La valentía de “Alito”, teatro
Armando Ríos Ruiz lunes 5, Dic 2022Perfil de México
Armando Ríos Ruiz
Seguramente con justificada razón, todos los partidos están contra Alejandro Moreno, líder nacional del PRI. Morena con el desafuero, porque desea el apoyo del partido que dirige para aprobar la reforma electoral propuesta por este organismo, luego de haber conseguido la participación del tricolor a su favor, en el proyecto de continuar la militarización del país más allá de 2024.
La diputada del PRI, Yolanda de la Torre, fue quien presentó sorpresivamente una iniciativa de reforma constitucional para prolongar el modelo de militarización y luego de ciertos contrastes en la Cámara de Diputados, el asunto volvió a discutirse días después, con la aprobación del PRI ordenado por su dirigente, que motivó el desencanto y desaprobación de la alianza Va por México, integrada por con PRI, PAN y PRD.
Dicha actitud motivó el señalamiento en contra de “Alito” o “Amlito”, como el traidor de la alianza, gracias por una serie de videos exhibidos por la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, convertida en el látigo del Presidente para someter a ciertos políticos con audios conseguidos de manera clandestina, y el rompimiento de la coalición, que hoy vive con algunas imprecisiones respecto al futuro inmediato, con dos elecciones ya en puerta.
Los partidos restantes, adversarios o no, lo ven precisamente como un ejemplo de traición. Los dirigentes del PAN y del PRD han emitido declaraciones en su contra, en el sentido de no volver a admitir al tricolor como aliado, después de la actuación en la discusión de la militarización.
Ahora que Morena insistirá en la reforma electoral y después de una mega marcha ciudadana, en la que la expresión ciudadana sin acarreados, voluntaria, fue en contra del sometimiento del INE, previsto y propuesto desde hace mucho por el mismo Presidente, quien un día sí y otro también lo maldice y ha pretendido arrinconarlo para tener un organismo que le permita hacer lo que le plazca en cada elección, “Alito” volvió a intentar volver a la Alianza.
Sentó un precedente como traidor absoluto. Pero para asuntos de competencia política, pretende que no hizo nada malo y que debe volver a ser aceptado, porque lo necesitan y más él, necesita reincorporarse para futuras negociaciones, en caso de que esa alianza gane las elecciones del año entrante, en el Estado de México y en Coahuila, en donde no son pocos los politólogos que ven opciones de triunfo para los tres aliados.
Durante los últimos días, Alejandro Moreno ha formulado declaraciones muy echadas para adelante. Ha dicho que a pesar de la presión que recibe, el PRI no dará a Morena los votos que le faltan para aprobar la reforma. Sabe que, de ganar en los dos estados, podrá evitarse la muerte del partido que dirige y conseguir bastante oxígeno para su supervivencia.
Sabe también que la amenaza de Morena de desaforarlo no funcionará, ya que dicha operación pasaría por una instancia denominada Sección Instructora, en donde hay empate de dos integrantes de Morena contra dos en favor de la alianza. Esta situación da un respiro a “Alito”, quien seguramente será escuchado más adelante, porque la reincorporación del PRI resulta necesaria, ante la negativa de otros partidos de formar parte de la misma.
Su mejor opción es aparentar que es muy valiente y mantener su postura en contra de la reforma que pretende el Presidente.
Señaló Creel que “si ganamos el Estado de México, que es posible, reforzamos a la alianza Va por México y la alianza puede ponerse en disposición del 2024, y eso lo sabe “Alito” el político, Alejandro Moreno, el político. Si él cede el martes, sabe que eso se acaba”.
La votación mañana será vital para preservar derechos hoy vigentes, que de aprobarse, acabarían con la misma vida del PRI. Y de su rechazo depende inclusive hacer frente a Morena con éxito, en los dos estados. El dictamen ya es rechazado por todos los “adversarios” del primer mandatario.