Fundamentalismo yanqui
Alberto Vieyra G. martes 14, Mar 2023De pe a pa
Alberto Vieyra G.
¿México es un narco-Estado? ¿Desde cuándo, desde que México fue proveedor de drogas de Estados Unidos para la Segunda Guerra Mundial?
El senador republicano Lindsey Graham debe tener los pelos de la burra y quizá también la burra en la mano, sobre esa acusación que formulo después de que Andrés Manuel López Obrador tachó a congresistas republicanos de “mequetrefes, groseros, corruptos e intervencionistas” de que México es un narco-Estado.
¿Ese narco-Estado existe actualmente, después de que AMLO ha estado hasta en 3 ocasiones en el llamado triángulo dorado del narco y hasta saludó a la mamá del El Chapo? ¿Qué pruebas tendrá el republicano o solamente es parte del lodazal que republicanos están lanzando contra México al iniciar la campaña electoral para reelegir al populista y racista Donald Trump, quien tildó en la campaña electoral a los mexicanos de ser “la basura del mundo”? ¿Sabrá el deslenguado congresista yanqui que en Estados Unidos existen poco más de 40 millones de mexicanos de los cuales más de la mitad pueden votar y hacer la diferencia en las próximas elecciones presidenciales y que silenciosamente llevan a cabo una reconquista de los territorios que EU nos arrebató en 1848 y que esa bienaventurada mano de obra mexicana ha sido pilar en la construcción económica de Estados Unidos? ¿Qué pasaría si ese número de votantes le aplican la tartamuda al partido republicano en 2024?
La respuesta de AMLO enfureció a los gringos, sobre todo a los fundamentalistas y racistas al llamar a una campaña para que los mexicanos castiguen en las urnas a los pecosos republicanos que buscan, mediante el lodo, hacer ver a México ante el mundo como una nación en la que los cárteles criminales de la droga han sentado sus reales y por ello le llaman un narco-Estado.
La amenaza de AMLO es a todas luces también intervencionista en los asuntos político-electorales de los EU y un pleito de esa naturaleza no conducirá a México a buen puerto, aunque el presunto nacionalismo y fundamentalismo del peje es también de carácter electorero, pues envuelto en la bandera de ese supuesto nacionalismo, endulza los oídos de su “pueblo bueno y sabio” para que en las elecciones presidenciales mexicanas de 2024, refrenden su voto por Morena y hasta por una hipotética reelección presidencial de AMLO.
Así las cosas, el lodo yanqui se dejará sentir acá y el lodo de AMLO se dejará sentir allá, pues como él advierte “¡a México se les respeta… cabrones!”, lo último se lo agrega este átomo de la comunicación, algo que causa chunga entre los fundamentalistas republicanos, pero los sencillos habitantes de México no podemos pasar por alto que los compatriotas que radican en los Estados Unidos y que de aquí se fueron porque los gobiernos de todos los sabores y colores no les dieron el tan anhelado bienestar familiar, son pilares fundamentales de la economía y el crecimiento yanqui.
Mientras exista en las democracias la podredumbre, decadencia y la falta de una nueva cultura política basada en el respeto y no en el lodo y la mentira, seguiremos viendo a una sociedad norteamericana dividida, racista y en plena decadencia que por cierto no ha cambiado mucho desde que en esos territorios aztecas se instalaron los fundamentalistas republicanos llegados de Inglaterra a partir de 1840.
Ese diabólico fundamentalismo yanqui ha dejado una macabra factura de mexicanos que han sido víctimas de ese fundamentalismo, incluyendo una guerrita en 1915 y una guerrota comercial ganada en 1829, por burros y mulas mexicanas. La reconquista del territorio azteca es silenciosa y el día en que los gringos se den cuenta de ello, ese diabólico fundamentalismo volverá a ser macabro. Por ahora, es puro lodo electorero.