Para apuntalar a Claudia Sheinbaum, López Obrador le ruega a Bad Bunny
Adriana Moreno Cordero jueves 15, Dic 2022La Retaguardia
Adriana Moreno Cordero
- “Plan B”, el verdadero “duende” es Manuel Bartlett: Germán Martínez
Lo que es capaz de hacer el presidente Andrés Manuel López Obrador, con tal de apuntalar a su “corcholata” favorita, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum. No cabe duda que todo lo politiza, pero sólo para su muy personal beneficio. Cuando fue el cumpleaños del secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, el pasado 10 de octubre, le preguntaron al inquilino de Palacio Nacional en su gustadísimo “stand-up” mañanero qué le había regalado al canciller y respondió que “mucho afecto”. Eso de la tan llevada y traída “pobreza franciscana”, es un concepto acuñado por el tabasqueño para cubrir toda la corrupción que hacen, tanto los morenistas, como sus rémoras.
Bueno, pues ayer, López Obrador “se voló la barda” y diciéndose que estaba muy afligido por el fraude que le hicieron a miles de jóvenes con los conciertos de Bad Bunny que se llevaron a cabo en el Estadio Azteca, le pidió a este fenómeno de la música, que actúe gratis en el Zócalo capitalino, porque esta errada y llamada Cuarta Transformación no tiene dinero para pagarle.
También resulta lógica la respuesta que dio el cantante puertoriqueño: Tiene otros planes como descansar todo el año 2023 y así como que le vaya a hacer mucho caso al Presidente de México, pues no, y gratis, menos.
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Al percatarse del “éxito” que tuvo la jefa de Gobierno con la presentación del Grupo Firme, es obvio que lo que quiere el tabasqueño es apuntalar por sobre los demás “corcholatos” a la señora Sheinbaum, aunque claro, no por ello deja de circular la versión en los corrillos políticos de que López Obrador tendría una carta bajo la manga o bien, a la hora de la verdad, inclinarse por algunas de sus otras dos “corcholatas” como lo son sus “hermanos” Ebrard y el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, quien ahorita vive su prueba de fuego con el famoso “plan “B” de la reforma electoral presentada por su jefe.
Y por cierto y en lo que hace a este último tema, con seis horas de retraso inició ayer una larga sesión en el Senado de la República, con senadores del PAN, como Julen Rementería, Josefina Vázquez Mota y José Alfredo Botello portando playeras rosas en defensa del INE.
Por su parte, los 11 consejeros electorales advirtieron que la elección de 2024 está en riesgo al mutilar la estructura del INE y manifestaron en cinco puntos el impacto totalmente negativo que la reforma provocaría en los ya próximos comicios del 2024.
Asimismo, al desaparecer las 300 juntas distritales, se pone en muy grave riesgo la confección del padrón plectoral, la instalación de casillas, la realización de los cómputos de los votos, el monitoreo de estaciones de radio y televisión, la fiscalización de las actividades de los partidos políticos y de las campañas electorales y el cumplimiento de las obligaciones para combatir la violencia política contra las mujeres.
En el ambiente de la Cámara alta, flotó la súplica que hicieron las rémoras de Morena, PVEM y PT para que permaneciera ese artículo que les permitiría tener “vida eterna”, así de caro vendieron su voto al oficialismo.
En su intervención, el senador José Narro, sólo fue para acatar la voluntad presidencial: “Necesitamos pasar a un sistema en el que realmente sea el pueblo el que decida los destinos de este país”. Se busca evitar la duplicidad de funciones y eso, es pura demagogia y agregó que se obliga al INE a liquidar fideicomisos que deberían ser para el beneficio del pueblo y que se modifica el calendario electoral para compactar procesos.
Por su parte, el panista Damián Zepeda, fue contundente al señalar: O se está a favor de defender la democracia o se está a favor de atacarla por instrucciones de AMLO. La Reforma es negativa por el tamaño del daño que se le hace a la democracia”.
Destacó Zepeda Vidales que el famoso “plan B” tiene 4 grandes problemas: Es un ataque sistemático para debilitar al árbitro electoral y que refleja su odio por el INE y lo quiere dejar sin capacidad de operar y dejar de garantizar elecciones libres y transparentes y además, de plano se pretende borrar la alternancia.
Determinó que “en unos cuantos minutos van a votar el fraude electoral que significa la transferencia de votos a los partidos que no obtengan e 3 por ciento y así darles vida artificial” y reclamó: “ganen con votos, no roben votos”.
En otro punto, el senador Zepeda manifestó que se le quitan los dientes a la autoridad electoral y, evidentemente, se abre un hueco para que se cuele el crimen organizado, amén de que pretenden que el gobierno pueda meter su cuchara en las campañas de difusión promocionando obra. E hizo un llamado a la Suprema Corte de Justicia de la Nación a la voz de “ya basta de hacerle el trabajo sucio al Presidente”.
Noé Castañón, de Movimiento Ciudadano, también fue claro al señalar que “no ha existido en la historia reciente del país un momento en el que la democracia esté en tan alto riesgo. Domina el discurso temerario del oficialismo y la sumisión y lanzó un cuestionamiento que evidentemente, los de la mayoría no respondió: “¿Ya se les olvidó que en este Senado nadie es empleado del Presidente? Lo que hoy vulneran, es el mismo andamiaje que los llevó al poder. No sólo es incorrecto es inmoral legislar con el odio”.
A esas horas, había entrado al salón de sesiones una botarga de dinosaurio con la leyenda “Jurassic Plan” y adentro estaba Xóchitl Gálvez y Dante Delgado, ante los llamados del presidente de la Mesa Directiva encabezada por Alejandro Armente, dijo que es un ejercicio retrógrada y dinosáurico, pero hay que dejarlos expresarse.
Por su parte, el senador del PRD, Miguel Ángel Mancera, calificó el famoso y nefasto “plan B” de inconstitucional porque es inconstitucional prohibir al INE que ejerza su capacidad presupuestal que implica la capacidad de por sí mismo de determinar los montos que requiere para su función, de ahí que los fideicomisos, no son ilegales en todas las reformas está el mejorar de manera legal.
Y se afecta a más de mil 200 trabajadores y trabajadores del INE. El voto en contra es un anuncio de que acudiremos a la Suprema Corte de Justicia de la Nación para evitar que se viole la democracia.
Efectivamente, nos encontramos ante un “plan B” que vulnera los principios de gobernabilidad democrática y se atrás más de 20 años atrás de pluralismo.
Muy cierto, cuando el senador Germán Martínez Cázares llamó el verdadero “duende” al hoy flamante director de la Comisión Federal de Electricidad, Manuel Bartlett, sí, a ese al que se le cayó el sistema y con el “plan B”, Morena y el oficialismo quieren rebasar “despanzurrando al INE”, con tal de quedarse con la organización y control y definió a la caquistocracia, como el gobierno de los vulgares, de los cacos, de los peores”.