Trácalas y misóginos
Alberto Vieyra G. lunes 13, Feb 2023De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Como a millones de compatriotas, me ha enardecido escuchar el inaudito cinismo con el que Andrés Manuel López Obrador destrozó lo que bien parecía una elección democrática en la Corte y alegada del ponzoñoso presidencialismo sexenal cuando sin rubor alguno, sin la menor ciencia política y con una brutal misoginia declaro burlonamente que “la señora presidenta de la Corte, para hablar en plata, está por mí de presidenta”.
¿Qué nos dice tan impúdica declaración presidencial? Bueno, pues que en México ni las hojas de los árboles se mueven sino es con la anuencia del dios sexenal. Me molesta ese infame acto de misoginia porque se ve que AMLO desconoce las luchas de las mujeres y de que no tolera que una dama esté por encima de sus aberrantes decisiones políticas.
La declaración de AMLO debería avergonzaría a su señora esposa, como avergüenza a tantas mujeres mexicanas que se han chingado para sacudirse siglos de venenosas eras patriarcales, durante los cuales, las mujeres solamente deberían jugar el rol de permanecer en casa como las escopetas, es decir cargadas y tras la puerta y para otros, la mujer simplemente era sinónimo de esclava del metate y petate.
Ahora, la señora ministra Norma Lucía Piña Hernández está obligada a refutar al dios sexenal en esa cínica declaración, pero lo tiene que hacer demostrando su independencia y como un verdadero contrapeso del ponzoñoso presidencialismo.
La ministra está obligada a darle pa’ tras a las iniciativas de ley que han sido impugnadas como inconstitucionales, entre ellas la que tiene que ver con la escandalosa militarización que vive el país en la que hasta los cielos ya no serán para los poetas, sino para el Ejército mexicano y sin faltar las dementes reformas al “plan B” electoral que buscan destruir al INE y hacer que AMLO se apodere del aparato electoral de México para perpetuarse en el poder. Veremos qué gestos hace el Presidente, pero de que los hará ni duda cabe y doña Norma Lucía Piña está obligada a darle una lección a AMLO para que aprenda a ser hombrecito y deje de ver a las mujeres como objetos de los hombres, cuando la mayoría de ellas tienen inteligencia y sobrada capacidad de hacer mejor las cosas que muchos hombrecillos y apuesto a que la mayoría de las mujeres son más trabajadoras y menos corruptas que muchos tracaleros.
Y a propósito de cuestiones inmorales, la senadora morenista Rocío Abreu, que aparece en un nauseabundo video junto con funcionarios del gobierno de Campeche, siendo cañoneada con fajos y más fajos de billetes, ha recibido cualquier cantidad de mentadas de los campechanos que la exhiben como una mujer sin brújula política, una mujer que estira la mano para cualquier parte.
Me dicen en el Senado que su coordinador parlamentario, Ricardo Monreal, ya le pidió que dé la cara a los medios de comunicación para evitar desprestigiar a la bancada morenista, pero la ciudadana legisladora es incapaz de enfrentar a ese sello vergonzoso de la corrupción.
También don Ricardo ha tenido que trabajar tiempo extra con otra tracalera de la bancada morenista, la senadora Claudia Balderas por el estado de Veracruz, quien no paga la renta y su casera, Nora Ochoa, en la colonia del Valle, en la alcandía Benito Juárez ya la emplazó a que o se larga de su casa o le paga adeudos de renta por más de 170 mil pesos. Qué concha de mujer tracalera.
Es imposible concebir que una mujer que gana más de 250 mil pesos al mes como senadora y que sea tan conchuda para no pagar sus rentas. Estos casos tan vergonzosos me llevan a preguntar ¿qué nos pasa? ¿vivimos una podredumbre política o somos gobernados por una clase política de mamarrachos?