Esquizofrenia presidencial
Alberto Vieyra G. jueves 8, Dic 2022De pe a pa
Alberto Vieyra G.
México es víctima de la esquizofrenia presidencial. Ningún Presidente de la República en la historia del presidencialismo había sido tan irrespetuoso y poco ético en materia de ciencia política, lo que ha dado como resultado un México dividido y enfrentado como en tiempos del llamado quince uñas, Antonio López de Santa Anna Pérez de Lebrón.
El peor error garrafal en materia política de AMLO es esa infame división y encono del Presidente contra todos quienes no piensen igual que él, siguiendo al pie de la letra el principio del emperador romano Julio César de “divide y vencerás”.
AMLO quiere vencer por las buenas o por las malas. Para ello, utiliza todo el poder del Estado mexicano, a través de los medios de comunicación concesionados al gobierno, a través de los cuales en su soliloquio mañanero destila diariamente su ponzoñosa esquizofrenia. En las mañaneras enjuicia, lincha, difama, agrede con calificativos repugnantes y a nadie le concede el derecho de réplica, como lo mandata la constitución.
Pero, no es raro que AMLO viole la constitución y las leyes que de ella emanan, él es la ley y por eso dice que “no me salgan con que la ley es la ley”. En el caso de las mañaneras, viola desde hace 4 años el artículo 5 de la Ley Federal de Radio y Televisión que consagra lo siguiente:
“La radio y televisión tiene la función social de contribuir al fortalecimiento de la integración nacional y mejoramiento de las formas de convivencia humana”. AMLO hace todo lo contrario y su comportamiento es digno de estudio de la psiquiatría.
Pero, ¿qué es la esquizofrenia?
El tumbaburros la define como un trastorno que afecta la capacidad de una persona para pensar, sentir y comportarse de manera lúcida.
Para los estudiosos del carácter, AMLO es un Presidente que sufre de un grave trastorno llamado neurosis que lo hace comportarse con insano juicio porque el poder lo transforma en un esquizofrénico que no mide las consecuencias de lo que dice o hace.
Esta semana, el INE le dio un manotazo histórico a la “corcholata” de la predilección de AMLO, Claudia Sheinbaum, para que retire su propaganda electoral en bardas, panorámicos y en algunos medios de comunicación a nivel nacional, pues la ley que fue reformada a petición de AMLO después de 2006, impide a los funcionarios públicos utilizar recursos del Estado mexicano para su promoción. La prohibición enardeció a la señora Sheinbaum y a su mentor de Palacio Nacional, quien se desgrano despotricando de punta a punta contra el INE:
“Pues que ‘el INE no se toca’, dicen los conservadores. Es una superestructura de poder, desde luego de facto, de hecho, porque de manera evidente, notoria, pública, están violando el artículo sexto y séptimo de la Constitución General de la República, pero, como ‘no se toca’, son los intocables de la mafia del poder, los protegen, hasta hacen marchas los conservadores para proteger ese tipo de violaciones flagrantes a la Constitución…” “El artículo sexto había sido intocable hasta que llegó el más ‘intocable’ de todos y ahora quieren que se aplique aquello de que no se puede tocar al intocable”. “Porque tiene que ver con los medios. Y da vergüenza que sean los medios de información al servicio de los conservadores los que apoyen esta decisión del INE, que es contraria a la libertad de expresión, de manifestación”. Y recordó luchas históricas (desde el siglo XIX) por una “libertad de expresión” que nadie le ha conculcado a Sheinbaum ni a nadie más…”
Gabino Barrera de Palacio Nacional confunde la libertad de expresión con la prohibición de gastar los dineros públicos en promoción de campañas electorales anticipadas de los funcionarios públicos, es decir un proceso electoral que ya comenzó.