Carta a Carlos
Carlos Ramos Padilla viernes 27, Ene 2023Se comenta sólo con…
Carlos Ramos Padilla*
Hay quienes rehuyen a la valentía, hay quien temen a los argumentos, cambian responsabilidades por imposiciones.
Por años, Carlos Alazraki has participado en fomentar la comunicación entre los diferentes sectores sociales. De promover mercancías y productos pisaste el difícil terreno de los debates, de la síntesis y de análisis.
De proponernos las características de un servicio decidiste evaluar a la política, a los políticos y al país. A algunos les incomodó, preferirían que nos ofrecieras jabones en lugar de críticas fundamentadas.
A los analfabetos activos no les gustan las palabras, menos que se articulen ideas. Has sido protagonista en los acomodos más interesantes de la nación y hoy pretenden hacerte a un lado por la fuerza del autoritarismo.
Me ocurrió igual tocayo. Cuando dejé mi espacio informativo en radio, luego de 17 años, las justificaciones fueron baratas e incómodas. Como tú, entendí qué sucedía, pero pregunté y pregunté y solamente me respondieron “son órdenes, tu prestigio está intocable, ya pasa la página!”.
Tú lo describiste bien: “Las razones eran obvias y no había necesidad de profundizar más”. Has sido tolerante con los intolerantes. Amigo de los amigos. Severo auditor de los gobernantes. Te interesa la nación que a otros no, de esos que saquean y abusan.
Por enfrentar al poder te compararon con Hitler mostrando una enorme ignorancia, pero también el rencor que descalifica. Seguro “empacaste” acomodando y ordenando tus historias de cuatro años. No es fácil armar el rompecabezas de las ideas, se necesita talento. Que eres directo y concluyente, es cierto, como lo es aquel que te censura, pero su vida la ha dedicado al odio y menosprecio.
El activismo callejero nada tiene que ver con heredar reflexiones que obligan a generar opinión, no golpeadores de barrio bravo. No hay que arrepentirse por pretender crecer, por ser aspiracionista, por demostrar que el triunfo le pertenece a los grandes. La mediocridad es síntoma de perdedores, el odio de fracasados. La clase no se arrebata, se gana. Edificar al país, galardona a los seres de avanzada, tender la mano a quienes merecen atención es tarea de la nobleza.
Lo que son las cosas Carlos, quedan los testimonios, los tuyos, enfrente de los bajos y arrebatados discursos que han radicalizado y demeritado. Pregúntame cuáles prevalecerán.
Nos felicitamos de tus contribuciones. Guarda ese reconocimiento, lo demás es pasajero, incluso la censura. Estamos y les duele, pero vamos a permanecer, eso sin duda.
A algunos nos arrebatan los micrófonos, las plumas, las hojas; a unos más les han quitado la vida en un país hoy rechazado por su violencia e impunidad. El pase de lista en obituarios es más común que en las aulas. No hay abrazos que alcancen cuando antes de extender los brazos te disparan. Nadie está a salvo y luchamos para cambiar el rumbo y persistiremos en ello, lo llevamos en el ADN. Abrazo fraterno.
* Conductor del programa Va en serio, Mexiquense TV Canal 34.2, IZZI Canal 135 y Mexiquense Radio.