AMLO contra la privatización de aerolíneas; prefiere entregarlas a militares
Miguel Ángel Rivera martes 6, Dic 2022Clase Política
Miguel Ángel Rivera
Rescatar la marca de Mexicana de Aviación para dar una indemnización a los ex trabajadores de esa aerolínea o dar oportunidad de un nuevo empleo a quienes todavía están en edad de trabajar, es sin duda una plausible decisión del presidente Andrés Manuel López Obrador, pero como sucede con otras decisiones del primer mandatario, ésta también puede generar resultados, por decir lo menos, dudosos, cuando no simplemente negativos.
Como se recordará, la quiebra de Mexicana de Aviación, fue resultado de una serie de medidas sospechosas, desde el proceso mismo de privatización, luego de que el gobierno rescató esa empresa –claro, con costo al erario– y la revendió a uno de los empresarios “consentidos” Gastón Azcárraga, quien luego —dicen los enterados— la ordeñó, al grado de dejarla en bancarrota, en agravio de muchos acreedores, pero principalmente de sus trabajadores, que perdieron sus empleos y hasta la posibilidad de una decorosa jubilación.
En su momento, muy a su estilo, el presidente Andrés Manuel López Obrador culpó de esa desastrosa privatización a los ex presidentes del PAN Vicente Fox y Felipe Calderón, el que lo derrotó por menos de un punto porcentual, decisión que hasta la fecha considera parte de un fraude en su contra.
En una de sus mañaneras, el primer mandatario aseguró que los ex mandatarios Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojosa entregaron las aerolíneas Mexicana y Aeroméxico a empresarios que los ayudaron en sus respectivas campañas presidenciales.
En esa mañanera inició su perorata en referencia a la cancelación de 260 vuelos tras un brote de Covid-19 en el Aeropuerto de la Ciudad de México (AICM) que afectó, sobretodo, a personal de Aeroméxico.
El jefe del Ejecutivo, señaló que Aeroméxico entró en una crisis por un cambio de condiciones laborales, “sobre todo de sobrecargos”, ya que para un vuelo internacional se necesitan cinco o seis aeromozas para atender de 150 o 200 pasajeros. “Por eso no tienen cómo sustituir” al personal enfermo.
López Obrador aprovechó para recordar que anteriormente Mexicana de Aviación y Aeroméxico eran empresas del Estado, “manejadas con dinero público” y que fueron entregadas a empresas privadas después de que empresarios ayudaran es sus respectivas campañas rumbo a la Presidencia a Felipe Calderón y a Vicente Fox.
“En la campaña de 2000, el empresario Azcárraga ayudó a la candidatura de Fox. Cuando el presidente Fox llega, desde el primer año le entrega a ese empresario Mexicana, se privatiza Mexicana de Aviación. Luego, en la campaña de Calderón, le ayudan empresarios, participan en el fraude electoral y como recompensa, entre otras cosas, Calderón les entrega la otra línea aérea, Aeroméxico, en 2007″, relató.
En cuanto a Mexicana, AMLO indicó: “era una empresa emblemática de aviación, fue la primera empresa de aviación en el país reconocida a nivel mundial; era una empresa pública. Sin embargo, cuando llega Fox, como el señor Gastón Azcárraga era dueño de hoteles como el Fiesta Americana que está en Reforma, frente a lo que era la estatua de Colón, entonces apoyó a Fox en su campaña, ahí vivía Fox y al llegar Fox a la Presidencia, le entrega la empresa pública Mexicana a Gastón Azcárraga. Ese señor, a pesar de que recibió la empresa con muchas facilidades, no supo administrarla adecuadamente y la lleva a la quiebra y deja a todos los trabajadores desempleados: Pilotos, sobrecargos, administrativos. Esa es la historia”.
López Obrador señaló que el sucesor de Fox, Felipe Calderón, no atendió el conflicto laboral de esa aerolínea: “Luego, como viene otro gobierno del mismo partido, en vez de resolver el problema lo mantiene; pero no sólo es eso, el nuevo gobierno es impuesto por un fraude en 2006. Supuestamente la diferencia fue del 0.5 (por ciento) y no quisieron abrir los paquetes; no quisieron estos pseudodemócratas. Entonces, en pago ahí va Aeroméxico para los que le ayudaron”.
El actual primer mandatario hizo hincapié en que una vez que se privatizó Aeroméxico, el primer presidente de la aerolínea, una vez privatizada, fue José Luis Barraza, quien durante la campaña de Felipe Calderón presidia el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) a nivel nacional.
Viene el cambio: De la privatización
a la militarización de las aerolíneas
Luego de sus diatribas hacia el pasado, ahora López Obrador hace uno de los anuncios de su supuesta transformación nacional y anuncia el intento de rehabilitar Mexicana de Aviación, pero en vez de entregarla a sus trabajadores, que durante años han luchado por sus derechos, anunció que la aerolínea será militarizada.
En efecto, en su mañanera de ayer, el primer mandatario anunció que buscará comprar la marca de la desaparecida aerolínea Mexicana de Aviación, toda vez que reiteró que el próximo año el gobierno lanzará su propia línea aérea.
“Quiero aprovechar para informar, que ya lo he hecho, de que sí va a haber una línea aérea nueva, que va a ser manejada por la misma empresa que va a manejar el Tren Maya, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles y el nuevo aeropuerto de Tulum, pero se van a agregar también el manejo de los aeropuertos de Chetumal, Palenque y Campeche”.
En esta conferencia, aseguró que la nueva aerolínea estará lista a finales de 2023 para coincidir con la entrada en funcionamiento del Tren Maya y refirió que ya se encuentra en negociaciones con los ex trabajadores de Mexicana para comprarles el nombre.
Desde Palacio Nacional, el mandatario precisó que será el próximo año cuando se concrete esta nueva opción del sistema aéreo, la cual estará a cargo de la empresa Olmeca-Maya-Mexica, misma que opera el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles.
“La nueva línea va a estar en un año, ese es el plan, a finales del año próximo. Va a estar junto a la entrada al funcionamiento del Tren Maya.
López Obrador confió con que con la aerolínea de la Sedena, sumada a los nuevos aeropuertos, no sólo haya más oferta de viajes, sino que los precios tengan una disminución.
Lo primero que parece inapropiado del anuncio presidencial es aumentar la presencia de los militares en actividades que deberían estar reservadas a los civiles, pues la aerolínea no se devuelve a sus trabajadores, quienes son los que saben cómo operarla. Pero mucho más grave puede resultar el anuncio del primer mandatario en el sentido de que está dispuesto a aplicar una política de “cielos abiertos”, lo que significa abrir a empresas extranjeras la posibilidad de hacer lo que se denomina como vuelos de cabotaje, es decir, llevar pasajeros de una a otra ciudad de México.
Hasta ahora, a pesar de las críticas de favorecer los intereses de empresas extranjeras, ningún gobierno “conservador” ni “neoliberal” se ha atrevido a admitir ese tipo de operaciones en territorio (o cielos) de México y siempre han procurado que los vuelos locales se conserven como patrimonio para las aerolíneas nacionales.
Por eso resultado notable el anuncio de “cielos abiertos” de un gobierno, como el de la llamada Cuarta Transformación, que dice defender de manera prioritaria los intereses de los mexicanos.
“Con la nueva aerolínea, ya con los nuevos aeropuertos, en un plan integral, seguramente habrá más viajes, bajará el precio del pasaje y, si hace falta, vamos a permitir lo que se llama el cabotaje: Que empresas extranjeras puedan llegar a Cancún y se les permita pasar a Campeche y a la CDMX; o sea, liberar todo lo que tiene que ver con el transporte aéreo”, ofreció el jefe del Ejecutivo al tiempo que manifestó confiar en que con la nueva aerolínea, más a las ya existentes, se obtenga una mejoría en el sistema de aviación del país.