Creer en la palabra presidencial
Ramón Zurita Sahagún miércoles 11, Ene 2023De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
La duda inquieta, quema, preocupa. La palabra comprometida reduce un poco la tensión, aunque subsiste, sobre todo por las cada vez más frecuentes muestras de respaldo a una de las tres “corcholatas” presidenciales.
Es cierto que el presidente López Obrador recalcó que se respetará el resultado de las encuestas que marcarán el nombre del aspirante presidencial de Morena, sin importar cuál de ellos o ella sea.
Con todo y ello, acontecimientos recientes provocan la incertidumbre y aunque son respetuosos, no dejan de inquietarse.
Los signos apuntan hacia la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, la que cada atorón que tiene recibe el espaldarazo presidencial, sin ningún recato.
El accidente ocurrido en el Metro, donde chocaron dos vagones en la Línea 3, provocando la muerte de una persona y una centena de heridos, alertó a los contendientes presidenciales.
Uno de ellos advirtió cómo se soltaron las redes sociales en su contra, culpándolo de los ataques que recibía la única mujer aspirante, por su ausencia de la ciudad que gobierna, ya que se encontraba en sus cotidianos recorridos por los estados, donde le preocupa ser conocida, ante la cercanía de las encuestas.
Y es que es cierto Claudia aventaja a Marcelo en los sondeos, pero por muy pocos puntos y se requiere de una mayor distancia, si es que la obtiene para no dejar sombra de duda sobre el resultado de las encuestas.
Ella es la más movida, la que aglutina a los principales grupos de su partido, pero pese al esfuerzo y a la intensidad de su campaña no logra despegar.
Algunos eventos ocurridos en su ausencia se están convirtiendo en su lado flaco y los respaldos presidenciales no gustan del todo, ya que ella es la única privilegiada en ese terreno.
Marcelo está consciente de que necesita empujar más para alcanzar y rebasar a Claudia y se encuentra convencido de que tiene con qué hacerlo.
El secretario de Relaciones Exteriores es bien visto en amplios sectores del país, incluso en muchos que no comulgan con la política de gobierno y muchos menos con la Cuarta Transformación.
Se oyen comentarios que expresan con Morena nada y menos con Claudia, especialmente en el territorio que ella gobierna y otros que dicen si es Marcelo podría votar por Morena.
La disputa se está haciendo cerrada entre los dos personajes, mientras el secretario de Gobernación se va quedando relegado y Ricardo Monreal se aprecia a la distancia.
Es cierto que con lo sucedido el pasado sábado las cosas empezarán a cambiar, ya que Claudia recibió un par de reveses en los primeros días del año. Sus seguidores fueron obligados a bajar los espectaculares de apoyo y ella anunció que no seguirá con sus giras por los estados.
La no salida de Claudia es un golpe directo a su popularidad, aunque cuenta con grupos de apoyo en cada entidad que se encargarán de hacer su nombre más sonoro, no resulta igual a tener su presencia en esas ciudades.
A diferencia de ella, Marcelo se concentra en su estrategia y confía en que antes del mes de julio, renuncia a su cargo gubernamental para hacer campaña.
Solamente esperará los resultados de los comicios en Coahuila y Estado de México, para entonces sí dedicarse de tiempo completo a asentarse en el gusto de los electores y cumplir con su anhelada idea de ser candidato presidencial, primero y Presidente de la República, después.
Ahora no habrá dudas, dice Marcelo a sus seguidores, iré hasta el final y si no soy el candidato, por no alcanzar el respaldo suficiente, me mantendré en la 4T y no me iré a ningún otro lado.
Es cierto que la duda inquieta, pero la palabra presidencial está empeñada, dice a sus seguidores.