Enemigo del saber
Alberto Vieyra G. lunes 5, Dic 2022De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Aquí entre nos, hoy le quiero preguntar: ¿A usted le gustaría que sus hijos fuesen del montón, sí, que no estudien y que no aspiren a nada para que sean un don nadie? ¿Verdad que le gustaría que sus hijos obtuviesen un título de médico, ingeniero, arquitecto, abogado, piloto aviador o alguna otra carrera que los distinga del resto de la población? ¿Si alguno de sus hijos es un cerebrito, usted lo dejaría que se perdiese en las drogas, en el vago mundo o lo impulsaría para que aspire a ser un científico, un historiador, un periodista, un Presidente de la República, un gobernador, un diputado o algo por el estilo?
De una cosa estoy cierto, todos tenemos aspiraciones de ser algo en la vida y para ello hay que quemarse las pestañas.
Pero, ¿a qué vienen tantas preguntas? Bueno, pues resulta que a nuestro señor Presidente, el falso Mesías le cae en la punta del dedo gordo del pie derecho el término aspiracionista o aspiración. Odia a los aspiracionistas y los insulta todos los días porque para él, aspirar a algo o ser alguien es salirse del huacal de esos gobernantes adoradores de la ignorancia.
El señor Presidente les llama a los aspiracionistas “conservadores fifís”, “intelectuales orgánicos”, “corruptos”, “vendepatrias”, “raterillos” y hasta se vanagloria diciendo que “Morena obtiene sus votos de la gente más ignorante y analfabeta”.
¿Qué daría AMLO porque los casi 130 millones de compatriotas fuesen ignorantes para que él se pueda perpetuar en el poder por el tiempo que le venga en gana o hasta que sólo la muerte le quite el poder, como ocurrió con Benito Juárez?
AMLO odia todo lo que huela a cultura. Me encantaría asistir a una mañanera para preguntarle ¿que lee, señor Presidente?, ¿cuáles son los libros que han marcado su vida o por qué nos mal receta pasajes de la historia que dan ganas de mandarlo a la nocturna? AMLO acaba de montar en cólera contra la Feria Internacional del Libro de Guadalajara diciendo que “todos los que acuden a ella son conservadores fifís e intelectuales orgánicos que están en contra de su gobierno”.
AMLO odia a la UNAM, el gran semillero democrático de México y a todas las universidades públicas y privadas del país y todo porque es un consumado enemigo del saber. Él quiere un pueblo ignorante que sea dócil, fácil de acarrear para ultrajar su dignidad llenando plazas para hacer sus encuestas a mano alzada. Odia la cultura, por ello extinguió el fideicomiso para apoyar al cine mexicano y a las artes en general. Por el pichicateo de los apoyos económicos al séptimo arte, el laureado cineasta Guillermo del Toro diría sin ambages que “la desobediencia es el único camino para la conciencia”.
AMLO odia la ciencia y por eso le retiró al Conacyt cientos de millones de pesos para que le pueda comprar proyectos científicos a gobiernos comunistas como el de Cuba. Por cierto, AMLO prometió que en diciembre de 2021 estaría lista la vacuna Patria, pero por lo visto todo quedó en tacos de lengua porque hoy el gobierno amlista anuncia que le compró a Cuba una vacuna que no ha sido autorizada por la Organización Mundial de la Salud y ya se ve que es en clarísimo apoyo al régimen comunista de la isla cubana.
¿Usted recuerda algún otro Presidente de la República que haya sido enemigo consumado del saber?