Disidencias y fisuras
Ramón Zurita Sahagún lunes 1, Mar 2010De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Los nuevos métodos democráticos usados en los principales partidos no convencen a los militantes de esos organismos políticos, generando molestia entre los aspirantes a los diversos cargos de elección popular en disputa.
Si los partidos y sus dirigentes creyeron encontrar homogeneidad en este año mediante el dedazo y el consejo de notables para la designación de sus candidatos a los 12 gobiernos estatales en disputa se encontró con una muralla difícil de salvar. Las diferencias afloran en la mayor parte de las entidades donde PRI, PAN y PRD eligieron métodos distintos o similares para encontrar a sus abanderados los gobiernos estatales.
Grandes resistencias, fisuras en sus estructuras y amenazas de deserciones son el triste panorama que se asoma en varias entidades que el cuatro de julio irán a las urnas para elegir a sus nuevos gobernantes.
Veracruz concentra amenazas de rompimiento de priístas y panistas molestos con la forma en que los dirigentes designaron a los candidatos que contenderán por ocupar la silla que hoy detenta Fidel Herrera Beltrán.
Considerada como la elección más importante de las 12 en disputa, Veracruz mantiene en la incertidumbre el rumbo del voto ciudadano ante las presiones que ejercen un priista y un panista que se resisten a dar el respaldo necesarios a los candidatos de su partido.
Gerardo Buganza Salmerón pospuso para esta semana el anuncio de su decisión sobre su futuro, ya que se encuentra -dijo- en un proceso de definición, pero lo que sí se sabe es que gran molestia ante lo que considera una burla y un engaño, la candidatura al gobierno estatal de de Miguel Ángel Yunes Linares.
Igual sucede en el PRI, con Héctor Yunes Landa, molesto por no permitírsele el registro como aspirante al gobierno estatal, en una maniobra para dejar como aspirante único al diputado federal con licencia, Javier Duarte de Ochoa.
En Sinaloa, el senador Mario López Valdez, inconforme por los dados cargados a favor de Jesús Vizcarra Calderón, prepara las maletas para su éxodo del PRI y encabezar una de las tan de moda gran alianza opositora, donde PAN-PRD-Convergencia-PT le darían su respaldo para la candidatura al gobierno estatal.
Durango registró la primera baja priísta, cuando José Rosas Aispuro renunció al PRI y se puso al frente de una coalición que incluye al PAN-PRD-Convergencia, para intentar arrebatar en el estado la hegemonía al PRI.
Puebla mantiene en suspenso a los priístas, ante la posible partida del ex alcalde capitalino Enrique Doger, a quien le fue negado el registro como aspirante al gobierno estatal, para proteger la figura del candidato oficial Javier López Zavala.
Quintana Roo anticipa un escenario difícil para el PRI, ante el posible abandono del partido del diputado federal, Carlos Joaquín González y su posible candidatura respaldado por una coalición de PAN-PRD-PT-Convergencia, ante el dedazo que se pretende ejercer en el PRI a favor del también diputado federal, Roberto Borge.
Oaxaca espera la decisión del diputado federal Jorge Franco Vargas, quien renunció recientemente a la dirigencia estatal del PRI, ya que el también diputado federal (con licencia) Eviel Pérez Magaña, se encamina a la candidatura al gobierno estatal.
En Hidalgo, los priístas se mantienen en una tensa calma, para saber si prevalecerá el dedazo del gobernador a favor del alcalde de Pachuca Francisco Olvera Ruiz o si algunos de los diputados federales aspirantes puede participar en el proceso o ser electo candidato al gobierno estatal. Omar Fayad Meneses, Jorge Rojo García de Alba, Carolina Viggiano Austria y otros más esperan atentos el desenlace.
Los priísta de Chihuahua pudieron superar la decisión vertical de ungir a César Duarte como el candidato al gobierno estatal, a pesar de que Héctor Murguía se encontraba mejor posicionado en las encuestas.
Pero si los priístas enfrentan retos en varios estados, los otros partidos no son menos.
Los panistas además de Veracruz, donde esperan la decisión de Gerardo Buganza Salmerón, tienen fricciones en Sinaloa, donde la dirigencia estatal fue forzada a manifestar conformidad con la posibilidad de abanderar la candidatura del todavía priísta Mario López Valdez.
En Oaxaca se presentaron algunas renuncias de ex candidatos panistas a cargos de elección popular, ante la alianza establecida por el partido blanquiazul con otros partidos a favor del senador (con licencia) convergente Gabino Cué Monteagudo.
Los panistas de Aguascalientes no tomaron con tanta filosofía la candidatura de Martín Orozco Sandoval al gobierno del estado y menos cuando se supo que el ex alcalde capitalino tiene un proceso judicial encima.
En el perredismo se manifiestan grandes molestias en diversos estados, en algunos por las coaliciones establecidas con el PAN y en otros por las formas en que se seleccionó a los candidatos.
Zacatecas, el único estado de los doce que irán a las urnas gobernados por el partido del sol azteca, mantiene focos rojos por la fractura provocada por la candidatura al gobierno estatal del senador con licencia Antonio Mejía Haro. Tomás Torres, Raymundo Cárdenas y otros aspirantes han renunciado o amenazan con hacerlo al partido.
Hidalgo amenaza con rompimiento perredistas, ya que unos avalan la alianza con el PAN, mientras que el senador José Guadarrama Márquez la propone, pero bajo sus condiciones.
Dirigentes estatales del PRD en Veracruz se inconformaron con la candidatura en alianza de izquierda del convergente Dante Delgado Rannauro.
Puebla establece la posibilidad del abandono del partido de algunos alcaldes y militantes, molestos por la alianza de su partido a favor de la candidatura del panista Rafael Moreno Valle.
En el PT también hay inconformes y por lo pronto en Zacatecas se negaron a ir en al alianza con el PRD y presentaron su propio candidato al gobierno estatal en la persona de David Monreal Ávila.
En Durango, los petistas rechazaron, luego de avalarla, la alianza con el PAN y PRD, para acercarse después al PRI y también rechazarla.