Reacomodos y alianzas de precandidatos a la vista
Roberto Vizcaíno jueves 16, Feb 2023Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
¡Cierto! Faltan 14 meses para la presidencial de 2024. Pero no hay duda de que la sucesión de Andrés Manuel López Obrador está en marcha. Y lo está porque él mismo la echó a andar al destapar a 5 precandidatos de su entorno.
Hoy, por eso, el mundo político y mediático vivimos atentos a todo lo que ocurre alrededor de esos prospectos, lo destapados por AMLO y los que se han autolanzado como es el caso de Ricardo Monreal, quien apenas terminó el mandatario de destapar a sus prospectos, él ya se estaba incluyendo en la lista de presidenciables.
Desde entonces hay dos visiones respecto de las expectativas del zacatecano. Quienes dentro de la vieja y muy presidencialista cultura creen que todo depende de la voluntad del mandatario, afirman que Monreal no tiene la menor oportunidad de alcanzar su sueño.
“¡Noooo hombre no! ¡Que ni siga!. ¡No tiene la menor oportunidad!. Si AMLO no quiere, no va a pintar, y Monreal se va a quedar fuera de la candidatura”, indican estos descreídos.
Otros dentro de esa misma línea están convencidísimos de que el zacatecano lo que busca realmente es ser premiado con la candidatura a la jefatura de Gobierno de la CDMX, porque la “grande” es para quien AMLO diga.
Ese pensamiento dominó decenios en el presidencialismo priista hasta 1990, cuando Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo encabezaron la fractura del PRI y del viejo e inoperante sistema presidencial tricolor callista.
A Carlos Salinas de Gortari le mataron en marzo de 1994 a Luis Donaldo Colosio y desde entonces ningún presidente de la República ha logrado dejar sucesor.
AMLO sabe bien esta historia, y es obvio, hasta grosero, que está intentando restaurar ese viejo modelo. Y hay quienes con la neurona políticamente anquilosada creen que el presidencialismo priista sigue vigente.
No pos sí, dicen en mi barrio.
Nuevo encuentro de Ebrard y Monreal
Quienes obviamente no creen en esa historia que ya pasó, son Ricardo Monreal y Marcelo Ebrard y este par de aspirantes, que son los más experimentados en operación electoral real de entre los 4 reconocidos por Mario Delgado dentro de Morena, se reunieron ayer en el Senado a dialogar, oiga usted, dijeron, de “algunos instrumentos internacionales”.
Sí como no, siguen diciendo en mi barrio en medio de sonrisas maliciosas.
La obviedad advierte que este es el segundo encuentro en que Ebrad y Monreal hablaron y llegaron a acuerdos electorales como ya antes avanzaron en una reunión a principios del año pasado en una propiedad de Monreal en Zacatecas.
Los dos acaban de consolidar en la semana anterior sus equipos territoriales de promoción electoral, que son esenciales para ganar una candidatura presidencial.
Ni Claudia ni Adán Augusto López han hecho lo mismo.
Ambos dos son sin duda a quienes Andrés Manuel López Obrador mantiene más alejados de su luz protectora y de su aura de simpatías.
A quienes el tabasqueño abraza y luce a cada momento es a Claudia Sheinbaum y a Adán Augusto López. A Marcelo si lo invita a sus mañaneras, pero porque lo necesita para avanzar en su relación con el gobierno de Joe Biden y nada más.
A Ricardo Monreal, a quien alejó de su lado desde mediados de 2021 apenas pasaron las elecciones de ese año, lo ha salvado el hecho de que no hay quien le saque más que el zacatecano las iniciativas que envía al Congreso.
Monreal se ha quedado dentro de Morena y dentro del esquema de AMLO porque sabe que si rompe entonces sí, quizá no tenga mayores oportunidades en sus aspiraciones presidenciales.
Ayer, ambos colocaron su foto juntos en sus redes sociales para darle un mensaje a AMLO de que hay acuerdo entre ellos y que si los tocan ambos responderán como uno,
Marcelo y Monreal son los únicos de los 4 que han exigido piso parejo y debates abiertos y el fin del uso de encuestas como método de selección de candidatos.
Es obvio que van a arreciar sus reclamos y que Morena y AMLO no tienen mucho para dónde hacerse.
Otros diálogos
Este encuentro se da en una semana en la que Monreal ha sostenido encuentros además con Alejandro Moreno, dirigente del PRI, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López y otros líderes políticos como Dante Delgado de MC.
¡Vaya escandalera!
Los datos indican que la diputada Bennelly Jocabeth Hernández Ruedas, de Morena y ex colaboradora de Ricardo Monreal en la delegación Cuauhtémoc, presentó esta iniciativa hace año y medio y nadie la había pelado hasta hace días en que sus compañeros de partido en San Lázaro aprobaron su propuesta para aumentar las sanciones y multas a quienes “injurien” al Presidente de la República y otros funcionarios.
Uy, se le vino el mundo encima. Y hasta AMLO advirtió que si se aprobaba tal iniciativa él la vetaría.
Así que más que pronto todo eso quedó como una intentona fallida de sancionar a críticos de AMLO y a su régimen.
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