El poder económico de Elon Musk
¬ Luis Ángel García viernes 3, Mar 2023Por la Derecha..!
Luis Ángel García
Es pública la animadversión que tiene el Presidente hacia el sector empresarial nacional y extranjero. Los responsabiliza de la expoliación del pueblo, sobre todo en la mal llamada época neoliberal. A los emprendedores locales los ha perseguido, exhibido y estigmatizado un día sí y otro también. Desde el inicio del sexenio realizó una cacería de brujas fiscal que le permitió una recaudación multimillonaria, pero busca nuevas formas de sacarles más dinero. El caso de Walmart y de Ricardo Salinas Pliego es ejemplo de ello. En plena pandemia, prefirió que cerraran pequeñas y medianas industrias y comercios antes que diferir el pago de impuestos a los emprendedores, lo que representó la pérdida de más de un millón de empleos por año.
Pero eso sí, cada que puede busca formas ingeniosas de extorsionarlos, como lo hizo con la rifa que no fue rifa del avión presidencial o las famosas cenas con tamales para un grupo selecto de inversores para sablearlos. Opositor a los capitales extranjeros, echó abajo la instalación de una cervecera en Mexicali que crearía miles de empleos, con el pretexto de la falta de agua en la región; mediante populista y desdeñada “consulta pública”, un puñado de cachanillas impidieron la construcción de la planta de Constellation Brands, parte de una inversión total de 5 mil quinientos millones dólares.
El mandatario mexicano también se opuso a las inversiones extranjeras -americanas y canadienses- en la generación de energías limpias, lo que ha provocado la inconformidad de nuestros socios comerciales e incluso recurrirán a los paneles internacionales, donde México tendrá que pagar indemnizaciones supermillonarias. Pero el chauvinismo trasnochado de la 4T se aferra al consumo de combustibles fósiles. Los españoles tampoco ven la suya, cuando han tenido que cerrar plantas por falta de energía por cortes de la CFE o el encarecimiento del suministro.
Pero la buena suerte del Presidente para imponer sus caprichos no iba a durar todo el sexenio. Acostumbrado a ningunear al malvado empresariado, rechazar los llamados de congresistas e imponer su criterio a los propios gobiernos extranjeros, pensó que con el hombre más rico del mundo podría hacer lo mismo. Ahora se equivocó. El dueño de Tesla y de Twitter anunció su intención de invertir diez mil millones de dólares en México y establecer una gigafábrica de autos eléctricos de nueva generación, la más grande del mundo, en Nuevo León. De inmediato saltó el Presidente y estuvo a punto de echar por tierra meses de negociaciones y estudios de factibilidad por un capricho y falsos argumentos, al decir que no permitiría la instalación de la planta porque no había agua en Monterrey, cuando los nuevos procesos automotrices no requieren de grandes cantidades del vital líquido, además de que operan con agua tratada.
El desliz presidencial pudo haber cancelado la operación, ya que Musk rechazó la imposición de los lugares donde deseaba invertir y amenazó con llevar su dinero a Indonesia o a Texas. Finalmente, recularon en Palacio Nacional y aunque no se conoce el contenido de las conversaciones con el hombre más rico del mundo, se anunció en el Investor Day Tesla, el inicio de la construcción de la gigafábrica en Santa Catarina, Nuevo León. Miles de empleos se abrirán con la construcción de esta mega obra. No sólo de trabajadores y obreros, sino de gente de alta especialidad como los ingenieros en sistemas y carreras afines.
La 4T no pudo con el empresario que no cree en las energías fósiles, a las que quiere eliminar, y pasar no sólo a la electrificación del parque automovilístico, sino también en barcos y aviones. Adiós a la gasolina. Esperemos que esta lección le permita al régimen de la 4T reconsiderar su percepción de la importancia de las inversiones privadas.