La ONU y el odio
Alberto Vieyra G. miércoles 1, Feb 2023De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Un vehemente llamado al mundo lanzó el pasado viernes 28 de enero del 2023, el secretario general de la ONU, António Guterres, para detener los discursos de odio que envenenan a la humanidad, cambiándolos por la tolerancia.
No dio nombres, pero la maldita cultura del odio cunde por el mundo, especialmente en los países americanos como Estados Unidos, México, Argentina, Brasil y otros en los que ese nefasto discurso populista que envenena el alma de los ciudadanos está a la orden del día.
Los estragos en México están a la luz pública con un Andrés Manuel López Obrador que privilegia la mentira rindiendo culto a satanás con más de 101 mentiras y divide a los mexicanos con ese barbaján discurso de odio.
Prácticamente, no hay nadie que escape a ese nefasto discurso de odio que ha dividido y enfrentado peligrosamente a los mexicanos. Por tanto, urge una reconciliación nacional que evite a toda costa confrontaciones virulentas. Otro sexenio con la nación dividida y enfrentada, sería el caos nacional.
Apenas el lunes, AMLO aprovecharía para arremeter nuevamente contra los consejeros del INE que se han convertido en una piedra en el zapato, Ciro Murayama y Lorenzo Córdova, a quien tachó de “racista y farsante”.
¿Qué gana AMLO con ese infame discurso de odio?
Dividir a México en dos: En buenos y malos; en “conservadores y chairos”. AMLO apuesta a ganar la próxima elección presidencial con sus apestocitos de Morena, a los que ha ultrajado en su dignidad diciendo que “Morena obtiene sus votos de la gente más ignorante y analfabeta”.
AMLO está dedicado en cuerpo y alma a denostar al INE y junto con su inescrupuloso secretario de Gobernación, Adán Augusto López, están listos como viles carniceros para destazar al árbitro electoral de México.
Sin escrúpulo alguno, el Presidente viola el Estado de Derecho, las leyes y se empeña en que el INE sea destruido para que ante todos los mexicanos salga con que le hicieron un monstruoso fraude electoral para meter a México en un conflicto postelectoral de proporciones gigantescas.
La promoción electoral que AMLO y sus indeseables “corcholatas” llevan a cabo pasa por nuestros dineros públicos y eso no puede tolerarse.
¿Por qué no renuncian esas “corcholatas”, que por lo visto nada tienen que hacer y si viviese el ilustre maestro Salvador Novo ya les habría recordado aquella máxima de “la ociosidad es el vicio de todas las madres”? ¿Hay ética, hay rectitud, hay moral, hay dignidad y decoro en una conducta defraudatoria de esa naturaleza?
Claro que nada de eso conocen. Son un vil remedo del cínico payasito de Palacio Nacional.
Y me asalta una recanija pregunta: ¿Cómo andarán esas “corcholatas” en conocimientos generales, pues la mayoría de ellos, incluyendo a don Ricardo Monreal dan pena ajena, pues se ve que ni por la nocturna pasaron?
Le pregunto amable lector y radioescuchas, ¿usted seguiría apostando a esa barbarie intelectual y del nefasto discurso del odio?