La cabal salud de Peña
Armando Ríos Ruiz miércoles 22, Feb 2023Perfil de México
Armando Ríos Ruiz
Los muertos que vos matáis, gozan de cabal salud, frase atribuida a José Zorrilla y a Lope de Vega y que viene al caso por la insistente cita que hace el Presidente de México del pasado, para denostarlo todos los días, sin darse cuenta de que su mente está anclada precisamente en el México de hace 53 años.
Diario habla de los neoliberales, de los conservadores que poblaron los tiempos transcurridos antes de su aparición en la primera magistratura. Todos fueron pésimos. Pero finalmente, México se hizo del mejor Presidente de todos los tiempos y del mismo planeta, gracias a su llegada. Él y sólo él, representa la aparición del salvador, sólo comparable con Dios.
Pero entre los neoliberales o conservadores, existen quienes a pesar de ser la imagen fiel de sus descripciones, no menciona por nada y la razón es conocida. No es capaz de recordar más al ex Presidente Enrique Peña Nieto, que inspiró su frase “nos llevan al despeñadero. Pero no cesa de mencionar a Felipe Calderón, por atribuirle un fraude para despojarlo de la Presidencia.
Peña Nieto es, sin duda, el ex Presidente más corrupto de los últimos 77 años. O por lo menos, sus acciones en ese sentido son las más visibles o conocidas. Su gobierno estuvo plagado de artilugios para hacerse de dinero mal habido en cantidades industriales. Una de tantas fue la “estafa maestra”, por cuya culpa tuvo que pagar Rosario Robles, de quien se conmiseró de los dientes para afuera, para atizar en su contra por debajo del agua durante su proceso.
Otro caso fue la compra de la famosa “casa blanca”, que afrontó con el nombramiento de Virgilio Andrade, para investigar los hechos que siempre dijo desconocer. El resultado se supo desde el mismo instante del nombramiento de un investigador a modo, que culminó con la exoneración del corrupto mandatario.
“Ocho gobernadores detenidos, dos prófugos y un quebranto al erario que hasta ahora no se puede calcular”, ocurrieron durante su ejercicio. Javier Duarte, la nueva cara del PRI, está sujeto a proceso por la creación de empresas fantasma para cometer fraudes. Sin embargo, hay sospechas fundadas de que cometió otros delitos, que hasta hoy han sido soslayados por las autoridades.
Otro más es el que mantiene ahora en la cárcel a Emilio Lozoya. Imposible pensar que actuó por su cuenta. Seguramente el Presidente que sólo gobernó para robar, fue quien dio la orden. Es obvio que un mandatario conoce perfectamente los pasos que dan los funcionarios de su gabinete. Sin embargo, Peña goza de cabal salud y lo demuestra continuamente, con sus apariciones en diferentes lugares de Europa, en son de burla a los mexicanos ofendidos.
Pero no se le investiga por ningún asunto, como el hundimiento de la autopista frente a Cuernavaca, que costó la vida a dos personas y que tuvo un costo del doble del que fue cotizado. El llamado corruptómetro encontró que 72 por ciento de los mexicanos lo veía como una figura corrupta. Esta fue, seguramente, una de las mejores propagandas para el entonces candidato a la Presidencia.
Goza de cabal salud gracias a la amnesia presidencial. Los ataques que solía emplear el ahora mandatario para denostarlo cada vez que hacía falta, desaparecieron de pronto. Está agradecido por darle acceso al cargo y esto tiene un costo muy alto, que se llama perdón y silencio.
Últimamente, el abogado de Emilio Lozoya ha abordado el tema que habla de la necesidad de que el ex Presidente sea llamado a declarar en el caso que lo ocupa. Además, los mexicanos verían con aceptación que esto ocurriera, en un gobierno que pregona todos los días combatir la corrupción.
“El juicio va a ser contra Peña Nieto y sus colaboradores, quienes dirigieron el aparato organizado de poder. No puede haber juicio contra Emilio Lozoya porque es un testigo colaborador que ha aportado suficientes elementos con base en los cuales se ha ejercido ya acción penal por parte de la fiscalía y ha generado incluso órdenes de aprehensión y personas procesadas”, argumenta el abogado con mucha razón.