Otro Maximato
Alberto Vieyra G. viernes 17, Mar 2023De pe a pa
Alberto Vieyra G.
“Efectivamente, aquí en el Castillo de Chapultepec vive el señor Presidente, pero el que manda vive allá enfrente”.
Eso rezaba el chistorete político acuñado por el vulgo, después de que Plutarco Elías Calles terminó su encargo presidencial el 30 de noviembre de 1928. Sí, el general Calles tenía su casa en la colonia Anzures frente a la residencia presidencial y desde ahí ejercía un ponzoñoso Maximato, es decir que se convirtió en el poder tras el trono, pues los presidentes Emilio Portes Gil y Pascual Ortiz Rubio estaban solamente de parapeto en el Castillo de Chapultepec.
Ese ponzoñoso Maximato terminaría después de que el general Lázaro Cárdenas del Río inició la era sexenal en 1934, estrenando como residencia oficial Los Pinos. Cárdenas debía sacudirse la sombra del Maximato y para ello le dio una sacudida al árbol callista con más de 5 muertos en una balacera en la antigua Cámara de Diputados en Donceles, en la capital de la República. El general Calles fue apresado en su hacienda de Texcoco y enviado al exilio a los Estados Unidos. Con ello terminaba aquel odioso Maximato.
¿Por qué hago historia? Mire usted.
Casi un siglo después, Andrés Manuel López Obrador está convertido ya en otro odioso Maximato. Desde ahora y cuando faltan todavía 18 largos meses, todo parece indicar que no se ira a La Chingada, sí, a su rancho que así se llama, sino que permanecerá muy cerca de Palacio Nacional para tronar el chicote a quien le suceda en el cargo, pues desde ahora ya comenzó a dar órdenes a su sucesor o sucesora exigiéndole completar lo que él llama demagógicamente la Cuarta Transformación y acabar con todas las instituciones autónomas como el INAI, el Inegi, la Cofece, la CNDH y fundamentalmente el INE, que legalizó su Presidencia en 2018, pero ahora es una institución que le estorba como todas las demás porque son instituciones que representan un contrapeso contra el ponzoñoso presidencialismo y con el adelanto que ya nos da AMLO, nos esta anunciando que continuará la dictadura de un sólo hombre en México, al más puro estilo de Santa Anna.
Aquí entre nos: ¿Usted nota alguna transformación en México?, ¿Cuál? ¿Será la transformación del jarabe de pico o del atolito con el dedo con más de 101 mil mentiras? ¿Será que esa transformación es la del cangrejo y no la que ve adelante para acabar con la catástrofe de catástrofes que vive la República Mexicana, de la que AMLO culpa a todos los gobiernos que le antecedieron, pero particularmente al de Felipe Calderón?
Si es la catástrofe de “los abrazos, no balazos” que deja ya una macabra factura de 140 mil asesinatos dolosos en lo que va de este régimen amlista, la culpa la tiene Felipe Calderón; si son los miles y miles de feminicidios en México, a razón de 10 por día la culpa la tiene Felipe Calderón; si es la catástrofe de salud pública con un maldito desabasto de medicamentos en los hospitales públicos del país, también la culpa es de Felipe; si tenemos una catástrofe educativa, también es culpa de Jelipe; si no se pudo en este aberrante régimen con un animalote llamado crimen organizado, la culpa es de Felipe Calderón, de los conservadores y de García Luna; si se hacen obras emblemáticas que no sirven como el Felipe Ángeles y se cancela el Aeropuerto de Texcoco con pérdidas millonarias de los mexicanos, la culpa también la tiene Felipe Calderón y si todo en la República camina como el cangrejo, pues de todo tiene la culpa Felipe Calderón; si reaparece el chupacabras salinista, la culpa también es de Felipe Calderón y si a la Pantera Rosa le salió el callo número 3 de la cuarta sección, la culpa también la tiene Felipe, pero como dijeran los rancheros de mi pueblo “Jelipe, que Dios te perdone”.
Toral resulta la próxima elección presidencial para evitar que regresen a México el ponzoñoso Maximato. ¿O no, mi Lic.?