Otra catástrofe de salud pública
Alberto Vieyra G. miércoles 7, Dic 2022De pe a pa
Alberto Vieyra G.
“Ya éramos muchos y parió la abuela”, reza el refranero popular y nos dice que el coronavirus nos dejó una imborrable huella por la catástrofe de más de 700 mil muertos y ahora, el estado de Durango es noticia nacional e internacional, pues un brote de meningitis ha causado ya otra catástrofe de salud pública con 22 mujeres muertas y casi un centenar de hospitalizados, aunque de manera preventiva se monitorea a mil 400 pacientes que fueron internados en semanas anteriores en 4 hospitales privados que están bajo la lupa de la Fiscalía del Estado que ayer giró 7 órdenes de aprehensión y los macabros hospitales están virtualmente clausurados.
Pero, ¿qué es la meningitis, es curable o es transmisible?
Mire usted. La meningitis es la inflamación de las meninges del ser humano que llegan a afectar también la médula espinal y todo el sistema nervioso. Su tratamiento es largo y muy caro a base de antibióticos intravenosos y, a veces, con corticosteroides. La meningitis bacteriana es transmisible a través de fluidos, como la saliva, el estornudo, etcétera; pero el caso de la catástrofe de salud pública en Durango, estamos ante una meningitis aséptica producida por un mortífero hongo que puede estar en medicamentos caducos y lo que es más grave por falta de asepsia, es decir falta de higiene en instrumental quirúrgico y quirófanos cochinos.
Desde el pasado mes de mayo, la Agencia Mexicana de Noticias comenzó a recibir reportes de una rara enfermedad que aquejaba a las mujeres que habían llevado a cabo sus partos en cuatro hospitales privados en Durango, pero no sería hasta el pasado mes de octubre, cuando comenzó la ola macabra que hasta hoy, suma ya 22 mujeres muertas y al iniciar esta semana se reporta el primer caso de un niño infectado de meningitis, para el que no se ha encontrado cura en México y se sabe que será tratado en los Estados Unidos.
Estamos ante una catástrofe de salud pública que le heredaron al actual gobernador, el priista Esteban Alejandro Villegas Villareal. Sí, en el último año del gobierno de José Rosas Aispuro, adicto a los reflectores en los medios de comunicación a nivel nacional, se relajó la supervisión de la Cofepris que mal funcionó o funcionó inmersa en la corrupción durante más de 1 año sin representante del gobierno federal en Durango. Allí estuvo el meollo del asunto. Y ahora, don Esteban Alejandro Villegas tendrá que hilar muy fino para devolverle la salud a los duranguenses, pero sobre todo para castigar a los corruptos y a los nada pulcros dueños de los hospitales privados, sobre los que debe caer todo el peso de la ley.
Y por lo que respecta al gobierno federal, habrá que esperar que esta nueva catástrofe de salud pública no haya llegado para quedarse y formar parte de la actual catástrofe de salud que vive el país, a razón del desabasto de medicamentos en todos los hospitales públicos y la negligencia criminal del actual subsecretario de salud, Hugo López-Gatell sobre quien pesan cuando menos media docena de demandas ante la Fiscalía General de la República por su falta de sensibilidad humana, durante los 2 años de la pesadilla histórica por el coronavirus que ha vuelto ya por sus fueros, al agudizarse el invierno.
En Durango, y en el país en general, hay dolor y una enorme repulsa social por la nueva catástrofe de salud pública. Los gobiernos estatal y federal deberán ser implacables en la aplicación de la ley, pero me conformo con que lo haga el gobierno estatal.