Agonía del INE
Freddy Sánchez martes 21, Feb 2023Precios y desprecios
Freddy Sánchez
Como un atropellado en estado grave abandonado a su suerte en la vía pública. Así quedó el INE o se exagera.
Una pregunta obligada entonces: Con unos cuatrocientos golpes en su estructura operativa en qué condiciones podría estar el Instituto Nacional Electoral.
Los que apoyan las reformas legales aprobadas por Morena y sus aliados aseguran que lo que se hizo con la institución fue una “cirugía mayor” para permitir una mejoría funcional a menor costo.
Algo que categóricamente niegan los opositores al gobierno, al decir que se trató de una “mutilación” de las capacidades operativas del órgano electoral como parte de un plan perverso por parte del gobierno en turno.
Y es que en opinión de críticos de la 4T, Morena se dispone a cuestionar las elecciones que no le sean favorables en lo sucesivo, alegando incompetencia o mala fe de los funcionarios del Instituto Nacional Electoral.
Una acusación que por supuesto consideran una auténtica falacia quienes de tiempo atrás han estado en contra de ciertas decisiones adoptadas por consejeros electorales, pero que de ninguna manera aceptan querer desaparecer a la institución.
De tal suerte que, ante las distintas posturas adoptadas, a favor y en contra de los cambios legales en materia electoral que fueron procesados en las dos cámaras legislativas y han dado lugar a la disposición de los inconformes para la presentación de controversias constitucionales, tocará a la Suprema Corte de Justicia de la Nación convertirse en la que diga a quiénes asiste la razón. Por un lado, los que siendo el grupo en el poder bajo la batuta de su máximo rector con residencia en el Palacio Nacional, en todo momento se han mostrado absolutamente de acuerdo con lo que el presidente les ha pedido aprobar para lo que a su juicio constituye una serie de cambios que favorecerán las tareas democráticas a cargo del INE, sin necesidad de erogar lo que se considera un gasto excesivo para el fomento, organización y cumplimiento de los menesteres electorales en México.
Y de ahí el gran “tijeretazo” al presupuesto de la institución lo que sumado a las normas legales modificadas, desde la óptica opositora al gobierno de Andrés Manuel no es lo que se dice desde su administración, sino un conjunto de medidas arbitrarias e inconstitucionales que ha tenido la intención de mermar los recursos financieros destinados a garantizar procesos electorales en condiciones de equidad, transparencia y piso parejo para los contendientes.
Porque los morenistas lo que persiguen a toda costa es manipular las elecciones en su beneficio.
Un reproche que Morena y sus aliados consideran que no se ajusta a la verdad en relación con la aprobación de un aproximado de cuatrocientas reformas de ley como lo propuso y le fue aprobado al jefe del ejecutivo con miras a dilapidar menos recursos sin afectar la calidad de la democracia en México. El punto de mayor discrepancia entre opositores y el gobierno de la Cuarta Transformación, puesto que según lo visualizado por el PRI, PAN y PRD, lo que Morena y sus aliados aprobaron se convirtió en un claro atentado contra la buena marcha del Instituto Nacional Electoral.
Y qué mejor prueba de ello que la insensata determinación de correr al ochenta por ciento del personal operativo, además de reducir a unas cuatro funciones estratégicas en las oficinas regionales donde se manejan los comicios incluyendo la elaboración de las credenciales de elector, los listados nominales y las capacitación, organización y supervisión de las elecciones.
En ese sentido pues, tendrán que ser los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación los que resuelvan qué tan apropiadas y legales fueron los cambios que condujeron a las modificaciones de carácter operativo en el Instituto Nacional Electoral.
Porque evidentemente el gobierno de Andrés Manuel o sus críticos pretenden crear una percepción falaz de las reformas electorales, unos alabándolas y otros asegurando que han causado la agonía del INE.