¿Silvano o Monreal?
Ramón Zurita Sahagún jueves 15, Dic 2022De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
¿Qué pasa en el PRD?
Son tan pocos los que forman parte de este partido que hasta se asegura que son más los dirigentes que los militantes.
Eso sí, el otrora orgulloso partido de izquierda que formó parte fundamental de la construcción de la democracia mexicana confía en aportar su propio candidato presidencial para someterlo a la consideración de los ciudadanos, si es que se consolida la triple alianza conformada con panistas y priistas.
Silvano Aureoles, tal vez, el último gobernador surgido del PRD creyó en la factibilidad de poder construir una candidatura presidencial y decidió apostar su no tan fuerte presencia a nivel nacional y postularse como la carta valedera de este partido.
Los perredistas ya no tienen mucho que aportar a la defensa de la democracia, más que las palabras de sus eternos líderes que fueron la causa principal del éxodo de sus militantes.
Desde su arribo a la dirigencia del partido en una sumamente cuestionada elección que fue catalogada como cochinero, los Chuchos, con sus principales figuras constituidas por Jesús Ortega y Jesús Zambrano, se apropiaron de los principales puestos de dirigencia por los que han pasado Guadalupe Acosta Naranjo, Carlos Navarrete y otros más, relegando a otros grupos minúsculos que se mantienen dentro del partido.
Después de la presurosa salida de quienes se marcharon a Morena en 2014 y años subsecuentes, los perredistas mantenían tres entidades gobernadas por sus militantes: Morelos, Graco Ramírez; Tabasco, Arturo Núñez; y Michoacán, Silvano Aureoles, quien fue el último que culminó su mandato.
Por ser el más reciente ex gobernador perredista y con no tan buena fama política, Silvano decidió explorar sus posibilidades en el entorno nacional.
A su favor se encontraban las diferencias con el presidente López Obrador, la guerra mediática en su contra y la escena del banquillo, fuera de Palacio Nacional, a la espera de que el Presidente lo recibiera, cosa que nunca sucedió.
Fue por eso que decidió anunciar su intención de competir por la Presidencia de la República, consciente de que será algo muy difícil de alcanzar, pero que su labor proselitista serviría para evitar la extinción de un partido que amenaza con perder el registro en 2024.
Sabe que las cosas se complican cada vez más y que el PRD perdió su registro local en la mayoría de los estados en que compitió, aún yendo en alianza con panistas y priistas.
Los pronósticos no le favorecen, pero para colmo de males, su propia dirigencia no lo ayuda. La semana pasada, mientras Silvano recorría algunas ciudades y se reunía con opinadores y analistas, Jesús Zambrano acudió al Senado de la República y con el pretexto de la defensa del INE, soltó oferta a favor de Ricardo Monreal (coordinador de los senadores de Morena), como su proyecto presidencial.
Entonces para qué tanto desgaste de Silvano, su intención de recorrer el país, de convencer a los descreídos de que el PRD sigue siendo una buena opción, si el dirigente nacional del partido, anda por otros rumbos a la pepena de candidatos.
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España se convirtió en el país de residencia de los ex Presidentes de México. Primero fue Enrique Peña Nieto el que sentó su domicilio en esa nación europea, le siguió Carlos Salinas de Gortari y ahora lo hace Felipe Calderón, solamente falta que lo hagan Vicente Fox Quesada ( quien tiene la nacionalidad asegurada) y Ernesto Zedillo, para realizar un cónclave de ex mandatarios mexicanos… La muerte de Miguel Barbosa, gobernador en funciones de Puebla, muestra lo miserables que pueden ser muchos políticos y la rebatinga que se sucede por ocupar el cargo de sustituto, cuando se venza el plazo en que la secretaria de Gobierno, Ana Lucía Hill, actuará como interina. Hill es sonorense de nacimiento y con poco tiempo en Puebla, por lo que carece de los hilos políticos que le permitan continuar en el cargo, algo que sería bueno por los tiempos políticos complicados que vive esa entidad.
