Violencia sexual contra migrantes, uno de los grandes retos en México y CA
Nacional lunes 13, Mar 2023
- Realidad de las mujeres en la ruta hacia Estados Unidos
Mujeres migrantes que vienen desde Honduras, El Salvador, Guatemala, y que deben atravesar los 5,000 kilómetros de México para llegar a la frontera norte con la esperanza de llegar a Estados Unidos, tienen que enfrentar hambre y violencia sexual.
Ser violadas es para algunas el precio del pasaje. A la agresión se suma que, por su carácter de migrantes irregulares, no son atendidas en los hospitales públicos y dependen de las organizaciones para conseguir un anticonceptivo o algo tan básico como apoyo psicológico. La ONG Médicos Sin Fronteras identifica la violencia sexual en las rutas migratorias como uno de los grandes retos pendientes de la región. El año pasado atendieron 61 casos directos por agresión sexual y más de 3,200 por consultas sobre salud sexual y reproductiva.
El primer obstáculo empieza en la puerta, explica Elena Vargas, médica nicaragüense, establecida en México: “Ya desde ahí, abres la boca, el guardia de seguridad del centro médico escucha que eres extranjero y adiós. Rechazo completo”.
Las que consiguen avanzar se encuentran con los encargados de los archivos, que deben abrir el expediente y dar turno, “muy pocos están sensibilizados y formados lo suficiente para saber que las migrantes también tienen derecho a los servicios médicos”. El último paso es el personal médico, donde suelen recibir una atención “deficiente, por decir lo mínimo”.
Vargas, que se exilió de Nicaragua tras las protestas de 2018, explica que la violencia sexual se ha convertido en uno de los problemas más palpables que afectan a las mujeres migrantes.
Médicos Sin Fronteras se encarga de ayudar con la parte médica, desde el acceso a las pastillas necesarias y a las consultas psicológicas, hasta referirlas a centros donde puedan tener acceso a los servicios.
De estos, hay muy pocos. Vargas nombra que en Ciudad de México sólo cuentan con una clínica pública de referencia, en la colonia Condesa, “donde tienen las puertas abiertas para los migrantes, pero es algo muy excepcional”. Además, suelen acompañar a las migrantes a navegar en el sistema de salud.
En otros casos recurren a trabajadores sociales e intérpretes -para mujeres que hablan francés, portugués o criollo haitiano- para acompañar a las migrantes en el sistema de salud. “¿Pero cuántas personas pueden tener acceso a ese acompañamiento? Son muchísimos migrantes. Tenemos recursos limitados, necesitamos una respuesta del Estado, no que esto quede en manos de las ONG, y de la sociedad civil”, señala.
Un informe del Instituto Nacional de Salud Pública, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Universidad de la Ciudad de México afirma que un 29% de los migrantes son víctimas de violencia física, psicológica o sexual. La mayoría de los abusos quedan impunes. El temor a ser repatriados y la desconfianza en las autoridades provocan que solo se denuncie uno de cada 10 casos, asegura esta investigación de 2021. En total, Médicos Sin Fronteras atendió a 24,600 migrantes entre Honduras, Guatemala y México.