¿EU ordenó la recaptura de Ovidio?
Armando Ríos Ruiz viernes 6, Ene 2023Perfil de México
Armando Ríos Ruiz
En el penúltimo año de gobierno, el Presidente no ha cambiado un ápice el modelo para acabar con la llamada delincuencia organizada y cada vez que se refiere al caso, afirma que da resultados positivos. Es una de las grandes mentiras que, revuelta con el montón que diariamente profiere, se diluye, aunque no al grado de despreocupar a los mexicanos, que tienen que vivir en zozobra ante la fuerza devastadora que muestran los protegidos por una política de terror.
Gracias a ella, a los abrazos que sustituyeron la persecución real del crimen, México se satura cada día más, con criminales que aparecen en todas partes y se adueñan de territorios, de comercios y de plano, del diario acontecer en la otrora añorada provincia, en donde campeaba la paz, la tranquilidad y el buen ánimo de los habitantes. La llegada de Morena al poder sólo vino a acrecentar el desaliento y la alarma constantes.
No necesitamos que los modernos encargados de la seguridad nos digan que gracias a ellos, la delincuencia ha descendido a niveles nunca vistos. Ni que el Presidente afirme lo mismo, alentado por el prurito de mentir sin límite. Sabemos a ciencia cierta cómo se vive en lugares en donde nacimos y crecimos. En donde las exigencias son cada vez más incumplibles por cuantiosas, con la segura muerte sin miramientos de quienes no tienen posibilidades de pagar.
Guerrero no es siquiera ejemplo. Es uno de tantos estados con un gobierno que no sirve más que para inaugurar eventos intrascendentes. En donde el crimen organizado demanda a los comerciantes el 50 por ciento de las ganancias, sin tomar en cuenta que tienen que pagar empleados. Reparar descomposturas. Cubrir los impuestos al gobernante que no se ocupa en desempeñar cabalmente su misión de proteger, como demanda la Constitución.
Hace apenas unos días, sicarios de La Familia Michoacana sacaron de sus casas a siete personas, en un lugar conocido como El Durazno, en la región de Tierra Caliente. Los asesinaron y transcurridas más de 24 horas, las autoridades no habían aparecido por ningún lugar de la ejecución. Así es como se gobierna en ese estado suriano, en donde “La muerte tiene permiso”.
Tanto ha avanzado el crimen en el territorio nacional durante los últimos cuatro años, que ya se escucha en diversos lugares la imposición de toques de queda por los mismos integrantes de grupos delictivos. Lo anterior, se ha dicho en esos rincones, para evitar que la ciudadanía quede atrapada entre fuegos cruzados, porque los pleitos por las conquistas obliga, obviamente, al uso de armas poderosas, que menudean en las filas de dichas organizaciones.
Y 2023 despertó con un nuevo acontecimiento en Sinaloa. Los medios locales dieron cuenta inmediatamente, de una nueva captura de Ovidio Guzmán, hijo de “El Chapo”, aprehendido por primera vez en 2019 y dejado en libertad por orden del mismo Presidente de México, de acuerdo con su propia confesión. El noticiero de Carmen Aristegui confirmó la versión.
La información dice que la madrugada de este jueves 5 de enero, Ovidio Guzmán, hijo de ‘El Chapo’ Guzmán, fue recapturado en la sindicatura de Jesús María, en el municipio de Culiacán, Sinaloa, de acuerdo con fuentes federales.
La capital de Sinaloa amaneció con balaceras y bloqueos en diferentes zonas”.
Hasta el momento de escribir esta columna, no había más noticias al respecto. Sólo que la captura había provocado una serie de actos delictivos derivados de enfrentamientos entre el Ejército mexicano y los sicarios de aquel cártel, con narcobloqueos, quema y robos de automóviles, en la sindicatura de Jesús María y en otras comunidades de la región.
Las preguntas que están en el aire son: ¿Se produjo una ruptura entre el gobierno y el cártel preferido? ¿Habrá una nueva orden presidencial de dejar en libertad al nuevamente recién capturado? ¿Estados Unidos ordenó tajantemente la recaptura, previo a la Cumbre Anual de Líderes de América del Norte? Tal vez quien lee tenga más preguntas.