El discurso opositor, ¿cuál?
¬ Augusto Corro jueves 2, Mar 2023Punto por punto
Augusto Corro
Es posible que la oposición política se tarde mucho tiempo en conseguir a un líder que la represente. Quienes quieren aprovechar ese vacío son personajes de la vieja guardia que poco o nada tienen qué ofrecer. ¿De qué sirven las relumbrantes manifestaciones públicas de los inconformes?
El doctor Lorenzo Meye declaró, en una entrevista a los periodistas Alejandro Varela y Álvaro Delgado, que “pese a la fuerza mostrada por la oposición este domingo, no hay liderazgos visibles que puedan capitalizar un proyecto de nación distinto al del oficialismo con miras en la elección presidencial de 2024”.
También dijo que en la oposición no existe “un liderazgo que despierte la emoción, que sea capaz de despertar la utopía de un país realmente distinto, envolverla en un proyecto creíble y decir a esto vamos”.
De lo anterior surge también el planteamiento sobre que debería ser lo primero: ¿el proyecto o el candidato? En cualquiera de los dos renglones, la oposición sigue sumida en la incertidumbre con espacios vacíos que ocupan los “grillos” de siempre, convertidos en líderes gastados, por decir lo menos, en quienes nadie cree.
El tiempo avanza incontenible y en los partidos opositores a los dirigentes están perdidos en múltiples minucias. Les importa más mantener a sus organizaciones políticas en la mediocridad que buscar proyectos que estimulen a la población a acudir a las urnas. ¿Quién se siente movido a apoyar a Vicente Fox, Felipe Calderón, Santiago Creel, Marko Cortés, Alejandro Moreno o Jesús Zambrano?
Basta con ver en que condiciones tienen a sus institutos políticos tras la derrota que sufrieron en 2018 cuando arribó al poder el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). A partir de esa fecha, la oposición se encuentra en la lona sólo de vez en cuando se nota su presencia, principalmente en las marchas y concentraciones, en la que se protesta, sin conocer la causa real de la inconformidad.
Los dirigentes tendrán que ponerse las pilas en estos meses en los que se intensificará la lucha en las contiendas electorales. La oposición ya sabe que únicamente una unidad podrá enfrentar a Morena, el partido en el poder. ¿Pero qué ocurriría si esa débil alianza política se rompe? ¿Qué medidas se tomarían en caso de que Alejandro Moreno, el líder priista, vuelva a traicionar a la coalición?
Nos referimos a la alianza Va por México integrada por PAN, PRI y PRD que se unieron para enfrentar en las líneas legislativas y electorales para luchar contra Morena, para empezar, en dos escenarios: Coahuila y Estado de México (Edomex), en donde habrá cambio de gobierno. En la primera entidad, los priistas, es decir la coalición, podría llevarse el triunfo. En el Edomex, la organización tricolor, apoyada por los otros dos partidos buscará la victoria, que se ve difícil que lo logre.
El próximo año se realizará la elección presidencial y la oposición partidista no muestra su fortaleza. Quienes encabezan las organizaciones políticas son figuras desgastadas. Así se vio en la concentración reciente promovida entre otros por Vicente Fox y Calderón y otros políticos de los llamados dinosaurios. Así pues, los líderes del PAN, PRI y PRD deberán agudizar su imaginación para ofrecer resultados positivos en las diferentes contiendas electorales que vienen.
El trabajo político de los dirigentes tendrá que empezar desde la presentación del discurso político que tienen apagado. Por otra parte, tomar en serio la designación de su abanderado por la presidencial. No será fácil. En esta temporada les estalló el asunto de Genaro García Luna, el brazo derecho de Felipe Calderón, de extracción panista, que fue declarado narcotraficante.
En la guerra de acusaciones, los morenistas le exigen a Calderón que explique su relación con su subalterno que encabezó la lucha contra la delincuencia organizada, pero que recibía dinero del Cártel de Sinaloa. El asunto se volvió político y el PAN, por razones obvias, resultó el más afectado.
¿Usted qué opina amable lector?