Sabotaje contra realidad
Armando Ríos Ruiz viernes 27, Ene 2023Perfil de México
Armando Ríos Ruiz
En el gobierno que hoy se desempeña en el país, los maleantes no son los únicos que pueden multiplicarse a la velocidad de la luz y gozan de total impunidad desde las más altas esferas del poder. También los funcionarios incapaces. Sus fallas en los cargos son suplidas por las disculpas sórdidas, que por una relación de amor paternal convencen al jefe y motivan su exoneración.
Los ciegos seguidores del gran jefe han dicho con soberbia, que ahí está la detención de Ovidio, el hijo de “El Chapo”, para tapar la boca de los críticos, que achacan al Presidente un contubernio con los criminales. No tienen capacidad para pensar que fue el gobierno de Estados Unidos, cuyas policías hicieron un trabajo de inteligencia que llevó a su captura, porque saben a ciencia cierta que de otra manera, el capo continuaría frente al jugoso negocio del fentanilo.
No son capaces de discurrir que el presidente Biden está contra el trasiego de esa peligrosa sustancia hacia su país, que ha causado estragos en casi 100 mil consumidores por año y que, previo a su visita a México, a la cumbre de los líderes de América, pidió a su homólogo mexicano la captura de “El Chapito”, pero con la mesa servida en cuanto a estrategias y a su paradero.
La mensajera de la muerte, Claudia Sheinbaum (así la bautizó un amigo), encontró rápidamente una disculpa por las múltiples fallas en el Metro, cuyo buen funcionamiento depende de la continua vigilancia de su mantenimiento, menguado por la falta de dinero, como lo denunció inmediatamente después del último accidente, que costó la vida de una mujer y más de 100 heridos, el líder del sindicato del Sistema de Transporte, Fernando Espino.
Se trató de un sabotaje y los percances subsiguientes obedecieron a la misma causa. Sus investigadores encontraron robo de 50 metros de cable y la desaparición de una caja. Por lo tanto, hubo daño provocado. ¡Así de fácil! Ambos elementos fueron descartados por los técnicos, como posibles causantes del fatídico accidente. Antes no se le ocurrió que ese robo causó también el accidente en la Línea 12, en donde murieron casi 30 usuarios.
Para conocimiento de la señora, el robo de cable existe casi desde que ese medio de transporte llegó a México, porque se vende el cobre que contiene y significa un buen ingreso para los ladrones. Pero este hecho revela entonces, que ni siquiera en ese rubro, la funcionaria ha sido eficaz. Seguramente ignoraba que la sustracción de cable existe. Luego, su incapacidad es evidente.
La señora será llevada hasta el último instante que pueda soportar su probada ineficiencia. En un descuido puede ser la sucesora del Presidente, porque cumple con requisitos que valen oro en este momento: Insuficiencia, torpeza, inutilidad sobradas. Aunque sea difícil de creer, estos son, hoy por hoy, factores más que importantes para llegar al máximo peldaño político. Creo que nadie imaginó jamás algo parecido, en ningún país de la tierra.
Bueno. Hasta la señora Ernestina Godoy, Fiscal de la Ciudad de México, dijo que no había indicios de sabotaje. ¿A tanto llega el descuido, la negligencia de la señora Sheinbaum, que olvidó instruirla para que dijera lo que le conviene demasiado, por ser la predilecta del primer mandatario para sucederlo y el Metro puede ser su talón de Aquiles para ser reemplazada?
Pero también el líder del sindicato, Fernando Espino, ha insistido en que las fallas del Metro son por falta de mantenimiento. Por ende, no acepta el sabotaje. Añadió que desde hace 24 años no cuentan con la inversión económica suficiente para dar el mantenimiento necesario, razón por la que los mismos trabajadores compran el material que necesitan. Este es otro sello de la actual administración.
Esta versión provocó la llamada de nada más y nada menos, que de seis mil elementos de la Guardia Nacional en una “chamba” más: La de vigilar el Metro, aunque ninguno de sus elementos sepa por qué ruedan las ruedas. Pero para eso sirve. Para satisfacer caprichos y ocurrencias y para constituirse en esta caso, en tabla de salvación de los actuales dueños de nuestro pobre país.