Productos veneno
Freddy Sánchez jueves 19, Ene 2023Precios y desprecios
Freddy Sánchez
No dejé de fumar porque ya no me gusta hacerlo, sino porque me hace daño y daña a los demás.
Esa convicción ayudaría a dejar atrás cualquier clase de adicción, aunque es algo con lo que la mayoría no comulga.
Por lo mismo, el gran negocio de la industria tabacalera como aquellos otros relacionados con productos que causan daños a la salud, no sólo cuentan con un mercado cautivo, además gozan de apoyos de distinta índole y como es de suponerse quienes les brindan su respaldo también suelen ser personajes del poder público.
De ahí, las vacilaciones para actuar con máxima severidad para regular la venta del cigarro, las bebidas alcohólicas y en general los productos “chatarra” que crean adicciones entre sus consumidores y al mismo tiempo diversos problemas de salud.
Para el servicio médico institucional resulta un compromiso casi inatendible poder cubrir una atención inmediata y eficaz entre cada uno de los enfermos por el consumo de productos nocivos para la salud.
Así que proceder a las restricciones para la venta del cigarro, incluyendo a las pequeñas tiendas de abarrotes, cuyos propietarios se quejan de que esta acción les podría causar la ruina económica, en realidad no representa un solución definitiva para la recaudación del dinero requerido a efecto de dar atención médica a los afectados por el consumo de tabaco.
En ese tenor, evidentemente, los ex fundadores y los fumadores no piensan lo mismo respecto de las medidas institucionales para reducir el consumo de este producto con múltiples componentes tóxicos, puesto que sólo los que dejaron de fumar convencidos de que se hacían mucho daño y dañaban a sus seres queridos, amigos y personas con las que solían convivir, llegan a adquirir la conciencia del mal que antes se causaban y decidieron dejar de causar por el bien común.
Una cuestión en la que según parece ni siquiera piensan los fumadores, a causa del poder de la adicción que los tiene bajo su dominio impidiéndoles el más mínimo acto de raciocinio sobre los pros y contras de ser consumidores habituales de tabaco.
Algo similar a lo que sucede con toda clase de alimentos preparados con altas dosis de azúcar, sal y grasas que provocan distintas afectaciones de la salud humana y a la postre se traducen en múltiples y altísimos gastos médicos institucionales para la atención de enfermedades que van desde la obesidad, la diabetes, hipertensión, deterioro cardiovascular, insuficiencia pulmonar y cáncer entre otros males de salud.
En ese contexto, pues, la falta de recursos públicos para la atención de enfermedades derivadas del consumo de productos no saludables, obliga a procurar una continua revisión del pago de los gravámenes y lo relativo a las facilidades para la venta al público de lo que daña y se vende con extrema libertad sin adoptarse mayores acciones industriales ni oficiales encaminadas a ponerle un alto radical al comercio de lo que causa graves malestares entre millones de personas.
Las voces de alerta sobre los riesgos de consumir lo que provoca deficiencias de salud, no han sido pocas ni inconstantes, pero es más que obvio que no han sido capaces de crear una nueva conciencia colectiva para no comer ni beber lo que hace daño y en su caso consumirlo mínimamente sólo de vez en cuando.
Así las cosas, podría pensarse que mientras la sociedad no adquiera un nuevo hábito de consumo saludable, las medidas institucionales que permitan ingresar nuevos recursos económicos para la atención de la salud y las restricciones para los productos dañinos, difícilmente se pueden criticar.
A diferencia, naturalmente, del cobro de impuestos a productos que dañan la salud, sin que se garantice que ese dinero vaya directamente a crear una mayor y mejor infraestructura de servicios médicos institucionales. Y para que así sea es menester etiquetar los ingresos que se obtengan por concepto de gravámenes a los alimentos y bebidas no saludables, a fin de que dicho caudal económico se dedique fundamentalmente a mitigar los efectos dañinos de los productos veneno.