Controversia
Carlos Ramos Padilla miércoles 11, Ene 2023Se comenta sólo con…
Carlos Ramos Padilla*
En comunidades y países europeos no se debate, se informa que no aceptarán ningún criterio adicional: En materia de género sólo se reconoce a la mujer y al hombre. Por ejemplo, Giorgia Meloni, primera ministra de Italia, elimina el tercer género, “Género NO binario” de los DNI italianos. “Sólo hombre o mujer”. Y no es atentar ni ofender a la diversidad sexual y a sus representantes.
Consideran que ser inclusivos nada tiene que ver, incluso, con manoseo al lenguaje atribuyendo que existen seres humanos que deben ser identificados con una “e”. No son ellos ni ellas, son elles. Modificar los códigos lingüísticos no ayuda, ni define.
Las leyes deben enfocarse a consolidar los derechos humanos y legales de todos. Se debe buscar mejor educación, más sistemas de salud, establecer normas legales que no aíslen. Las imposiciones culturales no deben aplicarse.
Incluyente es asistir a los vulnerables, es pensar en cómo pueden transitar y vivir quienes padecen discapacidades motoras, es reconocer el valor de los ancianos, es saber que los invidentes merecen atención, se trata de auxiliar al indigente, ser generoso con los humildes, instruir a los niños, cuidar el ambiente, proteger a los animales… Todo eso es ser incluyente, no una preferencia sexual o una “e”.
La biología nos ha determinado nuestro género. El tamaño del busto en las damas no las hacen más mujeres ni feministas. La fuerza muscular del hombre no es muestra de su valor sexual. Pintarse el cabello de colores es una manifestación de protesta o de moda, eso no es representativo de algo más.
Todos nosotros, al fallecer, estaremos expuestos a que algún día nos expongan a un estudio científico y se determine: Era hombre o era mujer, no un “e”. Modificar por decisión propia la anatomía, usar perforaciones o mutilaciones tampoco significa que le ganen la partida a la naturaleza, ellos, quienes lo hacen, es por su propia voluntad únicamente para identificarse diferente.
Todos somos distintos con manifestaciones y preferencias distintas. Los cristianos no deben tatuarse una cruz en el rostro para pedir derechos o respeto.
Los que se dicen feministas atentan contra sus principios al permitir el “e”, ya que inspiran a otros precisamente a rechazar ser femeninas para buscar otro género. La educación hace la gran diferencia, la tolerancia hace otro tanto.
El desafiar para aceptar es una equivocación y el considerar ser inclusivo hablando contra otros es precisamente por lo que supuestamente están luchando, por no permitir exclusiones.
Debo decir que incluso en los rechazos raciales, por fortuna ya superados, jamás se pensó en identificar la pigmentación de piel con una “e”. Y en donde sí ocurrió de manera detestable fue durante la Segunda Guerra Mundial, cuando a los judios se les señalaba con una marca en su pecho y ya sabemos las consecuencias.
* Conductor del programa Va en serio, Mexiquense TV Canal 34.2, IZZI Canal 135 y Mexiquense Radio.