Puebla, entre tres aspirantes
Ramón Zurita Sahagún miércoles 22, Mar 2023De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Un cambio radical sufrió la política poblana con la muerte de su gobernador en funciones, Luis Miguel Barbosa, lo que alteró en forma drástica la sucesión del propio mandatario.
Barbosa un político de tiempo completo tenía absolutamente dominado el escenario político, por el que empezaron a correr algunas de sus cartas hacia la nominación del candidato o candidata que competirá con los colores de Morena el año próximo.
El gobernante traía su propia baraja con cartas principales que usaba en forma mesurada como carnada para mostrar su dominio político.
Algunas de esas cartas se fueron gastando e inició el desdoblamiento de otras opciones.
Durante su gobierno estaba totalmente descartada la posibilidad de que alguno de los dos aspirantes que representan al estado en el Congreso de la Unión, tuviese la más mínima posibilidad de entrar en la competencia.
Ignacio Mier, coordinador de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados y su primo Alejandro Armenta, presidente del Senado de la República, intentaron una y otra vez colarse a la sucesión y fueron frenados por el entonces gobernador Barbosa.
En el caso de Mier, uno de sus principales operadores, el periodista Arturo Rueda, fue detenido bajo cargos de extorsión y se aplicó una feroz persecución contra Mier, la que pudo eludir una y otra vez, aunque Barbosa lo mantenía lejos y sin brillo en el estado.
En el caso de Armenta, apenas iniciaba su cargo de presidente del Senado y aunque había logrado recomponer la relación con el gobernador Barbosa, éste prefería mantenerlo lejos.
La muerte del gobernador vino a recomponer las posibilidades de los primos para competir por la candidatura al gobierno del estado.
Ignacio Mier aprovechó la ausencia de Barbosa para mostrarse abiertamente como aspirante y hasta mandó tapizar la entrada y salida de la capital del estado con propaganda suya distribuida en sendos espectaculares. Armenta es un poco más lento, aunque explora todos los terrenos, por si su primo es candidato de Morena, él buscaría alternativas distintas.
Ambos, Armenta y Mier provienen del priismo y abandonaron el partido cuando la nave empezó a hacer agua.
Son familia, pero no transitan por la misma ruta y ni siquiera mantienen una relación tersa, Mier saltó a la palestra política proveniente del grupo Universidad que encabezaba el entonces rector Enrique Doger, Armenta creció políticamente de la mano del góber “precioso”, Mario Marín.
Los dos viven su momento de gloria política, ya que, aparentemente, no tiene barreras, ni paredes que le impidan circular afanosamente por la entidad, aunque el actual gobernador, Sergio Salomón Céspedes, los ve simplemente con indiferencia y prepara al prospecto que podría enfrentarlos en una batalla interna. Se trata del secretario de Gobierno, Julio Miguel Huerta, a quien pretenden hacer crecer y convertirlo en candidato de Morena, para continuar con el proyecto que dejó inconcluso el fallecido gobernador Luis Miguel Barbosa.
Con pocos amarres en los altos mandos de Morena, los dos primos, Armenta y Mier, decidieron apostar por la misma “corcholata” en la sucesión presidencial y pusieron todos sus huevos en la canasta del secretario de Gobernación, Adán Augusto López, quien cobija a ambos. Sin embargo, no tienen mucho de qué preocuparse, ya que Puebla se mantiene como una de las entidades en las que parece que no habrá una difícil batalla electoral, pues los opositores no encuentran un aspirante que pueda disputar abiertamente el voto ciudadano en junio del año próximo.
Eduardo Rivera, alcalde de Puebla es uno de los mejores posicionados, aunque su propio partido (PAN) lo ve con desconfianza.
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Arturo Zamora, quien se desempeñó como alcalde de Zapopan y senador, renunció al PRI y se mantendrá dentro de la policía como ciudadano. Zamora que fue candidato a gobernador de Jalisco en 2006 aparecía como la carta fuerte del partido tricolor para los comicios del año próximo.