Sin importar devaluación o matanza del Jueves de Corpus, LEA es bien calificado
Miguel Ángel Rivera lunes 13, Feb 2023Clase Política
Miguel Ángel Rivera
A medio siglo de distancia, Augusto Gómez Villanueva y Porfirio Muñoz Ledo recuerdan seguramente que, gracias a su entonces jefe, Luis Echeverría Álvarez (LEA), estuvieron a punto de llegar a la Presidencia de la República, pero también debe reprocharle (in pectore, pues seguramente no lo dicen en público) que él mismo les impidió llegar a lo más alto de la política nacional, a pesar de contarse entre los políticos más longevos de México.
El hidrocálido Gómez Villanueva, por entonces de 41 años (nació el 23 de agosto de 1929) era titular de la Secretaría de la Reforma Agraria, dependencia de la que fue fundador, pues antes era Departamento de Asuntos Agrarios y Colonización (DAAC) y aparente líder indiscutible del denominado sector agrario, encabezado por la entonces poderosa Confederación Nacional Campesina (CNC), todo lo cual lo respaldaba en sus aspiraciones para llegar a la primera magistratura del país, con el sobrenombre que la aplicaban los medios de comunicación de “Papa negro”, el mismo título del jefe de la Compañía de Jesús, a quien se le atribuye casi tanto poder como al Sumo Pontífice.
Porfirio Muñoz Ledo y Lazo de la Vega proviene de familias de prosapia, tanto que se inscribió como candidato a gobernador de Guanajuato con base en el principio de ius sanguinis, representaba de alguna manera al otro de los poderosos sectores del PRI, el obrero, pues en la parte final de su mandato, Echeverría lo designó secretario del Trabajo, con lo cual lo incorporó a la lista oficial de siete precandidatos —las “corcholatas” de la época— dada a conocer por el entonces secretario de Recursos Hidráulicos, el tabasqueño Leandro Rovirosa Wade.
A pesar de esas investiduras “populares” y de que el gran elector también presumía su preocupación por los sectores pobres de nuestra sociedad, eligió a un miembro de la “alta sociedad”, aunque en los años recientes su familia había venido a menos, a su amigo de la juventud José López Portillo y Pacheco. Su abuelo, José López Portillo y Rojas (1850-1923), fue escritor y político, que fue diputado federal, senador, gobernador de Jalisco y secretario de Relaciones Exteriores durante la presidencia de Victoriano Huerta y miembro y director de la Academia Mexicana de la Lengua. Su padre, José López Portillo y Weber se dedicó a los campos de la milicia, la historia y las letras, según se lee en su biografía de Wikipedia.
López Portillo era un poco mayor que los dos mencionados, pues nació en 1920 y además de sus antecedentes familiares, como precandidato tuvo trato con los grandes capitales del país, en su calidad de secretario de Hacienda, pero para darle un baño de pueblo, se encargó a la CTM la responsabilidad de “destaparlo” y encabezar “la cargada” que tuvo al Palacio Nacional de escenario.
En vez de la anhelada candidatura presidencial, Muñoz Ledo, quien desde entonces gozaba fama por su amplia cultura y su gran calidad oratoria, fue nombrado presidente del PRI, mientras que Gómez Villanueva tuvo que dar constancia de su capacidad de organización y capacidad de movilización, como secretario general del entonces invencible partido.
Los dos han tenido otros cargos posteriormente. Gómez Villanueva, por ejemplo, es el decano de los diputados federales y Muñoz Ledo ha sido dirigente también del PRD y candidato presidencial, pero por un partido minoritario, como el desaparecido PARM, posición que finalmente declinó al confirmar que no tenía respaldo popular.
En resumen, los dos tuvieron la gran oportunidad con Echeverría, pero también fue él quien se las negó.
A pesar de todo, consideran a Echeverría un gran presidente
Todo este panorama seguramente pasó por la mente de los dos frustrados aspirantes presidenciales, durante la ceremonia en la que presentaron un nuevo libro acerca de su ex jefe, titulado Echeverría visto a través de su tiempo, que contiene ensayos de 35 colaboradores y funcionarios que exponen sus razones acerca de la tarea realizada en el sexenio 1964-1970.
La obra fue compilada por Gómez Villanueva, quien no sólo se ha mantenido fiel a su partido, el PRI, sino también a su recientemente desaparecido líder.
El legislador priista aseguró que la idea de realizar esta obra encontró su estímulo en el aniversario número 100 del expresidente, quien falleció el 8 de julio del 2022, un día antes que la editorial concluyera la obra.
Más allá de rencillas durante el proceso presidencial en 1970 o desacuerdos posteriores, inclusive políticos que pasaron a la oposición, como el propio Muñoz Ledo, hicieron un balance positivo de su gobierno.
En la presentación de esta obra, el pasado fin de semana, se olvidaron por completo o se minimizaron aspectos negativos como la devaluación, la matanza del Jueves de Corpus, y el “golpe” al que era el mejor diario de México y de Latinoamérica, Excelsior.
En cambio, en sus comentarios Muñoz Ledo destacó que, en materia de política exterior, en el sexenio de Echeverría se reanudaron las relaciones con China. No es extraño este reconocimiento a la política exterior por parte del ex priista, ex perredista y ex morenista, pues su fama se fundó en gran medida por su colaboración con Echeverría para la elaboración de la Carta de Derechos y Deberes Económicos de los Estados, que fue su “gran aportación” al nuevo orden mundial. Era, al contrario del actual primer mandatario, Andrés Manuel López Obrador, con el cual se le compara mucho, un gran partidario de participar en asuntos internacionales.
Otra integrante de la Corriente Democrática del PRI, antecedente de la democratización del país, la ahora senadora por Morena, la destacada economista Ifigenia Martínez, recordó a Echeverría como “un gran mexicano” y dijo que su gobierno le dio un sentido de pertenencia a todos los sectores sociales, incluido el llamado tercer mundo.
Además destacó la creación de instituciones como el Conacyt, Infonavit y Profeco.
La también senadora y precandidata presidencial del PRI Beatriz Paredes Rangel, quien surgió en el sexenio echeverrista como parte de una generación de jóvenes políticos, recordó que conoció al entonces presidente Echeverría en un concurso de oratoria de El Universal y dijo que ese sexenio tuvo entre sus aportaciones, la incorporación de jóvenes al quehacer político como diputados, embajadores, secretarios y su profundo conocimiento por los liderazgos universitarios. “Fue una renovación del poder”, subrayó.
Entre los asistentes a la presentación del libro estuvieron los hijos del expresidente, Benito, María Esther y Pablo Echeverría.
La ceremonia tuvo lugar en el Centro de Estudios Económicos y Sociales del Tercer Mundo, actualmente Instituto Tecnológico de Alta Capacitación Académica (ITACA), que fue otra creación del desaparecido primer mandatario, como parte de su obsesión tercermundista.
Reaparecen los sectores del PRI, para dar su respaldo
al actual presidente del partido, Alejando Moreno
A propósito de los “sectores” del PRI, que antes eran parte fundamental en las tareas del partido, pero que vinieron a menos en los últimos sexenios, ahora reaparecen en respaldo del actual dirigente nacional, el campechano Alejando Alito Moreno Cárdenas.
Esta reaparición resulta de mayor impacto si se tiene en cuenta que el respaldo de los sectores campesino y obrero se dan en el momento que Moreno Cárdenas enfrenta protestas por su operación para extender su mandato hasta el momento en que se decida la nominación de candidato presidencial.
Uno de los grupos inconformes con el mandato de Alito lo encabeza el coordinador de los senadores del tricolor, el ex secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, y lo integran buena parte de los legisladores de su bancada.
Por desgracia, para éste y otros grupos inconformes, sus protestas tienen pocas posibilidades de prosperar ante el Instituto y el Tribunal electorales, pues de acuerdo con los estatutos, Moreno tiene el respaldo de los órganos de gobierno, su comité ejecutivo, el Consejo Político Nacional y, ahora dos de los tres sectores, que tal vez han venido a menos, pero que detentan gran parte del poder interno.
Durante el fin de semana, los dirigentes nacionales de la CNC, Leticia Barrera Maldonado, y de la CTM, Carlos Aceves del Olmo, encabezaron sendos actos en los que confirmaron su respaldo al ex gobernador de Campeche.