Hipocresía opositora
Freddy Sánchez jueves 13, Abr 2023Precios y desprecios
Freddy Sánchez
Quitarle facultades al Trife para que no afecte sus propios intereses…
Eso sí amerita el apoyo de la oposición a una reforma constitucional promovida al mismo tiempo por Morena.
O sea, que las modificaciones a la Carta Magna, sean las que fueren, recibirían el apoyo opositor en la medida que sus respectivos institutos políticos se beneficien de los cambios.
Como si aquello que tanto le critican al presidente al decir que lo que ha hecho o pretende hacer con la Constitución es una arbitraria manipulación en beneficio de su partido en lo que jamás estarán de acuerdo, sería distinto teniendo “su propia rebanada del pastel”.
Porque la defensa de la democracia y de las instituciones encargadas de protegerla valen un “reverendo cacahuate” cuando se trata de obtener prebendas políticas partidistas y en el reparto de los privilegios a la oposición le toca “su buena tajada”.
Una conclusión a la que se podría llegar habida cuenta del doble rasero de los partidos de oposición para apoyar o no apoyar cambios a la constitución.
Lo que no pocos parecen estar viendo al expresar un rotundo rechazo a la actitud opositora de avalar una reforma constitucional que le reste facultades al Tribunal Federal Electoral.
Y es que sorpresivamente Morena y los partidos del PRI, PAN y PRD supuestamente cerrarían filas para modificar la letra de la ley suprema con la expresa voluntad de limitar facultades de los magistrados del Trife en distintos asuntos en los que los partidos de oposición y los morenistas y su aliados quieren actuar con absoluta libertad sin injerencia alguna de las autoridades electorales.
El mandato legal para que la presidencia del INE estuviera en manos de una mujer y la cancelación de algunas candidaturas a puestos de elección popular, amén de otras decisiones del Trife sobre la legalidad de ciertas decisiones tomadas en los partidos políticos, es lo que aparentemente irritó a los dirigentes partidistas afectados y por lo se proponen evitar que lo mismo se repita en el futuro. De ahí, la intención conjunta de recurrir a una reforma a la Constitución.
Y como consecuencia de ello, el inesperado acuerdo reformador entre Morena y sus adversarios políticos, (confrontados en diferendos constitucionales notoriamente), provocó un sinfín de suspicacias poniendo en duda la congruencia de la oposición.
Sobre todo, por el hecho de que el PRIANPRD se alineó con una parte de la sociedad civil para externar su rotundo rechazo a las reformas constitucionales y cambios en leyes secundarias que se han traducido en restarle capacidad operativa al Instituto Nacional Electoral.
En ese sentido, es de imaginarse el desagrado de quienes no entienden cómo es que la oposición que aparentemente defiende al INE se ha mostrado tolerante y dispuesta a lo que sería prácticamente “pegarle” al Trife.
Porque aun si fuera apropiado que el Tribunal Federal Electoral tuviera menos poder de decisión en algunos asuntos electorales relacionados directamente con los partidos políticos, parece obvio que no es el mejor momento para hacer reformas constitucionales.
Dos dichos al respecto: “Más vale malo por conocido que bueno por conocer” y “el remedio puede salir peor que la enfermedad”.
Y de ahí que haya quienes vean en la “fraternización” de la oposición con Morena para reformar las constitución un acto de hipocresía opositora.