No hay con quién ganarle a López
¬ Francisco Reynoso martes 28, Feb 2023Triple Erre
Francisco Reynoso
Quedaron claras dos cosas después de la multitudinaria concentración en la Plaza de la Constitución, el domingo, para protestar contra el “plan B” de la reforma electoral de López Obrador y en defensa del INE.
Primera, que las organizaciones contrarias al presidente López y a su cuatroté no tienen una figura de peso pesado, no digamos de la estatura del “Peje”, pongamos del tamaño de Marcelo Ebrard, Adán Augusto López ni de Claudia Sheinbaum, que sería, hasta ahora, la enemiga a vencer.
Y si PRI, PAN, PRD, MC, mexicolectivo, Mexicanos contra la Corrupción, Coparmex, etcétera, carecen de un hombre o mujer con las virtudes para liderar el movimiento contra la Cuarta Transformación, para infundir confianza a los millones de mexicanos decepcionados y asqueados de López Obrador, no hay forma cómo le puedan ganar la presidencia de la República en 2024.
Los discursos en la concentración masiva del Zócalo los pronunciaron la periodista Beatriz Pagés y el ministro en retiro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, José Ramón Cossío, a quien López acusó de “corruptazo”.
Ambos son, en sus respectivas especialidades, brillantes y reconocidos. Pero ninguno tiene el perfil para ser candidato a la Presidencia. Ni tampoco tienen carisma para conectarse con las masas, principalmente con las juventudes.
¿Por qué no hablaron quienes sí pueden ser y han dicho que quieren ser candidatos presidenciales?
La respuesta sería: “Para no participar en un acto meramente ciudadano”.
La oposición, así pues, está jodida. Más de la mitad de la población de México está que se la lleva la tiznada por la inseguridad, el desempleo, la carestía, la falta de medicinas, el servicio espantoso en los hospitales y dependencias públicas, la espantosa situación del aeropuerto Benito Juárez y por la impunidad con las que hacen sus negocios los amigos de López Obrador.
Pero esa inconformidad no encuentra un cauce con liderazgo que lleve a un puerto de esperanza de que las cosas pueden cambiar.
Por lo anterior, todo parece apuntar a que los partidos de oposición podrían ganar la mayoría en las Cámaras de Diputados y Senadores, y quizá salgan tablas con Morena en la contienda por las nuevas gubernaturas en disputa.
La Presidencia de la República, si no ocurre algo extraordinario en los meses próximos, será para López Obrador. Para el o la candidata que quiere como heredero.
Debió saberlo
Es difícil creer que Genaro García Luna actuaba por su cuenta y el ex presidente Felipe Calderón no estaba informado de lo bueno y de lo malo que hacía su secretario de Seguridad Pública.
Es famosa la frase que respondió José Antonio Zorrilla Pérez, ex director de la Federal de Seguridad, cuando le preguntaron por qué había ordenado el asesinato del periodista Manuel Buendía. En 1989.
Tras las rejas el policía respondió: “No me mandaba solo”. La DFS era el instrumento armado de la Secretaría de Gobernación. Y su titular trataba directamente con el secretario. En esos días del asesinato del columnista de Excélsior el secretario de Gobernación era Manuel Bartlett Díaz, el hoy consentido director de la CFE.
Significa que Calderón debió saber en qué pasos andaba García Luna, sin duda alguna.
Así como Manuel Bartlett y Miguel de la Madrid debieron saber que Buendía Téllez Girón sería asesinado a balazos en las afueras de un estacionamiento de la avenida Insurgentes norte.
Debieron saberlo, como López Obrador debió estar enterado de las transas en Segalmex que llegan ya a 15 mil millones de pesos; de cómo se constituyó la empresa de su nuera Carolyn Adams, en sociedad con un contratista de Pemex ligado a Baker Hughes, firma involucrada en la renta de la “casa gris”, en la que vivió más de un año, como jeque árabe, su hijo José Ramón; de las compras que hizo el Seguro Social al hijo de Manuel Bartlett.
También López Obrador debió saber anticipadamente de las entregas de dinero de David León a Pío López; y de las entregas de dinero en efectivo a los funcionarios del gobierno de Layda Sansores.
Desprecio ridículo
Es increíble el autoritarismo de López Obrador para responder a la intención del empresario sudafricano Elon Musk de instalar en el estado de Nuevo León la armadora de automóviles eléctricos Tesla.
Si se empeña en que sea en la entidad norteña, advirtió López, la 4T no le dará los permisos que requiere.
La inversión de Tesla en Nuevo León sería de 10 mil millones de dólares. Es decir, pesos más, pesos menos, 200 mil millones de pesos. Aproximadamente el doble del monto de los egresos estimados para éste por el gobernador Samuel García.
La verdad es la verdad
y no admite otros datos