Zócalo capitalino dejó de ser exclusivo de la llamada Cuarta Transformación
Miguel Ángel Rivera lunes 27, Feb 2023Clase Política
Miguel Ángel Rivera
Si el INE desaparece, la dictadura aparece.
Para disgusto del oficialismo, la anterior afirmación fue la principal expresión de la gran concentración que se registró en el Zócalo de la capital del país y en manifestaciones similares que se efectuaron ayer en contra del llamado “plan B” del presidente Andrés Manuel López Obrador y en demanda de no afectar al INE, institución básica de la democracia nacional.
La otra consigna generalizada decía: “Fuera López”, una demanda un poco fuera de lugar, pues la consulta popular para la revocación de mandato ya pasó y nadie acudió a las urnas.
Pero eso ya pasó. Lo actual son esas concentraciones populares en demanda de preservar al Instituto Nacional Electoral (INE), que es la forma resumida de defender a la democracia nacional y evitar que se vuelva a los viejos métodos por los cuales el gobierno federal decidía quién ganaba y quién perdía en los procesos electorales.
Además de otras concurridas concentraciones populares en el resto de la República, de las que conocimos mediante los reportes de los corresponsales de los medios de comunicación, lo sobresaliente en la Ciudad de México fue que desde hora temprana se llenaron el Zócalo capitalino y las calles adyacentes.
No es necesario conocer si funcionó el ábaco con el que hace las cuentas el secretario de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres Guadarrama, para dar testimonio de que en el primer cuadro capitalino nos concentramos cientos de miles de ciudadanos que voluntariamente nos congregamos en ese histórico sitio.
No faltaron las trampas del oficialismo. No se puede suponer que vinieron de otra parte. Es probable que entre los inconformes haya miembros que no se distingan por las luces de su intelecto, pero difícilmente a alguien se le puede ocurrir colocar una gran manta con las siglas del PAN, lo cual contradice radicalmente la calidad de manifestación ciudadana de la gran concentración en la plaza central de la metrópoli.
Y todavía resulta más descabellado suponer que alguna de las organizaciones ciudadanas -o inclusive de los partidos de oposición- tuviera la descabellada idea de colocar otra manta en favor del recién declarado culpable de delitos vinculados con el narcotráfico, el ex secretario de Seguridad Genaro García Luna. La presunción de que esa gran manifestación popular tenía como objeto “defender” al ex funcionario ahora preso en los Estados Unidos surgió de las filas del oficialismo y concretamente de Palacio Nacional, en donde se presumía, además, de que sólo la llamada Cuarta Transformación era capaz de repletar el Zócalo.
El gran valladar contra la antidemocracia está allí mismo en el Zócalo, la Suprema Corte de Justicia
Como para que López Obrador tenga materia para sus acostumbradas censuras en su conferencia matutina, uno de los oradores en esta concentración popular fue el ex ministro de la Suprema Corte de Justicia, José Ramón Cossío, quien ha sido uno de sus frecuentes objetivos en sus descalificadoras declaraciones mañaneras.
Ante cientos de miles -si el ábaco de Martí Batres no dice lo contrario- de mexicanos que se movilizaron por sus propios recursos y por decisión propia José Ramón Cossío recordó que ya se presentaron ante la Corte diversos juicios contra el llamado “plan B” de la reforma electoral, a la Ley General de Comunicación Social y a la Ley General de Responsabilidades Administrativas. Destacó que también se presentarán recursos contra las modificaciones a la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, Ley General de Partidos Políticos y Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, así como la expedición de una nueva Ley General de los Medios de Impugnación en Materia Electoral.
“No veo cómo los ministros podrían declarar la constitucionalidad de las reformas legales”, dijo Cossío, quien respondió a las críticas de López Obrador contra los ciudadanos y las organizaciones que han promovido las demandas de inconstitucionalidad de las reformas promovidas desde Palacio Nacional y que tienen como propósito anular al INE y al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
Cossío aclaró que en esas demandas “no hay nada de extraordinario, no hay una conspiración, es derecho de los ciudadanos contenidos en la Constitución”.
“Seguramente es frente a esta posibilidad que desde hace días se han incrementado las críticas a la Suprema Corte de Justicia de la Nación. El Presidente y sus colaboradores han denostado a sus integrantes ante la posibilidad que declaren total o parcialmente inválidas sus reformas electorales. El Presidente ha dicho que la corrupción de los ministros quedará evidenciada si invalidan sus reformas. Por el contrario, los ministros sólo podrían ser considerados corruptos si desconocen lo dispuesto en los artículos constitucionales que detalladamente regulan los órganos y los procedimientos electorales. El Presidente ha dicho que los ministros serán hipócritas si declaran la invalidez de sus reformas legales; los ministros serían hipócritas si ocultan sus argumentos, si se apartan de sus precedentes o si distorsionan las votaciones en las que participen. El Presidente ha dicho que si declaran la inconstitucionalidad de las reformas serán aliados de los más privilegiados de nuestra población y esto no es así. Los ministros podrían ser tenidos como defensores de los privilegios sólo si debilitan a las instituciones electorales para que los poderes fácticos, la delincuencia organizada incluida, puedan determinar el rumbo de las elecciones y la conformación de nuestros representantes populares”.
La ex diputada y directora de la revista Siempre!, Beatriz Pagés, fue la primera en intervenir desde el templete instalado en la plancha del Zócalo, allí calificó las reformas en materia electoral del Ejecutivo federal como “un golpe a las libertades”.
“Callar nos haría cómplices de una reforma electoral maquinada para despedazar al INE y facilitar una ruta a una dictadura electoral. Se utilizó al INE y la democracia para llegar al poder. Y hoy quieren matarlos para impedir la alternancia. (…) El plan B de la Reforma Electoral es la crónica de un fraude anunciado”, aseguró.
Ante una plaza repleta de ciudadanos que se manifestaban en defensa del INE, que repetían “mi voto no se toca” y “la ley es la ley”, la periodista censuró a quienes hoy son gobernantes, que fueron elegidos mediante comicios electorales imparciales, y ahora pretendan desconocer y cambiar esas reglas electorales que los llevaron al poder.
“Se utilizó al INE y se utilizó la democracia para llegar al poder, y hoy quieren matarlos para impedir la alternancia y no lo vamos a permitir. Quieren mutilar al INE porque les estorba el voto libre. Quieren desmembrarlo porque les estorba a una institución autónoma, fuerte y capaz. Ante el fracaso y la falta de resultados, ya huelen su derrota y preparan la otra etapa, buscan desaparecer al árbitro para torcer la decisión ciudadana en 2024. El plan de la reforma electoral es la crónica de un fraude anunciado”, advirtió.
Pagés preguntó a los asistentes si quieren un México sin INE, sin padrón electoral confiable y con un régimen donde un sastre que confecciona a la medida para sostener su traje a la silla del poder. “No”, corearon miles en la plancha del Zócalo.
“Si permitimos que nos roben el voto, después vamos a permitir que nos roben otros derechos y otras libertades”, aseveró.
En comentario dirigido a los ministros de la Suprema Corte, cuyo edificio estaba a unos metros de distancia, Pagés pidió a los ministros que no avalen a una reforma electoral inconstitucional e inmoral.
“Tiempos inéditos y peligrosos exigen nueva forma de hacer política, ciudadanos y fuerzas opositoras tenemos que tomarnos de la mano. Nadie debe quedar al margen de una lucha que no permite mezquindades. Los partidos de oposición hoy resisten los embates de una tiranía que chantajea legisladores para consumar el ataque al INE.
“No queremos un país encadenado a ideologías totalitarias. Esta es una victoria de la ciudadanía. Reconozcamos nuestros triunfos, tomemos conciencia de nuestro poder. En 2021 impedimos que el oficialismo tomara el Congreso; tomamos en la primera marcha El Ángel, y hoy el Zócalo”, dijo.
La respuesta de los miles de asistentes fue un coro: “La ley es la ley; la ley es la ley!”.