“Viajes de terciopelo”
Alberto Vieyra G. miércoles 19, Abr 2023De pe a pa
Alberto Vieyra G.
¿No que el gobierno de AMLO no es igual a los de la era neoliberal? ¿A los generalotes, contratos multimillonarios, y a los soldados rasos, sueldos miserables? ¿El general Luis Cresencio Sandoval será amante de aquella máxima de que los viajes ilustran y el pueblo paga por ellos?
Si viviésemos en una nación de leyes y de riguroso estado de Derecho este sería el momento en el que el titular de la Sedena, Luis Cresencio Sandoval, ya habría sido mandado a la rechintola o por dignidad y vergüenza renunciar a su cargo que lo exhibe como un despilfarrador del erario.
¿Conocerá la dignidad y la vergüenza ese militar, que hoy ha sido colmado de omnipotente poder, pero que en el combate al crimen organizado ha valido para dos cosas..?
De acuerdo con la filtración del grupo Guacamaya y del periodista Ignacio Rodríguez Reyna, de la organización Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, “al secretario de la Defensa Nacional lo acompaña siempre una célula de al menos 10 militares que atiende sus necesidades: ayudantes de campo, asistentes para él y para su esposa, jefes de seguridad, médicos, enfermeras, intérpretes, además de los efectivos encargados de la avanzada”. ¡Cómo reyes!, ¿verdad?
Indignante, por decirlo menos, resulta que el señor general ha realizado costosísimos viajes de terciopelo en compañía de su familia y cuando menos un pelotón de soldados a Europa, Estados Unidos, Rusia, etcétera; viajando en aeronaves de la Fuerza Aérea Mexicana y cuando lo hace en aviones comerciales siempre viajan en primera clase, se hospedan en hoteles de alta gama, sus comidas y cenas son al estilo de la realeza llevando siempre viáticos hasta pa´aventar pa´rriba, para visitar museos, centros nocturnos, lugares paradisíacos y hasta han asistido a espectáculos banales como son partidos de basquetbol y béisbol y todo a costa del erario.
¿A qué le tendrá miedo el general para viajar con mayor seguridad que el Presidente de la República?
El uso de los jets del ejército y el personal de la Sedena, nos habla del uso de recursos públicos de un gobierno que se dice austero o franciscano hasta la pared de enfrente y que presume de que “no, no, nos confundan, no somos iguales que los anteriores”.
Y eso de que “no somos iguales”, seguramente don Luis Crescencio Sandoval tendrá que explicarlo ante el pleno de la Cámara de Diputados o por lo menos ante la Comisión de Defensa y de Comunicaciones y la Cámara Baja, ante las cuales quedará muy mal parado.
El general, como ocurre casi siempre con otros generalotes, se ha mostrado reacio y altanero para comparecer ante los legisladores y no hace mucho les canceló dicha comparecencia, argumentando que un diputado de Movimiento Ciudadano se había dirigido a él a través de una carta de manera impropia, lo cual resultó totalmente absurdo porque la carta del legislador era como mandan los cánones del respeto. Después, Luis Cresencio Sandoval citó a los diputados de la Comisión de Defensa en el Campo Militar Número Uno y de lo ahí tratado trascendió muy poco. ¿El general de los viajes de terciopelo será amante de los gobiernos opacos, que no quieren rendir cuentas ante el pueblo de los recursos públicos y que de por ley deben hacerlo?
Ya hubo una marcha de militares inconformes y para el mes de mayo se anuncia otra megamarcha en 100 ciudades de la República en la que los militares protestarán para exigir mejoras salariales, pero sobre todo que sean tratados con dignidad humana, ya que el Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas les ha dado todo el poder a los generalotes para manejar aeropuertos, aduanas, cárceles migratorias, Tren Maya, Bosque de Chapultepec y tal y tal.
¿Estaremos en vísperas de una de esas históricas asonadas o pronunciamientos militares?