fuerte para la conducta de los actuales senadores.
Les recuerda que deben ser, ante todo, por sobre la vida misma, dignos y libres. Lo que muchos senadores actuales no son ni tienen.
Uno afirma ser ambas cosas. Ese es Ricardo Monreal, quien cada que puede advierte que él es universitario, académico y, por lo tanto, un ser libre, que al concluir su vida política irá a la UNAM.
Ese escenario podría ser el de un encuentro que hoy tampoco se dará, el de AMLO con el zacatecano.
López Obrador ha dicho que no asiste a la entrega de la medalla Belisario Dominguez —en esta ocasión conferida a la escritora Elena Poniatowska— como lo hacían sus antecesores, porque sería confrontado y cuestionado por sus opositores y eso iría contra su investidura.
Ello impedirá el reencuentro del tabasqueño y el zacatecano. Así es la vida. Una oportunidad más que se va.
vizcainoa@gmail.com
www.endirecto.mx
@_RVizcaino
facebook.com/rvizcainoa