Del Toro
Carlos Ramos Padilla jueves 12, Ene 2023Se comenta sólo con…
Carlos Ramos Padilla*
Otro MEXICANO se suma a las filas de los triunfadores, sí, de los aspiracionistas. Orgulloso tapatío y lo presume, es un director, guionista, productor y novelista galardonado con el Premio Goya y varias veces con el Premio Ariel. Es acreedor del Globo de Oro y de dos Óscar como Mejor Director y Mejor Película por “La forma del agua”.
Ahora, su muy personal criterio lo llevó a trabajar durante quince años en su película “Pinocho”, no rescatando, sino innovando la difícil tarea de dar vida a marionetas cuadro por cuadro. La aventura fue monumental con enormes creativos y un equipazo, dando oportunidad a más mexicanos para introducirse también en el dificilísimo terreno de los premiados.
Guillermo se formó en México y destinó su esfuerzo a entender y difundir la fantasía, el drama, la psicología e incluso el difícil género del terror. En sus estantes destacan premios como los Oscar, los Globo de Oro, BAFTA, galardón Mercedes Benz en Cannes, Goya, Ariel, Cóndor de Plata y muchas distinciones. Es un triunfador. “Pinocho” es ya la mejor película de animación y se perfila directo a los Oscar.
Estaba nominado a tres categorías, logró este reconocimiento en la 80 ceremonia de los Globo de Oro con uno de sus filmes más personales. Del Toro apuntó al momento de recibir la distinción: “Ha sido un gran año para el cine de todos los tamaños. Un año de grandes cambios, de películas ambiciosas y de películas íntimas, y por lo tanto ha sido un gran año para la animación porque la animación es cine”.
Los connacionales ganadores de la máxima presea del cine han sido Alfonso Cuarón, Alejandro González Iñárritu, Emmanuel Lubezki y Anthony Quinn. Pero también destacan Emelie Kuri en mejor diseño de producción y Edward Carrere por mejor diseño de producción. Todos ellos merecen más tiempo, acreditaciones, comentarios y análisis que algunos criminales mediáticos que son aprehendidos y el gobierno los vende como trofeos deportivos.
Estos mexicanos de éxito no han renegado de sus orígenes y han penetrado por su preparación y agallas a los muy difíciles terrenos de los grandes cineastas. “Pinocho” es efectivamente, como la define Del Toro, una “obra muy personal” porque no necesariamente se ajusta a la narrativa original de Carlo Collodi o la magia de Walt Disney. Del Toro vuelve a romper esquemas y nos imprime su sello. Debo reconocer qué hay quienes nos resistimos a aceptar modificaciones a las historias que en la infancia nos formaron, nos permitieron soñar e incluso navegar en la fantasía. Hoy, las cosas cambian, la intención de usar al cine con trasfondo inclusivo han empujado a películas como “Pinocho” donde interviene Tom Hanks y que convirtieron al “Hada Azul” en un personaje drag queen que describe a una persona que se caracteriza y actúa a la usanza de un personaje de rasgos exagerados con una intención que se inspira de las nociones tradicionales de la asexualidad o roles de género e incluso pretextos raciales.
Expertos en el tema aseguran que no debe confundirse con las identidades transgénero, ya que el término transgénero implica disforia o disconformidad con el género de nacimiento. El hecho también es que la comunidad, que defiende la diversidad sexual, ya logró incluir en películas para niños a personajes representativos de la homosexualidad o lesbianismo. Del Toro, en “Pinocho”, se atreve a introducir elementos políticos y desgarradores como el fascismo del dictador Benito Mussolini, lo que hace concluir que la película no ingresa al campo infantil. Como sea, quienes saben y califican condecoran una vez más la brillantez de este tapatío.
* Conductor del programa Va en serio, Mexiquense TV Canal 34.2, IZZI Canal 135 y Mexiquense Radio.