Y vive la República
¬ Luis Ángel García miércoles 4, Ene 2023Por la Derecha..!
Luis Ángel García
Duro revés recibió la 4T con el nombramiento, hecho por sus pares, de la ministra presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Lucía Piña Hernández, quien superó por un voto a Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena —estigmatizado por su origen y trayectoria, como si ser rico o defender a empresarios fuera un delito per se—, y dejó en la lona a la cuestionada Yasmín Esquivel, quien era la candidata de Palacio Nacional. Los claroscuros del ex titular de la Suprema Corte, Arturo Zaldívar, y la obsesión del Ejecutivo por tener ministros a modo que respalden sus inconstitucionalidades hacía temer la imposición de la esposa de su constructor preferido. Pero pudo más la sensatez de los impartidores de justicia que se resistieron a las presiones internas y externas para someterlos, pero no se doblegaron.
A diferencia del servilismo abyecto de los diputados, los togados demostraron independencia y que realmente pueden ser un contrapeso del Presidente. Hay que recordar que la Constitución, Ley Suprema, se creó para evitar los excesos del poder político y por eso los constituyentes de 1917 optaron por una República con división de poderes, autónomos e independientes, ninguno por encima de los otros. Pero un defecto que tiene nuestro sistema presidencialista es su preponderancia histórica sobre el Legislativo y el Judicial; la 4T no resistió la tentación de ejercer un poder omnímodo que posibilitara la consolidación de un proyecto político basado en el populismo setentero.
Pero inició 2023 con el pie izquierdo y el dardo lanzado, en diciembre pasado, por el investigador Guillermo Sheridan dio en la línea de flotación de la 4T. La presunción de que la aspirante a la presidencia de la SCJN, Yasmín Esquivel, se había “fusilado” la investigación de otro estudiante que se tituló un año antes que ella con la misma tesis, restó autoridad moral, legitimidad, credibilidad e imparcialidad a la togada. Sólo aguantó dos rondas de votación y nunca figuró como candidata seria. Pero el litigio del plagio sigue su rumbo, aunque la “autónoma” Fiscalía capitalina haya determinado en seis días que el estudiante que inicialmente desarrolló el tema era el clonador. La UNAM debe defender su prestigio y determinar, a la brevedad, quién se “fusiló” a quién.
Mientras tanto, una de las mejores Universidades del mundo -la Nacional-, sigue forjando grandes mexicanos, y la nueva presidente de la Corte así lo demuestra. Es hechura 100 por ciento de los campus de la UNAM, donde cursó la licenciatura y el doctorado. Tiene además una sólida carrera judicial, lo que da garantía de que no llega una improvisada al pleno donde se discuten los grandes problemas nacionales y se da certeza jurídica en las disputas entre los ciudadanos y el poder político. No es cosa menor demostrar, en el día a día, que la Corte es un contrapeso real y que actuará con independencia. “Todavía hay jueces en Berlín”.
Corresponderá a la ministra Norma Lucía Piña Hernández dar vigencia al enunciado constitucional de que somos una República federal con división de Poderes autónomos reales y que la Carta Magna es el primer y único instrumento jurídico mediante el cual los ciudadanos frenan los excesos de poder a través de los tribunales.
Se dio un gran paso con la decisión que tomaron los ministros, enaltece a la justicia que haya independencia en los magistrados. Esperemos que el inquilino de Palacio Nacional acepte la decisión y no quiera amenazar a los ministros cuando no le favorezcan sus fallos, con eso de que a él no le deben venir con “el cuento de que la ley es la ley”. En un Estado de Derecho así es. Viva la República.