Enrique de la Madrid: “Yo también”
¬ Arturo Ríos Ruiz miércoles 15, Mar 2023Centro..!
Arturo Ríos Ruiz
- En encuesta, lo aprueban
- El apellido puede afectarlo
En camino a la sucesión presidencial, en esta ocasión, echemos un ojo al PRI, al que sus mismos exponentes lo hicieron trizas. El actual dirigente, prepara la pala para enterrarlo por pésima gestión. Parece que lo colocaron para ese propósito.
Enrique De la Madrid es favorito aspirante por el PRI para 2024, según encuesta de México Elige, que presentó su más reciente valoración sobre los posibles aspirantes a la presidencia de la República de cada partido.
En el campo del PRI, Enrique de la Madrid Cordero mantiene la delantera que ha conservado desde hace un año. Actualmente, registra su pico más alto con 26% de las preferencias, seguido por Claudia Ruiz Massieu, con el 19.2%.
Beatriz Paredes, que ha dado a conocer su interés con la misma aspiración, no pintó en la medición mencionada. Existe total escasez de figuras tricolores que llamen la atención, lo que revela su decadencia como instituto político.
De la Madrid fue secretario de Turismo y para redondear sus actividades ha sido articulista de Reforma y Milenio, de los diarios de la Organización Editorial Mexicana. Es columnista de El Universal, y participa con comentarios en radio.
Nació el 1 de octubre, tiene 61 años, es el segundo hijo de Miguel de la Madrid Hurtado, ex presidente de México. Es Licenciado en Derecho egresado de la UNAM y, tiene una Maestría en Administración Pública de la Universidad de Harvard.
Es el único descendiente del ex mandatario que desde joven se interesó en la política; en los eventos oficiales del ex presidente, asistía con discreción y se confundía entre la asistencia sin protagonismos.
Es un elemento serio, decente, preparado, inteligente y formal, respetuoso y buen talante que cae bien por su aceptable presencia; aunque eso no lo es todo para un triunfo seguro. En política, la cuestión no es nada fácil.
Desde nuestro punto de vista, su mayor escollo es ser hijo de quien es, que durante su mandato enfrentó dos problemas de alta envergadura que la memoria podría acarrearle en su contra.
1.- El 30 de mayo de 1984, Manuel Buendía Téllez-Girón, el periodista más leído e influyente del siglo pasado fue asesinado al salir de su oficina, ubicada en Paseo de la Reforma e Insurgentes. Autor de la columna “Red Privada” de Excélsior.
Entre la maremágnum de opiniones sobre el crimen, se manejó la posible maquinación del actual secretario de la Comisión Federal de Electricidad, Manuel Bartlett, que era titular de Gobernación y fue encarcelado Antonio Zorrilla Pérez, entonces titular de la Dirección Federal de Seguridad, dependiente del poblano. El hilo más delgado.
2.- El otro asunto fue la aparición de Rafael Caro Quintero, quien él y su banda portaban credenciales oficiales firmadas por Zorrilla Pérez, redondeando las sospechas de los mismos funcionarios, cuyo jefe máximo era Miguel de la Madrid.
Tengamos seguro que sus mismo partido habrá filtraciones por parte de quienes le disputen el cometido y sus opositores, serán mucho más rudos con él.