Todos, menos yo
¬ Luis Ángel García lunes 30, Ene 2023Por la Derecha..!
Luis Ángel García
Todos tienen la culpa menos yo, esa es la política de gobierno en la CDMX, y de la 4T en general. La estrategia de comunicación para evadir las responsabilidades es señalar a otros de sus omisiones o errores en la administración, faltas que han ocasionado, incluso, muertes. Pero ya no sólo se le achaca lo malo o el fracaso al pasado, a los neoliberales o conservadores. De los yerros por inexperiencia y corrupción en la administración pública cuatroteísta, ahora se condena a los ciudadanos comunes y corrientes o a los trabajadores del propio gobierno.
En una anterior entrega, señalé que para la mala suerte de la “regenta” había sobrevivido el conductor del Metro accidentado en la Línea 3 del Metro, porque habrían tenido al chivo expiatorio que necesitaban para señalar a un culpable: La falla humana. Pero la perversidad y falta de ética política de la actual administración encontró en el trabajador del Sistema Colectivo de Transporte a quien responsabiliza de un problema que a todas luces es por la falta general de mantenimiento en todo el medio de transporte. Junto con la peregrina hipótesis del sabotaje, señalaron al conductor lesionado como un terrorista fracasado, quieren vendernos la idea de un fanático, émulo de ISIS tropicalizado, que acepta inmolarse en nombre del conservadurismo para afectar la imagen de la 4T.
Así que, como sucedió con la tragedia de la Línea 12 del Metro, negaron la irresponsable y homicida falta de mantenimiento de la maldita “Línea Dorada” para culpar a los constructores, quienes fueron obligados a asumir la deficiencia de la administración y rehacer buena parte del tramo hasta Tláhuac. La jefa de Gobierno y el canciller, como Pilato, se lavaron las manos y quedaron impolutos. Ahora sucedió lo mismo, y quieren hacer aparecer como responsable al conductor sobreviviente, al que acusan de negligencia y homicidio culposo, más lesiones, aunado el supuesto sabotaje de perversas manos misteriosas de la oposición que cortaron o quemaron cables que dejaron sin luz ni señalización el túnel fatídico entre Potrero y La Raza.
Todos tienen la culpa, menos las autoridades de la CDMX. ¿No sería más honesto —cualidad que tanto pondera la 4T y de la que más carece—, reconocer que no han dado mantenimiento al Metro y por eso falla? No necesariamente es porque se roban el dinero, tal vez no lo presupuestaron o lo desvían para actividades de promoción política de la jefa de Gobierno, quien misteriosamente tiene mecenas que tapizan el país con su silueta, bardas y espectaculares. El propio Presidente se ha encargado de sacarle las castañas del fuego a la “corcholata” favorita para mantener “limpia” su imagen.
Con un poco de honestidad y responsabilidad política debieran reconocer su falta de experiencia en la administración pública y que no están capacitados para dirigir la capital de la República, pero les gana más su ambición de poder. Ese acto de contrición salvaría muchas vidas y haría más saludable la convivencia de los capitalinos.
Con tal de mantener inmaculada la imagen de la 4T, encubren criminalmente a los verdaderos culpables de las tragedias que han ocurrido en esta ciudad. Hay formas legítimas de allegarse de recursos para la promoción política, que jugar con la vida de inocentes. ¿Cuántas tragedias más tienen que suceder para que actúen con honestidad las autoridades?