Migración
¬ Augusto Corro martes 10, Ene 2023Punto por punto
Augusto Corro
En la capital mexicana se efectúa la Décima Cumbre de Líderes de América del Norte. Participan el presidente de Estados Unidos, Joe Biden; el primer ministro canadiense, Justin Trudeau; y el mandatario Andrés Manuel López Obrador. Dos temas sobresalen en la agenda de trabajo: Migración y tráfico de drogas.
En los dos casos, las soluciones que se propongan tendrán que hacerse apoyadas en la realidad que se vive en México y en los diferentes países del continente americano. En materia de migración parece que hay la suficiente disponibilidad para frenar el éxodo de personas hacia Estados Unidos.
Sin embargo, con el puro interés o el deseo de resolver el problema migratorio no serán suficientes. Simplemente, en lo que va del presente sexenio, la ayuda o apoyo a los países centroamericanos no es suficiente. Sembrar árboles para mantener arraigada a la población sí es importante, pero de ninguna manera suficiente.
El ejemplo claro lo tenemos en las olas de extranjeros que tratan de cruzar México para llegar a Estados Unidos con el propósito de realizar el “sueño americano”, deseo que no siempre se realiza debido a los obstáculos que no alcanzan a superar. Las fronteras del sur y norte de México están saturadas de personas que esperan la autorización oficial para continuar su camino.
Por cierto, hay dudas de que el conflicto migratorio tenga una solución adecuada, pues aumenta el número de países que son abandonados por su población debido a diferentes problemas, entre otros la pobreza, la violencia, persecuciones políticas y las afectaciones derivadas de los fenómenos naturales como huracanes.
En esas condiciones difíciles, la población de pueblos centroamericanos y del Caribe no tiene otro destino que el de abandonar sus lugares de origen en busca de mejores condiciones de vida. Claro, los riesgos que corren los migrantes en su ruta hacia Estados Unidos es peligrosa, pero no cuentan con otras salidas.
Debido a la vecindad de México con Estados Unidos, el éxodo de migrantes obliga a ambos países a buscar acuerdos que les permitan enfrentar el problema, aunque estos no sean equitativos, pues el gobierno estadounidense siempre resulta beneficiado. Con Donald Trump en la presidencia estadounidense, el gobierno mexicano se convirtió en su policía fronteriza.
De principio, las autoridades mexicanas cumplieron con el compromiso de frenar el paso de migrantes por su frontera sur. Ahora, migrantes de diferentes países expulsados de Estados Unidos deben ser aceptados en México, en donde miles de personas tratan de legalizar sus papeles.
Mientras el gobierno mexicano busca convencer a Estados Unidos de invertir en los países pobres para evitar la migración, la delincuencia organizada acelera el tráfico de personas de México a Estados Unidos. Ojalá y los acuerdos de la cumbre realmente ayuden a disminuir el problema migratorio que amenaza con crecer.
Tráfico de drogas
Otro de los temas que se tratarán en la cumbre es el relacionado con el tráfico de drogas. En este renglón no se ve el esfuerzo de Estados Unidos para frenarlo. Las cifras de víctimas de la drogadicción aumentan considerablemente cada año. Miles de personas mueren al año por sobredosis.
En Estados Unidos se encuentra el mercado más grande del mundo de consumidores de drogas. En años recientes, el fentanilo se convirtió en la droga de moda. Su consumo es devastador, sin embargo, su producción no cesa.
En México se realiza una lucha contra los cárteles de la droga que controlan algunos sitios del territorio nacional. Su presencia genera toda clase delitos que van desde la extorsión y el secuestro hasta el asesinato.
Si en nuestro país se lucha contra las drogas, en EU no se ve el interés para combatirlas. De ahí la frase de que en esta materia México pone los muertos y el vecino país del norte los drogadictos. En esas condiciones tan disparejas, la producción y tráfico de drogas continuarán incontenibles.
¿Usted qué opina amable lector?