La tragedia de Ciudad Juárez, resultado de la imposición del “amigou” Trump
Miguel Ángel Rivera miércoles 29, Mar 2023Clase Política
Miguel Ángel Rivera
Como en otros aspectos de la relación bilateral, el grave problema de los migrantes que desean llegar a los Estados Unidos, los problemas recaen sobre nuestro país, a pesar de que esencialmente es asunto de la vecina potencia del norte.
Esto se comprobó con la tragedia ocurrida la noche del reciente lunes en Ciudad Juárez, en donde murieron al menos 40 migrantes, durante un incendio ocurrido en un centro de reclusión establecido en territorio mexicano.
Aunque oficialmente no se ha admitido por parte del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, el hecho es que desde la administración del “amigou” Donald Trump, se le ha impuesto a México la responsabilidad de contener a los miles de migrantes que procedentes de prácticamente de todo el mundo, pero en especial los originarios de centro, Sudamérica y el Caribe, que desean llegar a la Unión Americana.
Por una parte, las fuerzas armadas y las policías mexicanas fueron obligadas a contener a los migrantes que llegan a nuestra frontera sur con la intención de cruzar territorio nacional hasta llegar a los Estados Unidos. La otra parte consiste en recibir a los migrantes que logran llegar hasta algún punto de la Unión Americana, pero que no son admitidos de inmediato en esa nación. Mientras son recibidos por las autoridades de migración de los EU, se les obliga a permanecer en territorio mexicano, aunque ni ellos lo desean ni tampoco nuestro país tiene las condiciones para darles un alojamiento adecuado.
Claro, la anterior administración de los Estados Unidos, encabezadas por Donald Trump, impuso las obligaciones, pero no aportó recursos para atender a los migrantes y, además, se ahorró el gasto de deportarlos a sus lugares de origen. Su sucesor, el actual presidente Joe Biden, desde su campaña, se manifestó contrario a ese programa, conocido como “Permanece en México” o “Remain in Mexico”, pero no ha encontrado la forma de sustituirlo por otro mecanismo que sea aceptado por sus conciudadanos.
La falta de recursos y de instalaciones adecuadas se comprobó con la tragedia de Ciudad Juárez, pues las instalaciones donde eran recluidos resultaban bastante deficientes, al grado de generar una respuesta violenta de parte de los “acogidos” por nuestro gobierno.
Esto lo confirmó el presidente López Obrador al confirmar y lamentar el siniestro. En su mañanera de ayer manifestó:
“Esto tuvo que ver con una protesta que ellos iniciaron a partir, suponemos, de que se enteraron que iban a ser deportados, movilizados y como protesta en la puerta del albergue pusieron colchonetas del albergue y les prendieron fuego y no imaginaron que esto iba a causar esta terrible desgracia.
“Está allá el director de Migración, desde luego de todas las autoridades que tienen que ver con estos hechos y desde luego la Fiscalía General de la República para proceder legalmente.
“Lo que sabemos hasta ahora es que son migrantes de Centroamérica fundamentalmente y algunos de Venezuela los que estaban en ese albergue. No sabemos todavía exactamente los nombres y la nacionalidad de los que lamentablemente perdieron la vida. Pues muy triste que esto suceda”, remató el primer mandatario.
“Nunca he visto a nadie doblarse así”, dijo Trump
al imponer su programa anti inmigrante
Además de la pesada carga material de atender a los miles de personas procedentes de prácticamente todas partes del mundo, el gobierno del presidente López Obrador ha tenido que soportar la vergüenza de ser desprestigiado en los medios de comunicación internacionales.
En el aspecto material, este programa, de acuerdo con cifras del Comité Internacional de Rescate, podría haber afectado a unas 75,000 personas desde el año 2019 que se puso en marcha, la mayoría de ellas migrantes haitianos y venezolanos que huyen de la pobreza y la inseguridad extrema.
Lo peor para las autoridades nacionales es que Trump y algunos de sus colaboradores, como el ex secretario de Estado Mike Pompeo han exhibido la incapacidad de la actual administración mexicana para resistir las presiones.
En un discurso de campaña para tratar de volver a la Casa Blanca, el pasado 28 de enero, Trump recordó y presumió las presiones al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, con lo cual lo obligó aceptar el controvertido plan migrante Quédate en México.
En un discurso en el estado de Nuevo Hampshire, Trump presumió las presiones a las que supuestamente sometió a López Obrador para aceptar el programa que obligaba a migrantes y refugiados a permanecer en México mientras se resolvían sus peticiones de asilo.
En particular recordó que amenazó con aplicar aranceles a todas las importaciones mexicanas si no cumplía con dos condiciones: aceptar el programa Quédate en México y usar a miembros de las fuerzas de seguridad para frenar a los migrantes en su camino al norte.
Con unos días de diferencia apareció el libro de memorias Never give an inch. Fighting for the America I Love, del ex secretario de Estado Mike Pompeo en el cual confirma que el gobierno de López Obrador fue sometido por Trump, pero pidió que el “acuerdo” permaneciera en secreto.
Pompeo reveló que las negociaciones empezaron con el actual secretario mexicano de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, en noviembre de 2018, días antes de que López Obrador asumiera la titularidad del Poder Ejecutivo y señaló que el gobierno mexicano “era libre de quejarse de nuestra política y de fingir que no la había suscrito”.
“Marcelo, este es el trato: Si en 14 días el Departamento de Estado y el de Seguridad Nacional no pueden regresar a México a casi todos los solicitantes de asilo, vamos a cerrar por completo la frontera mexicana. Puedes decirle a tu jefe que llame al presidente (Trump), él sabe que te estoy haciendo llegar este mensaje. Pero fue muy claro. 14 días o nada”, reveló Pompeo.
“Marcelo hizo lo que todo buen diplomático hace en esta situación: Prometió que se lo plantearía a su jefe, pero advirtió que no funcionaría”, añadió Pompeo, quien le advirtió a Ebrard:
“Marcelo, no necesitamos tu permiso para hacer esto. Queremos que sea cooperativo, pero no es un requisito”. Ebrard, según Pompeo, preguntó si el gobierno mexicano podía decir que se oponía, sin reconocer ningún acuerdo.
“Me importa un bledo. Lo que sea que te ayude a nivel interno, eso depende de ti”, escribió Pompeo, que fue su respuesta.
El actual presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, hizo campaña con la promesa de que su administración pondría fin a las “perjudiciales políticas de asilo” del ex presidente Trump en los primeros 100 días y en junio de 2021, puso fin oficialmente a “Quédate en México”. Pero apenas medio año después, en diciembre de 2021, anunció que se veía obligado a reiniciar el programa debido a una orden judicial federal, pero que lo haría con “mejoras”.
Promesas incumplidas, como lo demuestra la tragedia de Ciudad Juárez.
A pesar de que se invalidó el “plan B”,
Jacobo Molina, deja su cargo en el INE
“He cumplido mi ciclo para servir al INE y a la democracia mexicana”, afirmó Edmundo Jacobo Molina al dar a conocer su renuncia al cargo de secretario ejecutivo del Instituto Nacional Electoral, el cual había perdido temporalmente al entrar en vigor la reforma electoral -conocida como “plan B”- promovida por el presidente López Obrador.
En conferencia de prensa en la que hizo el anuncio, en un gesto de poner de manifiesto que no está aferrado al cargo, Jacobo Molina expresó su agradecimiento en particular al presidente del Instituto, con quien saldrá la misma fecha, el venidero 3 de abril.
El todavía funcionario del INE indicó que “llegó el momento” de dejar su cargo en el que había sido reinstalado tras haber obtenido la suspensión del “plan B” y aseguró que ese recurso judicial no tenía como fin perpetuarse en el cargo, sino defender la democracia.
“Con mi renuncia respondo a los mexicanos que me han respaldado, soy uno más entre millones dispuesto a defender la democracia”, afirmó.
Señaló que a pesar de haber ganado el amparo, ese mismo hecho “constituye un impedimento -desde mi punto de vista- para continuar desempeñando con discreción y eficacia las actividades propias de la Secretaría Ejecutiva”.
“Mi compromiso con el INE es defender un patrimonio que hemos construido todos en más de tres décadas. He velado por la autonomía e imparcialidad y continuaré con esa actitud en otros espacios”, aseguró.